Dedicado a Daniisw
"Porque a donde quiera que vayas voy a seguirte, pensando que fuiste de las mejoras cosas que me pasaron en la vida"
Lisa, sinceramente, podía considerarse la chica más feliz en esa media hora que llevaba compartiendo con su Unnie favorita. Desde que habló con Jennie todo mejoró considerablemente, las cosas volvieron a ser como antes y ahora Jisoo no estaba siendo tan constante con ella. Lo que, a decir verdad, le llenaba el corazón de alegría ya que solo faltaba una semana para su presentación y ambas se habían comprometido firmemente a ensayar todos los días.
La perfecta armonía sincrónica que se cernía en el auditorio a causa de sus instrumentos unidos era como una ráfaga de calor que se introducía en sus corazones cuál raíz en la tierra, llenándolos de la más plena comodidad y gratitud que jamás podrían sentir con otra cosa.
Y Lisa, sentía que habían creado una dinastía hecha solo por ellas, y sin comparación a alguna otra.
Mientras que Jennie... ella realmente no sabía cómo sentirse. Su corazón latía desenfrenado cada vez que ambos instrumentos se unían en una perfecta sincronía, y, para su buena suerte, se dijo que había aceptado a la compañera correcta. Sin embargo, ¿Era así solo cuando tocaban? ¿cuándo las melodías subían y bajaban en diferentes tonos, y aun así encajaban perfectamente? Por buda, ella estaba clarísima que no.
Pero tampoco podía darse el lujo de describir con palabras lo que sentía por Lalisa. La quería, sí, ¿pero cómo algo más que una amiga? No lo sabía.
Además, no podría hacer mucho si descubría sus verdaderos sentimientos hacia la rubia. Ya había decidido darle una oportunidad a Jisoo, quien había estado bastante interesada en ella en los últimos meses, y no, ella no podía decepcionarla después de tanto, ella no era así.
-¿Todo en orden, bonita? -Jennie preguntó, percibiendo como la menor estuvo distraída los últimos minutos. Mientras que Lisa, se limitó a mover su cabeza para concentrarse y calmar la terrible corriente eléctrica que recorrió sus entrañas por algo tan mínimo como ese pequeño apodo.
Dios, ella enserio estaba tan mal.
-Sí, todo en orden.
-¿Es tu familia otra vez? -su tono de voz no había sido para nada convincente, por lo que, se vio venir la siguiente pregunta de su Unnie.
-¿Me he vuelto tan predecible para usted, señorita Kim? -Lisa intentó bromear, porque ahora mismo no le apetecía hablar de sus problemas en casa, sin embargo, Jennie permaneció seria, queriendo saber qué pasaba ahora con la menor que se había puesto triste de repente.
Oh, sí, la rubia no podría ocultarle nada.
-Lo suficiente como para saber que algo te pasa, pero no me lo estás contando.
-No quiero hablar ahora, Unnie. -farfulló.
-Lo comprendo, pero no ganas nada con cargarlo tú sola. -Jennie posó una mano en el hombro de Lisa- Sabes que estoy aquí para lo que necesites.
¿Cómo podía decirle que no cuando Jennie le ha ayudado tanto? Joder, no tenía nada que temer. Ella siempre había estado ahí para ella, y le había ayudado a superar sus problemas personales como nadie jamás lo había hecho. Además de qué... Jennie le dio confianza, cada vez que hablaban, podía percibir como la mayor le dedicaba todo su tiempo y su atención, como era atenta y como pensaba por un par de minutos mientras intentaba encontrar una respuesta coherente para aconsejar a la menor. No tenía por qué desconfiar ahora.
-Mis padres se van a divorciar. -dijo, con su voz colgando de un hilo. -Y me han puesto en una situación muy difícil, unnie, de verdad no sé qué hacer.
-Primero; lo siento mucho, li-sshi, sé que eres muy allegada con tus padres. Y segundo; ¿Qué te han dicho? ¿estás bien? -Jennie quiso saber.
-No, no lo estoy. -Lisa sintió como su corazón se estrujaba, un nudo se formaba en su garganta y como unas cosquillas molestas se situaban en la boca de su estómago. Iba a llorar, mierda. No quería llorar. -E-ellos ya no pueden comprenderse, y van a separarse, Jennie. Al principio pensé que no sería tan malo, pero definitivamente quise desaparecer cuando me dieron a escoger. ¡A escoger! ¡Puedes creerlo!
Jennie ladeó la cabeza, sin comprender muy bien lo que estaba pasando. Hasta que finalmente la más alta habló, y, fue entonces, cuando sintió como si le hubiesen dado una buena patada en el abdomen, robándole todo el aire contenido.
-Mi madre desea quedarse aquí, en Corea. Pero mi padre se irá a Tailandia para continuar con el restaurante... me han pedido tomar una decisión antes de que acabe el año.
