•III•

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No hacía mucho más de un cuarto de hora que Jude había entrado a su clase, despidiéndose de su mejor amigo con simpleza.

El de mechas rubias caminó hacia su asiento y se dejó caer en este con pesadez, suspirando al recordar que tendría que aguantar historia a primera hora de la mañana. Sus dedos tamborilearon en la mesa con aburrimiento, deseando que la clase comenzase y acabase con rapidez. Sin embargo, aquel deseo se esfumó tan pronto como sintió una mano tocar su hombro y un ya conocido olor a colonia masculina inundar sus orificios nasales.

Giró su rostro y se encontró con Jeremy Scott, su novio, siendo tan guapo como siempre.

Una sonrisa boba se formó en sus labios al observar con detenimiento aquel perfecto rostro.

–Buenos días. –dijo el de mayor altura con tono calmado.

Jude lo observó tomar asiento antes de entrelazar sus dedos con los del rubio contrario.

–¿Dormiste bien anoche? Me dejaste en visto el último mensaje, así que supuse que te habías dormido...

Una risa escapó de los labios de chico de apariencia perfecta.

–Sí, lo siento, las pastillas hicieron buen efecto y caí rendido nada más leí tu mensaje. –explicó, haciéndole esbozar una sonrisa a Jude al imaginarlo dormido con el móvil encendido en las manos.

–Está bien, no importa, pero pienso que ahora podrías responderme.

El silencio reinó entre ambos, pero Jude no lo vio. No lo sintió. O tal vez solo quiso ignorarlo y no dejar de sonreír.

El rubio de cabellos peinados hacia atrás carraspeó levemente antes de hablar.

–Creo que es un poco apresurado que te presente ya a mis padres... –empezó diciendo.– No llevamos tanto tiempo.

–Llevamos un año casi. –se apresuró a informar Jude.– Además, tú si conoces a mí padre, ¿Cuál es el problema de que yo conozca a los tuyos?

–Ninguno, tú sabes que te amo, y que si por mí fuera ya lo sabrían todos. –a pesar de sus palabras, apartó su mano de la del más bajo antes de proseguir.– Pero es muy pronto.

Jude lo miró atentamente, Jeremy evadió su mirada, como si tuviera miedo de que pudiera ver a través de sus pupilas.

Y Jude no quiso aceptarlo en ese momento, así que sonrió y asintió con levedad.

–Tienes razón, es muy pronto todavía... Lamento querer ir tan deprisa, pero es que me gustas mucho. –la expresión de tensión del rubio más alto se volvió una de alivio tras sus palabras.

–Tú también me gustas a mí, por eso quiero ir despacio y... Asegurarlo todo.

Su voz salió como un susurro, como si fuera secreto, algo que nadie más debía saber. Y la verdad es que absolutamente nadie a parte de Noah sabía de esa relación, Jeremy siempre le pidió discreción, y Jude lo cumplió, lo calló absolutamente todo, como prometió aquel día en el que tallaron «J×J» en aquel árbol del parque central.

A Jude nunca le molestó que Jeremy lo tratara como un amigo más frente al resto de sus compañeros aunque después lo negara.
A Jude nunca le importó ser apartado ante cualquier intento de muestra de amor en público.
Entonces, a Jude tampoco le debía importar que Jeremy no quisiera presentarle a su familia. Porque no era que no quisiera, si no que necesitaba más tiempo.

–Bien. –y así terminó su charla.

Jude, sumergido en sus propias lagunas mentales, dejó todo escapar nuevamente, decidió ignorar.

Jude sabía que ser ignorante era sinónimo de ser feliz.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2019 ⏰

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