Capítulo 4: Sobrevivencia de verano

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Las respiraciones pesadas de mis compañeros podían oírse claramente, corrimos lo más posible para llegar a la zona segura pero uno de nuestros compañeros tropezó.

Quien se lamenta y está un poco decepcionado de sí mismo por arrastrarnos a todos a esta situación, es bayona, la verdad no lo culpamos, solo fue un pequeño error, cualquiera puede cometerlo.

-!! Disparen, disparen, rápido, tmr ya nos fregamos !!

Ortecho grito descontroladamente mientras disparaba su <snipper> en su mano izquierda y una pistola plateada modelo <mágnum j45> en la derecha, su rostro exaltado, al igual que de todos nosotros; daba a resaltar la descontrolada masacre que estamos presenciando.

Nos encontrábamos prácticamente, espalda contra la pared...

Cuando bayona tropezó, Ortecho, ríos y jozu retrocedieron para ayudarlo a levantarse porque parecía haber sufrido un esguince en el tobillo derecho, el error en todo esto fue poner a ríos a la defensiva, ese man era demasiado malo disparando, es como si estuviera ignorando el indicador, aunque era obvio que no lo hacía apropósito, más bien fue la desesperación por mantener la Calma y no salir huyendo.

Entonces, cuando los infectados empezaron a rodearlos, aparecimos nosotros, laberiano y kalagua dispararon asertivamente en las cabezas de los infectados mientras yo atraía la atención de otros para dejar el camino hacia el sur libre, era un buen plan, estaba funcionando, Ortecho y ríos ayudaban a bayona caminar hacia adelante, era lento el paso pero podríamos hacerlo, todos llegaríamos a la zona segura, el juego no lleva ni una hora desde que comenzó, no podemos darnos la libertad de tener bajas en nuestro equipo.

Gracias a esos pensamientos optimistas es que olvidamos la señal de advertencia de las dos hordas que estaban por llegar.

Nos dimos cuenta ya muy tarde, las dos hordas ya habían llegado y con lo abundante que eran, fue imposible abrirnos paso a la zona segura.

Ya nos quedaba tan poco, solo unos 38 metros, una vez adentro podríamos descansar hasta que los infectados se dispersen, dar a Ortecho tiempo para pensar en alguna formación, pero justo ahora estamos completamente rodeados.

Disparamos con todo a la zona de la cabeza, no importa si daba en el pecho o en los hombros, lo que necesitábamos era abrir un línea de salida, aunque ya sabíamos que era imposible, mantuvimos la esperanza que saldríamos con vida.

Uno de los infectados saltó por encima de otro, la impresión de ver algo fuera de lo común hizo que mi cuerpo se inmovilizara, mis ojos se quedaron mirando el cuerpo del infectado en el aire, no tenía una camisa que cubriera la parte superior de su cuerpo, dejando al descubierto un cuerpo físico mejor que el mío, sus brazos también parecían bastante desarrollados, si ya de por sí era muy fuerte, con esos músculos de ayuda podría rompernos los huesos de un solo golpe...

La boca del infectado se abrió y con una velocidad increíble se dirigió hacia mi cuello, mi cuerpo reaccionó al instante y detuve su boca con el bate acrílico, la fuerza en sus mandíbulas era tanta que parecía que el bate iba a romperse en cualquier momento, forcejeamos de atrás hacia delante.

-nivel... 7.

Eche una ojeada a su nivel en el momento que lo aparte de una patada en el estómago, así que, a partir de este nivel ya pueden prácticamente hacer acrobacias, al menos parece que solo hay uno, porque de haber más esto podría descontrolarse.

-!! GOOOOOOOOOOOOOOOOH...!!

A lo lejos pudo oírse el grito de un monstruo...

O más bien de un gordo tratando de imponer su autoridad, al llevar nuestra atención hacia el norte, que es de donde provino el grito, nos encontramos con un gordo un tanto corpulento, sus brazos y piernas eran anchas y fuertes, tenía una cicatriz desde su ojo izquierdo hasta su clavícula, lo cual le quedaba genial...

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