AMOR AL ESTILO CREEK ♡♡♡

Orgullo.

Jamás podría entenderlo ni entenderse.

Comprender el sentimiento que no había pedido pero aún así estaba ahí mas presente que cualquier otra cosa en su vida. En su mente.

No lo había pedido y aún así aquel sentir que comenzó como una farsa. Un engaño hacia el mundo ante sus incontables hostigamientos había calado en lo más profundo de su ser y se había metido tan dentro de sus venas que la mentira poco a poco se fue disolviendo en su mente como un veneno que penetró en cada una de sus neuronas hasta que un día aquel sengir no fue un engaño mas. Al menos para él no lo era.

Ahora lo sentía.

Realmente lo sentía.

Lo sentía cada que aquel rubio se acercaba con su tembloroso ser y aquel aroma a café negro inundaba sus fosas nasales. Lo embriagaba. Aquel calor que emanaba. Lo amaba. Sin querer lo amaba. Y al final se encontró cometiendo el peor error que un mentiroso (como él se consideraba) podría cometer:

Creerse sus mentiras.

Se criticó tanto por ello.

Odiaba las reacciones que poco a poco fueron apareciendo en su ser conforme su cercanía con el rubio se intensificaba.

Sus palpitaciones, sus sonrisas involuntarias, sus sonrojos espontáneos. Craig no quería reir, no quería sus mejillas tintadas de color carmín. Se sentía estúpido, debíl y aún así la simple presencia del rubio desataba tantas cosas que simplemente no podia controlar y odiaba perder el control de sí mismo.

Más de una vez el deseo de huir de todas esas nuevas sensaciones lo obligaron a escapar de la escuela. Solo quería alejarse de él. No verlo más porque para el no se se sentía correcto.

Todo lo que le sucedía le parecía un montón de mierda que no debería estar ocurriendo. No debería estar pensando así.

Se sentía tan mal...

Y le dolía el pecho.

Faltó por tres semanas al colegio hasta que no pudo sostener las mentiras a sus padres más y la maestra termino informandoles lo sucedido. Tuvo que mentir.

<<La escuela es una porquería>> dijo y el cinturón de cuero de su padre fue a parar directo a una de sus costillas.

Le dolía. Pero podía soportar aquello. Podía soportarlo mas de lo que podía soportar todos esos nuevos sentimientos revoloteando en la boca de su estómago. Las heridas sanan. El dolor físico se calma. Pero como puedes calmar un corazón suplicante de anhelo. Como puedes decirle que pare, que se rinda.

El amor es una mierda. Ya no lo quería mas.

Y menos los quería cuando castigado en su casa sus amigos habían decidido ir a visitarlo preocupados. Craig se acercó a ver que querían a través del marco de la ventana... y lo vió a él. Era obvio que iría él.

No les abrió.

A la mañana siguiente podía escuchar murmullos por donde pasaba, especulaciones tal vez de qué había hecho en tres semanas. <<Drogas>> pensaron algunos. <<Pandillas>>pensaron otros.

Craig se sintió aliviado de que no supieran lo que en realidad pasaba.

Igualarse la tarea fue una porquería, y tragarse su orgullo para pedirle a Kyle sus apuntes fue una porquería aún mayor. Largas noches pasó en vela con la linterna prendida y las amenazas de su padre tras la puerta.

Le cerraron las ventanas y ahora unos tablones con clavos formaban rendijas lo suficiente delgadas como para que ni un solo dedo pasase por ahí, la habitación se Craig se cerraba con llave en la noche.