En la espera...

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—¿A qué hora dijiste que salía tu vuelo a Tabatilda?

—Ni siquiera lo pagaste tú, Matilde. Ayer me dijiste que lo pagó tu marido.

—Pues viene siendo lo mismo, Paty. Lo suyo es mío y lo mío es suyo. Y por mío me refiero a toda esta sabrosura y por suyo a su dinero.

—En ese caso, debiste darle un poco más de lo tuyo para que nos pagara un mejor hotel; mira nada más el calor que hace aquí.

—Pues ni modo, a ese le gusta más estar con los niños o metido en la cocina que conmigo en la cama.

—¡Me ahogo! ¡Me muero! ¡Moriré de calor y será tu culpa, Matilde!

—Estás debajo del ventilador, deja el drama.

—Sí, pero es el único en toda la recepción y está tan viejo que no se puede esperar que de abasto para todo el calor de la costa.

—Mi taxi no llega, Paty. Perderé el avión.

—¿Y por qué solo yo te acompaño? ¿Ninguna de las otras chicas quisieron esperar contigo?

—No les pregunté.

—¿Por qué?

—No quería molestarlas.

—A ellas no... ¿Y a mí sí?

—A ellas si las acompañaron sus esposos. Quizá están ocupadas, metiendo mano debajo del agua. Tú en cambio eres la única soltera del grupo.

—Matilde, yo podría estar metiendo mano debajo del agua con algún tipo lindo. Sintiendo otro tipo de calor más agradable que éste.

—¿Un tipo lindo como ese?

—¿Cuál?

—El que acaba de entrar, pero mira con disimulo.

—Obvio, disimulo es mi segundo nomb... ¡Pero mira nada más! A eso me refiero cuando hablo de un tipo lindo.

—Uf, pero cómo es posible que use traje... Paty, deja de mirarlo así.

—¿Así cómo?

—Con hambre, descarada.

—¡Ja! La envidia, yo sí lo puedo saborear.

—Claro, lo puedes lamer como a una paleta, seguro con ese traje se debe estar derritiendo.

—Está hablando con el recepcionista ¿Será que se hospeda?

—Demás que sí, ese bolso se ve pesado. Tal vez trae otro traje ahí.

—Ojalá también un trajecito de baño, porque a ese yo ya le caigo.

—¡Ay Paty! ¡Ya te vio! ¡Hasta tiró su bolso! Ya lo espantaste.

—¡Mira Matilde! ¿Qué es eso? ¿Tornillos, tuercas...?

—¿Quién trae eso a un hotel?

—Míralo recoger su bolso, está como un tomatito.

—¿Será gay?

—Pues si es gay, yo eso lo arreglo. Será porque no ha probado verdadera hembra.

—Mejor me voy caminando al aeropuer... ¡Paty! ¡Viene hacia aquí!

—¡Lo sabía! Estoy demasiado buena como para que me pase por alto.

—¿Oíste? Creo que por fin llegó mi taxi.

—Buenas tardes, señoras. Si me disculpan, necesito que se muevan de esta área. Vengo a instalar un nuevo ventilador.

* * * * *

Historia escrita sólo con diálogos.

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Palabras opuestas, situaciones ilógicas o sin sentido, lo que se te ocurra. Haré un cuento de ello.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2019 ⏰

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