6. Secuestro

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Estoy en el bosque. Mis pies están descalzos y pisan el frío suelo. Todo está oscuro y escucho un grito femenino. Miro en todas direcciones para intentar ver de donde proviene el espeluznante sonido. No consigo ver más que oscuridad y una sombra de una mujer de pelo largo corriendo.
De repente aparecen las luces. Unos destellos azules que me ciegan. Me voy acercando a ellos, cada vez más intensos.
Empiezo oír voces. Veo algo en mitad de la nada en la que me encuentro. Una casa. Sé que la he visto antes.
Los destellos vienen de dos coches de la policía. De repente la intensidad de las luces empieza a crecer hasta que todo es azul y posteriormente negro.
Abro los ojos.

Hace frío. No es mi cuarto. Miro todo desorientado, estoy en mitad del bosque escondido entre unas rocas. No hay mucha luz. Me lleva unos minutos recordar que hago ahí. Estoy tiritando y algo dolorido así que decido ir a casa de Harry.
No sé que hora es aunque por la luz puedo descifrar que es muy temprano.

Tras 10 minutos allí estoy. En frente del porche del rizado. Mis piernas tiemblan, no sólo a causa del frío sino también de los nervios. Hacía mucho que no iba, y sobre todo que no le veía. El frío en mi cuerpo cada vez es mayor por lo que me dirijo rápido a la puerta y llamo.

Nadie contesta.
Insisto.
Nadie contesta así que decido sentarme en el pequeño escalón del porche dando la espalda a la puerta.
Me abrazo a mi mismo intentando retener el calor corporal que cada vez es más escaso. Pasan unos dos minutos más o menos y suena la puerta.

Me giro rápidamente levantándome y le veo. Tan angelical.
Una sonrisa se dibuja en ambos rostros y sin pensarlo le abrazo. No he sido consciente de mi acción pero mi cuerpo lo pedía a gritos. Culpemos al frío.

¿Estoy abrazando a Harry?

El menor tarda unos segundos en reaccionar pero después devuelve el abrazo.

-He vuelto.

-Has vuelto- susurro el ojiverde.

Me separo y le miro con una pequeña sonrisa. El rizado se da cuenta de los golpes en Louis pero no dice nada. A pesar del cálido abrazo sigue tiritando y el menor se da cuenta y lo hace pasar.

-Gracias

Ambos entran y Louis ve a lo lejos el reloj de la cocina. Son las 5 de la mañana. El ojiverde coge una manta y se la da a Louis quien se tumba en el sofá.
Luego le da una taza de té y se queda él con otra.

-Gracias por el té... Y por todo.

-Nada.

Hoy era Louis el de pocas palabras.

-Y... ¿Dónde has dormido?

-¿Cómo que dónde he dormido?

-Louis... Ayer vinieron unos agentes buscándote porque te habías escapado de casa. ¿Por qué hiciste eso?

-Quería venir a visitarte pero ya estaba oscuro, me perdí y me quedé dormido en unas rocas.

-¿Te perdiste?

-Si

Un pequeño enfado creció en Harry. Algo en él le decía que estaba mintiendo.
Se levantó del sofá y dejó fuertemente su taza en la mesa.

-¿Pasa algo?

-¿Crees que soy tonto Louis?

El tono del rizado era serio y fuerte, algo que intimidó al mayor.

-No-bajó su mirada.

-¿Entonces porque no me cuentas la verdad? ¿Es por los golpes en tu cara?

Mierda.

Culpable(s) (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora