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─Antes de que empecemos a responder a sus llamadas, creo que deberíamos presentarles a nuestra invitada especial de hoy. Pero como no ha dejado de mirarme, creo que voy a dejar que se presente por su cuenta. ─ Ririka se recuesta en su silla.
La rubia pone los ojos en blanco. ─Hola. Soy Saotome.
─¿Y de dónde te conocemos, Saotome-san?
La de ojos amarillos suspira. ─Soy la mejor amiga de la chica del ojo morado.
─Bueno, eso parece ser lo único que sacaremos de ella. ¿Por qué no vamos a contestar algunas llamadas, sí?─ Ririka asiente a su gemela mientras juega con los controles que tiene delante. Unos momentos después, una llamada está en línea.
─Oye, estás en vivo en KK Radio. Soy DJ Riri, ¿cómo te llamas?
─Hola, soy Suzui.
─¡Hola, Suzui! ¿Cómo podemos ayudarte el día de hoy?
─Tengo una pregunta para ti, DJ Riri, y para ti también, Saotome-san.
Ririka sonríe. ─Siempre y cuando no sea demasiado personal.
─Oh no, no, sólo quiero saber cuáles fueron sus primeras impresiones cuando se vieron por primera vez.
─¡Oh!─ La peliblanca de repente se sienta en su silla. ─Está bien, tú primero, Mary.
─Uh, uhm, yo... Uh. ─ La rubia tartamudea. Ella sabe cuál fue exactamente el pensamiento que tuvo cuando vio a Ririka, pero también sabe que eso llevará a que se burle de ella. ¡Al diablo con eso! Saotome no quiere mentir. ─No lo sé. Pensé que se veía hermosa.
─Gracias. ─ Dice Ririka, un ligero rubor en sus mejillas pálidas.
─Awwww.
─Creo que quiero que mi primera impresión de Saotome-san sea un secreto por ahora. ─ Sonríe Ririka. ─¡Gracias por llamar!
─Eso es injusto... ─ Protesta.
─Es curioso cómo crees que me importa. ─ Dice Ririka, restandole importancia a sus palabras. ─Llamada número dos, ¿Cómo estás? ¿Cómo te llamas?
─Deberían salir de una vez por todas...
─¡Está bien!─ Mary interrumpe. ─Llamada número tres, por favor, sé decente.
─Hola, DJ Riri y Mary, soy Ibara.
─Oye, Ibara, ¿Cómo podemos ayudarte el día de hoy?─ Ririka saluda.
─Entonces, uh, ¿Tienes algún consejo sobre cómo ser más.... Cool?
Mary ve a Ririka mirar hacia abajo, casi con el corazón destrozado por lo que le preguntó la persona que llamó, pero fue sólo por un momento, Riri se recompone rápidamente y regresa a su expresión petulante por defecto. ─Siempre pienso que el camino a seguir es darle algo que envidiar a los demás, un coche o algo un tanto llamativo para que la gente piense que eres lo suficientemente interesante como para tener enemigos.
─Dios mío, no. ─ interrumpe. ─Por favor, no la escuches, Ibara. La mejor manera de hacerlo es ser siempre fiel a ti mismo y estar cómodo contigo mismo. ─ Saotome puede sentir la mirada de Ririka hacia ella. Mira hacia su dirección y los ojos de ambas se encuentran.
Mary ve la misma mirada en Ririka que cuando se encontraron por primera vez fuera de la estación. Casi se siente como si el mundo a su alrededor desapareciese; es tan intenso que tuvo que mirar hacia otro lado.
─Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero te prometo que mereces todo ese esfuerzo. ─ concluye.
Cuando se las arregló para mirar una vez más hacia a Ririka, la mirada que le dirigía hace unos segundos había desaparecido por completo y fue reemplazada por su aura de petulancia.
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