Mi nombre es Caeli, mi gente me llama Cal o Cali, depende de como les venga. Tengo veinticinco años y mi madre no está, tengo a mi padre Gerald y a mi hermano menor Isaac.
Vivo en Milán, una ciudad preciosa pero con sus contras, como todas. ¿Ese mito sobre las mafias italianas a lo El Padrino? Existe, sí, por mucho que nos moleste admitirlo, pero eso existe en todos lados...
Tengo un gran amigo, Erick Owen, una persona increíble, pero solemos estar ocupados él o yo, por trabajo, viajes, familia... Así que mucho no nos vemos.Mi vida a veces es sencilla, ya no nos acordamos de mi madre casi. Aunque sé que tanto como mi hermano, como yo, como mi padre, la echamos de menos, aunque fuera un alcoholismo bipolar que se fue porque supuestamente mi padre la torturaba psicológicamente, pero todos sabemos que era por la presión que le dábamos para que dejase de beber. Aún así, ¿dejas a tu familia por una simple botella de Jack Daniel's ?
Trabajo tocando el piano en algunos restaurantes o bares, la mayoría de los sofisticados, pero otros suelen ser normales, sencillos, cutres en realidad, pero con un buen ambiente.
Hace tiempo me ofrecí a trabajar en un crucero como pianista, la verdad es que estoy asustada, siempre he querido ir en un crucero y que tenga la oportunidad de trabajar allí haciendo lo que me apasiona, cobrando y sin pagar la habitación, únicamente la comida y los extras...Pues es un momentazo.
Vivo sola, en un piso sencillo, pequeño y barato, pero el interior impresiona, aunque es más por los muebles. Lo pago con los distintos trabajos que tengo. Tengo uno medio fijo, pero no siempre se necesita un pianista y me pedí estos días para trabajar en el crucero, no tuvieron problema, ya que el jefe es muy buen amigo de mi padre, incluso fue él quien me recomendó para este trabajo.
Ahora mismo estoy muy nerviosa, moviéndome por la habitación alterada.
Mi padre ha insistido en acompañarme con mi hermano mañana, ya que van a estar una semana sin verme, tampoco es para tanto, pero en fin, mi padre siempre tan protector, hay momentos en los que me agobia, pero le entiendo perfectamente.
Ni siquiera he cenado, estoy ansiosa, pero sé que tengo que dormirme ya, mañana parto del puerto de Milán a las ocho en punto, lo que significa que tengo que despertarme una hora antes para prepararme e ir a casa de mi padre a que me lleve hasta allí. Quiero estar fresca para esa hora.
Finalmente consigo dormirme con el suave aire chocando contra mis mejillas mientras escucho el ligero movimiento de las cortinas bailando, pensando en la suerte que he tenido estos últimos años, no es fácil vivir de tocar un piano, y no es que paguen en muchos conciertos, con lo que más gané fue vendiendo una de mis canciones a un grupo de hippies, mi padre dice que puede ser que con este trabajo gane bien, además lo necesito porque entre el alquiler del piso y mis gatos mensuales voy un poco apretada.
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EL CRUCERO
RomanceSe conocen en un crucero, ella es una pianista de veinticinco años y él un sofisticado pasajero de veintisiete. Él se empieza a sentir atraído por ella. Y ella no puede controlar los sentimientos salvajes y románticos que tiene hacia él. El viaje se...