La eternidad era un concepto muy abstracto.
Podía ser descrito de muchas maneras, tales como los infinitos en las matemáticas, un equilibrio químico, o incluso el mismo universo que se encontraba encima de nosotros.
Quizás podría ser el ciclo de la naturaleza, que nunca realmente termina, o una estrella que incluso después de apagarse seguirá formando parte del universo, fundiéndose en él.
Había miles de maneras de retratarlo, de verlo.
Incluso podría usarse el gran y conocido concepto de una larga soga para ejemplificarlo. Sin principio ni fin, que solo se extendía hasta un lugar donde nunca llegaríamos. Desde el menos infinito hasta el más infinito.
Es por eso que cada persona tenia su manera de ver lo eterno y elegir su visión favorita de este, de conservarla y apoyarla. Algo a lo que los humanos estaban muy acostumbrados a hacer en la vida.
Es por ese motivo es que para Toshinori, la eternidad se resumía en momentos y enseñanzas.
Era algo abstracto y de puro corazón, lo sabia muy bien, pero era el concepto que de alguna forma se le había amoldado a en su visión del mundo.
"Los momentos generaran recuerdos, y esos recuerdos nos darán enseñanzas y con esas enseñanzas seremos eternos en la memoria de alguien"
Era un ciclo sin fin. O al menos lo seria hasta que no hubiese quien pudiese entregar momentos, pero aun así Yagi se mantenia positivo ante su pensamiento de la eternidad.
Todavía creía que, por un largo tiempo, siempre habría momentos. Y aunque en alguna época, ya no hubiese quien pudiera dar momentos, en esa oportunidad, todo seria eterno en el lugar donde las acciones fueron dadas.
Todos formarían parte de la eternidad.
Era un lindo y risueño punto de vista, incluso infantil si realmente Yagi lo pensaba, es por eso que no solía pensarlo demasiado y mucho menos decirlo. Solo le bastaba con tenerlo y abrazarlo con calidez, no hacia falta compartirlo.
No necesitaba contarle a todo el mundo lo que él pensaba que era eterno. No tendría realmente sentido y quedaría como alguien demasiado imaginativo, demasiado romántico y enamorado de la vida.
Es por eso que siempre callo y simplemente se conformo con mirar.
Disfrutando de las enseñanzas que todos en su día a día experimentaban y como en los mismos ojos de la gente, a veces esa misma eternidad se encontraba reflejada en ellos.
Una eternidad que los seguiría en sus recuerdos y los formaría como personas.
Disfrutaba de ver a Todoroki mirar con una suave sonrisa a Midoriya cuando este le hablaba con entusiasmo sobre como cambiar en mundo, uniéndose a él en una batalla que no había pensado a fondo, hasta que lo conoció a él.
Ambos uniendo sus caminos en la vida, planeando ir juntos hasta un destino donde se apoyarían con valentía y sin dudar, donde con dulzura se harían promesas de corazón.
Aquel cambio seria eterno.
Disfrutaba de ver a Kaminari riendo fuertemente mientras miraba a Shinso, compartiendo todo y nada, solo por el placer de estar uno al lado del otro, por el placer de estar con aquella cálida compañía, que solo prometía pasar el rato sin segundas intenciones por detrás.
Ver como aquel niño que no parecía tener otro objetivo en la vida que ser un héroe se dejaba llevar, entre paso y paso, por la simpleza de vivir con una sonrisa ligera, realmente hacia que un cosquilleo vibrase en el corazón de Toshinori.
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Momentos y Enseñanzas
FanfictionLa eternidad es algo distinto para cada persona, algo abstracto, que podría definirse con largas metáforas o simplemente ser tomado de manera seria, buscando una respuesta que contendría alguna clase de formula muy confusa. De todas formas, tal com...