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Dedicado a Daniisw

"Crecer es doloroso, pero adaptarse y continuar lo es aún más"

Dos semanas más tarde, Jennie y Lisa se preparaban para el concierto más esperado del año, donde, docentes, administradores, ejecutivos y estudiantes estarían presentes para admirar el arte que representaba la academia de Heesung. Sin embargo, el dúo dinámico protagonista se sentía tan ausente que sencillamente no eran capaces de alcanzar aquella emoción que les arraigó incluso meses antes de presentarse. ¿Qué demonios había pasado?

¡Era su presentación, para lo que habían trabajado todo el año! ¿Por qué se sentían tan... distantes, neutras, sinsentido?

En una pequeña y recondita parte muy necia de sus corazones, ambas sabían lo que sucedía, solo que, por bien emocional de la otra, decidieron callar hasta después de presentarse. No era seguro que dijeran todo lo que tenían guardado ahora, no cuando dependían de un hilo emocional tan frágil y pequeño como la seda de una araña.

Jennie, por su parte, había analizado con más detenimiento las cosas. ¿Desde cuándo había estado sintiendo cosas por Lisa? Es decir, ¿siquiera es posible? Convivieron todo un año juntas, compartieron actividades del gusto de la otra y, también, se ayudaron con sus problemas cuando sentían que las columnas de sus imperios comenzaban a flaquear. ¿Y era hasta ahora que se daba cuenta? ¿cómo podría hacérselo saber a Jisoo?

Jennie no amaba a Lisa, pero tenía un sentimiento insospechadamente profundo por ella. Mientras que Lisa, ella... ya no sabía qué hacer con su revoltoso corazón respecto a la mayor. Tenía la certeza de que nada iba cambiar, pero en su cabeza se proyectaba muchísimo la idea de tener que... abandonar.

—¿Estás nerviosa? —preguntó Jennie, sus manos envueltas en un sudor molesto.

—Extrañamente no... estoy... no sé cómo estoy unnie. —el tono de voz de la rubia era bajo, pero no se oía feliz, ni triste. Ella... no sentía nada en ese momento, su corazón estaba sumido en un gélido frío que no le permitía sentir alguna emoción.

—¿Te digo un secreto, Li-sshi? —la mencionada le miró. —Yo tampoco sé cómo estoy.

Ella sonrió con desgano. —¿Te digo otra cosa? —inquirió. —Si me levanto hoy, aquí, a tocar contigo, quiero que sepas que lo hago por ti. En honor a aquél día en que no pude tocar para ti, a todo lo que llevo por dentro, y...—su respiración se volvió pesada. —En honor a mi patético corazón que no pudo hacer nada más que ser un necio romántico empedernido por ti.

Lo único que Jennie pudo hacer en el momento, fue abrir demás sus ojos y formar una "o" con sus labios. Su corazón, erráticamente acelerado, al igual que su respiración, le incentivó a decir algo, no obstante, el presentador de aquél benéfico acto las llamó al escenario en una espléndida bienvenida.

Lisa sonrió, la emoción sin llegar a sus ojos y tomó a Jennie de la muñeca, obligándola a salir de su trance y caminar hasta las escaleras.

Una vez en el escenario, cada una tomó posición para dar comienzo a su proyecto. Las luces descendieron y, ahora, en un auditorio lleno de personas expectantes a su número y con tan solo dos reflectores abarcando el espacio de cada una, ambas se miraron por última vez, sintiendo como la complicidad y las emociones se entrelazaban entre sí hasta crear un choque explosivo en sus almas hasta el punto de querer hacer sus corazones estallar.

Solo una pieza... una pieza más...

Una bocanada de aire fue lo último que hicieron antes de comenzar a tocar. Y Ahora, ambas podían percatarse de cómo, extrañamente, las melodías sonaban diferentes, como si de repente... todo cobrase sentido y sus almas se entrelazaran con sus instrumentos, expresando así cada gota de su ser sin siquiera pronunciar palabra alguna. Los altibajos, la sintonía, la pulcritud que ambas mantenían era simplemente un espectáculo de completo goce y deleite. Desdichado aquél que no estuviese ahí para brindarle cierto manjar a sus oídos.

Fue entonces cuando nada más importó... solo ellas dos, uniéndose desde dos mundos diferentes. Compartiendo un gran fragmento de sus corazón frente a miles de personas y, sin siquiera ser consciente de ellos, dejando que sus emociones las avasallen cuál choque de ola y por sus mejillas, corra una pequeña lágrima traicionera.

Crecer era doloroso... pero aceptar y continuar lo era todavía aún más. 

No good in goodbyes; ➵𝒥𝑒𝓃𝓁𝒾𝓈𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora