Siempre Se Puede Cambiar [CANCELADA]

.:9:.

|Pov' Jessica|

Agarré la caja grande y la puse en la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la sala junto con una pantalla. Nunca pensé que llegaría hoy, me tomo por sorpresa, fui por unas tijeras a la cocina para poder abrir la caja, cuando regrese a la sala vi a mi hermano viendo la caja.

—¿Y esto?—. Me preguntó señalando la caja.

—Un pequeño regalo por parte de Verónica—. Dije poniéndome al lado de la caja con las tijeras en mano.

—Pense que iba a ser más pequeño—. Lo escuche murmurar un poco -mucho- bajo.

—¿Cómo?—. Dije mirandolo, olvidándome de mi tarea principal la cual era abrir la caja.

—Creo que tendrás que esperar para abrir esa caja, por qué si no llegamos temprano al lugar ya no habrá comida.

—Pero...—. Dije dejando las tijeras en la mesita.

—Nada, podrás abrirlo luego, vámonos—. Dijo abriendo la puerta del departamento y haciéndose a un lado para que yo pudiera pasar.

—Esta bien~—. Dije aburrida pasando por la puerta.

Mi hermano cerró el departamento y nos fuimos en mi carro, mi hermano molestaba en manejar, pero era obvio que no iba a dejarlo manejar a mi bebé.

(...)

Herny estuvo diciéndome por dónde ir todo el tiempo, era evidente que yo no sabía por donde ir, así que le hice caso, al poco tiempo llegamos a un hermoso lugar, desde afuera se veía hermoso, al parecer era un lugar elegante, y seguro que era caro, pero supongo que valía la pena, mi hermano sabe que cualquier comida es bienvenida en mi estómago cuando está cerca mi cumpleaños, espero que la comida sea súper deliciosa.

—Deja que se encarguen del coche—. Dijo apuntando a un espacio reservado para dejarlo encargado a alguien más y estasionarlo donde debe de ser.

—¿Seguro?.

—Claro.

—Esta bien—. Dije para dejarlo, solo esperamos unos segundos y alguien ya estaba en la puerta de mi coche.

Abrí la puerta para salir de mi coche al igual que mi hermano.

—Cuídalo mucho, es todo para mi—. Le dije sería con mis ojos en los suyos entregándole las llaves del coche.

—E-esta bien s-señorita—. Dijo temeroso aceptando las llaves.

—¡Gracias!.

Estábamos por entrar, pero mucho antes de que alguien nos abriera me dijo algo.

—Casi lo matas con tu mirada fiera.

—Ya te lo he dicho, nadie toca a mi niño—. Dije caminando "elegantemente" entre la gente.

Al entrar me quedé boquiabierta, era mucho más hermoso que afuera -y obviamente más elegante-, las mujeres con hermosos vestidos, los hombres con sus elegantes smoquin's.

—¿Tienen mesa reservada?.

—Si.

—Nombre por favor.

—Herny Break.

—Si, aquí está, mesa para dos, seguidme por favor.

Había muchas mesas, mucha gente, mi hermano sabe que no me gustan estos lugares, podría llegar a odiar este tipo de lugares super elegantes, pero sabe lo mucho que me gusta vestirme bien y maquillarme para lugares como este, es un buen hermano después de todo.

♪♪♪