Siempre Se Puede Cambiar [CANCELADA]

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|Pov' Jessica|

Estaba bastante cansada después de cantar en aquel restaurante, fue una noche linda, aparte de que estaba súper llena con comida buenísima, fui a mi cuarto -no sin antes desearle las buenas noches a mi hermano-, me metí a mi baño y me lave la cara, cuando ya no tuve nada de maquillaje me quite el vestido aún en el baño, salí con el vestido ya doblado y lo deposite en el sesto de ropa sucia, agarré una camisa gigante y me la puse como si de un vestido se tratase, me recosté en mi cama y me quedé profundamente dormida.

Estaba bastante cansada que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba despierta, lista para seguir con mi día a día, pero sentía que algo se me estaba olvidando, deje a un lado ese sentimiento y con la típica pereza de las mañanas me metí a bañar, al salir ya estaba despierta, normalmente me baño con agua fría, así que ya estaba lista, termine de escurrir el agua y me puse mi ropa interior, abrí mi armario para ver qué me pondría hoy, recordé que tenía que grabar un vídeo, así que le puse una playera super linda y unos shorts, no se me ve más abajo del torso así que todo bien.

Me dirigió a la cocina para desayunar, como cada vez está más cerca mi cumpleaños mi hermano tiene que hacer todos los desayunos, al terminar mi cumpleaños todo volvía a la normalidad, así que al llegar podía llegar a oler a pie de manzana y canela, había un pedazo en la mesa, supongo que es un pequeño regalo, lo agarre y empecé a comerlo, estaba delicioso, realmente delicioso, al terminar lave los platos que estaban ahí, al parecer mi hermano no lavo todos, no me molesta para nada, así que no hubo problema.

Ya había vuelto mi horario normal, hasta que tuve que ir por algo a la sala, al llegar pude ver una caja, era la caja que me había regalado Verónica, eso era lo que olvidaba, solo eso, siempre olvidó lo más importante, fui hacia la caja y la agarré y me la llevé a mi cuarto.

Deposite la caja en mi cama y fui a buscar unas tijeras que tenía en uno de mis estuches, al encontrarla me senté en mi cama enfrente de la caja, corte toda la cinta y cuidadosamente abrí la caja, no sabía que podía haber dentro, es Verónica, nunca se sabe, al abrirla había un buen de chochitos rosados que usan para que no se dañe el contenido, pero ella sabe perfectamente cuanto me gusta jugar con esos chochos, sin tirar mucho busque si había más cosas dentro, sentí una cajita, la saqué y pude ver el lindo decorado que tenía, era de cartón también, pero era hermosa, la abrí y dentro tenía mis dulces mexicanos favoritos, sin duda sabe más de mi que yo misma, seguí buscando, ella apesar de ser muy ruda es súper detallista y amorosa, llegue hasta el fondo, pude sentir ese plástico con burbujas, como sabe lo que me encantara, lo saque con mucho cuidado, podría ser algo frágil, pero al verlo bien no parecía ser nada frágil, era un libro gigante, lo saque y leí el título "Jessica y Verónica", eran nuestros nombres.

Al abrir el grande libro ví que tenía una dedicatoria obviamente a mí y tenía una mini bolsita dónde venía una carta que después leería, seguí ojeando y ví nuestra primera foto juntas, era una videollamada con ella, tenía un texto, era de como nos conocimos, seguía hojeando y había muchas más imágenes, todos los textos hablaban de nuestra historia, de nosotras, no puede evitar emocionarme, deje de ojear, quería verlo con más calma más tarde, guarde la caja y me dispuse a leer la carta.

(...)

Lo que venía en la carta era aclarando todo lo que venía y como se le ocurrió, estaba llorando, el pensar que se tomó un tiempo haciendo todo esto es lindo.

Ya estaba limpiando mis lágrimas, estaba guardando la caja con los chochitos en un lugar vacío que no ocupamos en el departamento, volví a mi cuarto y me acosté en la cama para leer un poco el álbum, era increíble cómo logró rescatar las fotos del pasado y como las seguía teniendo, tuvimos tantos tropiezos en nuestra amistad que olvide cuántas veces rompía una foto nuestra, me enojaba mucho y eso hacia, hasta que crecí y me di cuenta de lo estúpido que era, la mayoría de fotos que tenemos son por videollamada, pero verlas se sentía como si regresará a esos tiempos.

Después de un buen rato viendo y leyendo el álbum volví a hacer mis cosas normales, ya se acercaba mi cumpleaños y estaba verdaderamente ansiosa por la sorpresa de mi hermano.

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