Capitulo 8

123 33 7
                                    

Hero.

Su cabello brillaba a luz del sol, el rubio se veía incluso más dorado. Las pequeñas pecas resaltaban más, sus labios eran gruesos, sus pestañas largas y su nariz pequeña, ¿Hay algo en ella que esté mal? No. Definitivamente no.
Me quede contemplándola en silencio, aunque aquello me hiciera ver como un acosador.

Padre me había hablado mucho sobre los blancos, sobre cuánto tiempo vivieron bajo su opresión. Mi madre fue asesinada por un blanco, y estoy donde estoy por eso, para buscar venganza, justicia. Aquel día en donde nuestra guerra se desató, en donde finalmente estábamos dando un paso hacia nuestra libertad, padre me habló tan mal de cada uno de ellos que lo único que guardaba era odio, hasta que la encontré. Perdida, sus ojos hinchados, su rostro estremecido, sus labios temblaban como todo su cuerpo, las lágrimas caían de su rostro, su cabello rubio tenía más color y estaba más vivo en ese momento. Me tomo solo un segundo para perderme en ella, un segundo en donde había cambiado mi visión sobre todo, un segundo en donde logró desvanecer todo mi odio.

El segundo más mágico. Era adolescente, joven, estúpido, creía en todo lo que mi padre decía. Llegue a estar de acuerdo con los asesinatos que ocurrieron ese día, iba caminando tranquilamente por la calle sabiendo que nadie me tocaría un pelo, que por primera vez mi color me mantendría a salvo, pero ella cambió mi visión de todo, en cuanto se fue supe que estaba totalmente cegado, no era algo aceptable lo que estaba pasando, la muerte de niños inocentes, ancianos, blancos que quizás no compartían las mismas ideas que los opresores. Supe que perdería a alguien como ella ese día, tan inocente,logrando abrir mis ojos y mostrándome la abominación que estaba haciendo mi padre.

Su rostro temeroso, sus lágrimas cayendo sin detenerse, ¿Qué estaba haciendo?, me odie tanto ese día, la vi irse de aquella cueva que fue mi hogar, la vi irse sabiendo que quizás si moría no me lo iría a perdonar. Geraldine, no desprecio mi color, no me miro con disgusto, me miro como si fuese una persona.

Aquel día no mataron a todos, dejaron a suficientes para esclavizarlos, familias reclutadas a un lugar en ruinas, que ahora mismo están construidos por sus manos. Pretendía poder encontrarla entre aquellas familias, cada vez que más gente se presentaba ante la sala del trono para que mi padre decrete la sentencia de cada uno, esperaba verla, esperaba poder ver sus ojos oceánicos. Pero el tiempo pasó, y nunca la vi. La di por muerta, ella no llegó con su familia. Me vivía atormentando pensando en que hubiese pasado si se hubiese quedado a mi lado, no podría protegerla demasiado pero si la hubiese mantenido con vida.

Cuando la vi, cuando mi padre me llamo para encontrarla, al principio pensé que era otra chica más, de espalda podía ver su melena rubia, supuse que padre había traído otra chica más de la isla. Pero todo cambio en cuanto volteo, reconocería su mirada en cualquier lado, estaba como la última vez, con temor y lágrimas en sus ojos, su cuerpo débil, manteniéndose de pie aunque sus rodillas flaqueaban. Los años la habían favorecido, se veía más hermosa, en este momento está demasiado hermosa. Su cabello estaba más largo, demasiado. Me alegre por verla, por haberla encontrado después de tantos años. Pero una parte de mí estaba disgustado, sus manos eran sostenidas por cadenas, sus ojos estaban hinchados, me dolía verla de aquella forma, quise protegerla, tenía ese impulso de querer abrasarle.

Me derrumbe más en cuanto se desmayo, yo mismo me encargue de cargarla. La lleve hasta la habitación con las demás chicas, con un medico siguiendo mis pasos. Pase todo el día preocupado, preguntándome si había despertado, pero debido a la debilidad de su cuerpo ese día y su baja presión, estuvo desmayada durante horas, cuando llegó la noche me llegó la noticia de que finalmente había despertado.

Antes de que sus sueños la atormentasen, me había quedado dormido ante una perfecta vista. Sus gritos me despertaron, su cuerpo totalmente pálido como si hubiese visto un fantasma, las lágrimas no tardaron en descender de sus ojos, el temor reinaba en la mitad de su cuerpo causando su temblor.

La abrace por impulso, pero se alejó de mi con temor. Aquello me dolió, se acurruco con sus rodillas, todo era tan similar a la primera vez que nos conocimos. Estaba entrando en pánico yo también, no sabía como calmarla, como hacer para que confiara un poco en mi, que dejase de mirarme con aquel temor que me punzaba, me hacía sentir como si fuese un monstruo, quizás si lo era, sus pesadillas probablemente sea por toda la opresión que vive, el temor, y por su familia en la otra punta. Me merecía aquella mirada.

En cuanto se calmo volví abrazarla con algo de temor, pero esa vez cedió, su cabeza quedó en mi regazo. Tenia la vista a su cabello rubio, su respiración sonaba algo agitada, pero empezó a calmarse, sus lágrimas habían cesado, su temblor también y ella permaneció a mi lado. El calor de su cuerpo se mezclaba junto al mío.

Bese su cabeza con temor a que me apartase pero no lo hizo, permaneció en mis brazos.
Se veía tan débil y no me gustaba, quería que su sufrimiento acabase, muy pocas veces tuve la oportunidad de verla sonreír, pero joder, aquella sonrisa en su rostro era un maldito arte, lograba hacerla más hermosa de lo que ya es. En cuanto se durmió, la cargue en mis brazos, cargando su delicado cuerpo, tan fácil de poder levantar, como si fuese una pluma.

Podría terminar con todo, y elegirla como mi amante. Pero aquello me arruinaría, porque estoy seguro de que lograría enamorarme, y si padre notase esos sentimientos en mi, sentimientos hacia una mujer blanca, se encargaría de matarla. Él solamente quiere que yo tenga otra mujer más como uso de objeto sexual, lo cual es repugnante.

No podía permitirme sentir nada hacia alguien blanco, lastima y misericordia quizás, pero no amor. Padre me había hablado tanto sobre aquello, el amor a él no le importaba en absoluto. Debería olvidarla, ser distante con ella, tratarla como a las demás. Aunque mi mente lanzaba ideas para que detenga todo sentimiento, era en vano, si ahora solamente me sentía atraído  por su belleza externa, no tengo duda de que si la conozco en profundidad, sus sentimientos, y parte de su corazón, me volvería más loco de lo que ya me trae.

Ella inspira confianza, el corazón de alguien bueno y roto. Por eso no puedo acercarme tanto a ella, si me enamoro estaría defraudando a mi padre, todas las promesas que le hice de no formar vínculo con ningún blanco se desvanecerían.

No puedo, simplemente no puedo, tengo que alejar todo lo que pueda sentir, le di mi palabra. Pero se hacía más difícil teniéndola cerca, mis ojos se estaban perdiendo una vez más y parte de mí se preguntaba; ¿Qué estas sintiendo?. Realmente no lo sé, no puedo entender mis sentimientos cuando estoy a su lado.

Gracias por leer❤️
El que votes y comentes me ayuda muchísimo!

The black kingdom [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora