Capítulo 3

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Antonio

Entro a casa después de trotar y voy directo a la cocina para tomar un poco de agua, me recuesto al mesón cuando escucho voces acercarse.

-Es que.. oh, hijo. Que bueno que llegaste.— me sonríe mi madre mientras entra a la cocina con su secretaria que me regala una sonrisa coqueta, puede que me haya enredado con ella un par de veces, les regreso la sonrisa.— Le estaba dando las indicaciones a Verónica del próximo viaje que harás a Madrid.

Miro a mi madre serio y expectante, ya habíamos hablado de ello, no quiero ir a Madrid.

Esto es una idiotez, mi madre es la gurú de la moda mexicana, la gran Estela Bermúdez, yo, su hijo pródigo soy uno de sus modelos principales y más famosos, sin embargo, con mi vida de excesos de adulto joven, quiero dejar el modelaje atrás y dedicarme a mi carrera de arquitectura, obtener mi título.

Obviamente, ella no piensa igual.

-Hijo, por favor, podrías mostrar un poco más de entusiasmo, esto es importante.— aprieto mi mandíbula, esto no terminará bien.

-¿Importante? ¿Para quién? ¿Para ti?— le respondo en tono irónico.— Por favor, mamá. Ya hablamos de esto, no quiero ir a Madrid.

-¿Qué harás? ¿Seguir saliendo de fiesta? No creas que no me di cuenta de la hora en la que llegaste, Antonio. No me gusta que tomes tanto y descuides de ti.

-¿Descuidarme? Llegué a las 3:00am y aún así me levanté a las 6:00am para ir a trotar como siempre y luego pasé al gimnasio, realmente, mamá ¿Crees que me descuido? Si fuera así, no tendría el cuerpo por el que tanto te han pagado y babea tú secretaria.— le respondí de forma brusca, vi el notable sonrojo de Verónica y la expresión fúrica de mi madre, tomé un yogurt de la nevera y salí de la cocina sin dirigirles ni una mirada más.

Pude escuchar a mi madre gritarme algo desde la cocina cuando cerré la puerta de mi habitación, pero no me importa, ya pasará, siempre se le pasa.

Termino de tomar mi yogurt y decido ducharme para luego diseñar algunos planos que tengo pendientes para esta semana en la universidad.

Después de algunas horas suspiro frustrado, tengo cuatro planos listos, sólo falta uno, se supone debo diseñar un hotel con una fuente en el living, pero no logro diseñar una fuente lo suficientemente impresionante como para que el profesor lo escoja para yo ser su pasante el próximo mes.

No sólo debo hacer planos, debo hacer diseños 3D en el programa del ordenador, pero no se me ocurre nada.

Cierro la laptop con frustración y me levanto, veo que ya son pasadas las 3:00pm y no he almorzado nada.

Decido bajar a comer y al llegar a la cocina me encuentro con Verónica, no digo nada y busco mi almuerzo.

Siento su mirada sobre mí cuando tomo asiento, la observo.

-Fuiste muy brusco con tu madre esta mañana, Antonio.— me dice ella con un tono preocupado, ella quiere mucho a mi madre. Gruño, no estoy de humor.

-No te metas, Nica. Ella se lo buscó, sabes que no quiero seguir modelando, te lo he dicho cientos de veces, ella lo sabe.— dicho eso comienzo a comer, realmente este tema me causa molestias.

-Es tú madre, lo hace por tu bien. No tienes que tratarle de esa forma...— libera un suspiro.— Antonio, estuve hablando con Estela, después de la semana de la moda en Milán, te dejará en paz con el tema, ya no modelarás ni para ella, ni para nadie, a menos que así lo quieras.

Tan pronto escucho eso, la observo sorprendido.

-¿Hiciste eso? ¿D-De verdad, hiciste eso?— tartamudeo un poco al hablar, realmente no esperaba escuchar eso, estoy muy sorprendido, incluso feliz.

Hijos de NarcosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora