MSAE - XI

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Decidí que no beberías de aquella agua,
pero igual te lavé los pies con ella.
Decidí que no lavarías los platos sucios,
pero igual te di comida en ellos.
Decidí que no tocarías mis espinas,
pero igual hice que recogieras mis rosas.
Decidí que no conocerías mis canciones,
pero igual te las susurré para que descansaras.
Decidí que no leerías mis poemas,
pero igual te (d)escribí en ellos.
Decidí que no conocerías mi historia,
pero igual te invité a mi casa un domingo en la tarde.
Decidí que no harías parte de mí,
pero igual mira,
aquí estamos.
Supongo que a fin de cuentas sí decidí.

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