Al acabar de leer los libros de la trilogía de A todos los chicos de la autora Jenny Han, una parte de mi creía que no era justo que tan pronto de acabará una historia asi de buena, por lo que decidi agregar algunos pedazos más.
Pequeñas ideas que...
Despierto alarmada y con algo de mal humor al escuchar como la puerta de la habitación es golpeada con algo de furor. Después de una semana agitada por la entrega de proyectos, tareas y exámenes, lo que más deseaba era que los fines de semana llegarán para poder dormir toda la noche.
Eran las dos de la madrugada. ¿A quién se le ocurriría tocar puertas a las dos de la mañana?
Me frote los brazos sobre las mangas de la gran sudadera de Peter en busca de calor, a pesar de estar a semana y media de entrar en verano, las noches eran en su mayoría frías. Al quitar la llave de la puerta y abrirla, pude ver el cuerpo completo de Jason con Miranda completamente dormida en sus brazos, podía sentirse el aroma a alcohol, era bastante claro porque estaba dormida en un horario bastante temprano para ella. Ver como Jay protegía, cuidaba y consentía a Miri me causaba ternura, ver a ambos juntos me causaba ternura.
—Puedes dejarla sobre la cama, yo la puedo cambiar y arropar. - la luz del pasillo iluminaba de manera casi inexistente la habitación, pero era lo suficiente como para ver alrededor y no tropezar.
—Gracias, necesito ir corriendo al baño. - le sonreí con la boca cerrada y los ojos algo somnolientos. El salió cerrando la puerta detrás de él en lo que comenzaba a quitarle los botines que traía puestos. Terminé encendiendo una pequeña lámpara que manteníamos en la habitación para alumbrar un poco; me interné en el armario de Miranda para tomar una de las amplias blusas que usaba para dormir. Le quite la blusa que traía reemplazándola por aquella ropa para dormir y al ver que tenía una falda suelta, considere que podría dormir de una manera bastante cómoda.
Cuando caminaba hacia la puerta para poder volver a colocarle llave, esta volvió a ser golpeada, pero con un poco menos de intensidad. Volví a abrirla y Jason volvió a aparecer atrás de esta, pero con la diferencia que ahora, lo que traía entre sus manos era un pequeño sobre blanco, que, al verme abrir la puerta, me lo extendió. En la parte frontal tenía mi nombre con aquella letra que perfectamente conocía.
Apenas me la dio, se fue deseándome buenas noches para comenzar a alejarse por el pasillo que llevaba a la salida del edificio. Sin volver a internarme dentro de la oscura habitación, me quedé en el marco de la puerta para poder abrir con cuidado aquel sobre blanco y leer su contenido.
Lara Jean:
Después de bastante tiempo, creo que era hora de hacer cumplir mi palabra y tratar de enviarte una carta. Tal vez la mía no sea 100% de amor o exprese en ella el odio que te tengo por siempre comerte y sin preguntar la última galleta del envase (nótese el sarcasmo, tu si eres amable y preguntas si alguien quiere lo último de lo que sea). Sabes que las palabras no son del todo lo mío, pero quería utilizar este método de comunicación algo antiguo para poder hacerte saber que (es una cita, sí) el día 23 de mayo (probablemente mañana será ese día, sé que Jason iría un día antes a ver a Miranda y por ende te llevaría esta carta) pasaré por ti cerca de las 11:00 de la mañana para ir todo el sábado y parte del domingo a la playa, una pequeña escapada a la playa es justa y necesaria.
No preocupes por nada más que no sea lo que llevaras puesto y por algún cambio de ropa. Nos vemos en unas horas Covey.
Te ama, Peter.
Una sonrisa salió de mis labios y después de leer la carta, cerré la puerta regresando a mi cama.
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