La primera vez que sucedió, fue porque Yumeko era demasiado confiada para su propio bien.
Se suponía que iba a ser una noche tranquila para Saotome; iba a repasar para su próximo examen y escuchar algunas canciones que sus compañeros de clase le habían recomendado, pero Yumeko vino a tocar en medio de la noche, con un ojo morado y un neumático de bicicleta en una de sus manos grasientas.
─¿Qué diablos...?
─Puedo explicarlo.
Mary miró fijamente el hematoma que empeoraba cerca del ojo de Jabami. ─Sí, creo que quiero que lo hagas.
─Pero, uh, ¿Puedo ducharme y tomar prestada tu ropa primero, por favor?
. . .
Yumeko salió de la ducha media hora después, con una expresión tímida en la cara. ─Puede que haya dejado la grasa y la suciedad en el suelo de tu baño.
La rubia agitó la cabeza, sin preocuparse por nada más en ese momento. ─¿Qué te ha pasado?
─Bueno, sabes que tengo una compañera en Biología que me ha estado poniendo los nervios de punta, ¿Verdad?─ Saotome asintió. ─Bien, tuvimos una actividad en clase hoy y... ¡Fallé por su culpa! Estaba tan enfadada y ésta chica de la radio me dijo que debería vengarme de ella y pegarle donde le duele y sé que va en bicicleta a clases todos los días...
─Espera, espera, ¿Qué chica de la radio?
La pelinegra frunció el ceño. ─¿DJ Riri? La radio del campus tiene éste segmento por la tarde donde responden a las llamadas y dan consejos? Así que la llamé y le hablé sobre mi situación. Lo que ella dijo tenía sentido, así que traté de quitar las ruedas de la bicicleta de mi compañera de clase y esconderlas en algún lugar que no pudiese ver.
─¿Y el ojo morado?
─Me pilló haciéndolo.
─¡Jabami!─ Mary enterró su cara en sus manos.
─Pero mira. ─ Yumeko levantó la rueda de la bicicleta. ─¡Conseguí una! ¡Así que gané!
Saotome no puede ver cómo Yumeko, –con su cara magullada y su nota mala en Biología– podría haber salido ganando en ese escenario, pero parece satisfecha consigo misma y, además, Mary sabe que debería centrar su atención en el verdadero culpable ahí.
Por eso, exactamente a las quince horas del día siguiente, ella abre el sitio web de la emisora de radio del campus y lo sintoniza.
─Y eso fue Twenty One Pilots con Level of concern. Sigan sintonizados en KK Radio conmigo, DJ Riri. Ahora, antes de que empiece a recibir llamadas, quiero hablar acerca del rumor sobre dos profesores de química...
Mientras la locutora de la radio continúa hablando sobre la supuesta relación de dos miembros de la facultad, el primer pensamiento de la rubia fue; Vaya, tiene una bonita voz, su segundo pensamiento fue; Debe haber una escasez de voluntarios si la radio del campus estaba tan dispuesta a contratar a alguien con una voz tan suave.
─De todos modos, cambiemos el tema a algo que no me suspenda. Parece que ya tenemos un oyente en línea. ¡Hola, bienvenido a KK Radio! Soy DJ Riri, ¿Cómo te llamas?
─Itsuki.
─¡Hola, Itsuki! ¿Cómo estás?
─Estoy bien, gracias. ¿Y tú?
─Estoy genial. Entonces, ¿Cómo podemos ayudarte?
─Pronto tendré mi licencia de conducir y sé que conduzco bien, pero la idea de conducir en una autopista llena de otros coches me aterroriza. ¿Qué debo hacer?
─Ya sabes, conducir es como esquivar un balón. Pégales antes de que te peguen a ti. ¡Gracias por llamar!
¿Qué carajo...? ¡Ésta chica va a hacer que la gente muera! Mary inmediatamente toma su teléfono y marca el número de la estación.
─Llamada número dos, ¿Cómo...?
─¡Me estás estresando!─ Exclamó Saotome. ─Me siento tan mal por quien tome en serio tu consejo.
─Disculpa, ¿Quién habla?
─La mejor amiga de la chica que terminó con un ojo morado después de que le aconsejases que se vengase de una matona. ─ Escupió Mary.
─Whoa, espera. ¿Le dije que pelease físicamente con alguien?
─Uh, no per-
─Entonces ese no es mi problema. ¡Gracias por llamar!
La llamada terminó antes de que se le ocurriese una respuesta. ¡Ésta chica no sabe un carajo! ¿De verdad cree que está ayudando a la gente con sus consejos de mierda? Sin mencionar su gran ego. ¿Cómo pueden sus oyentes soportar su actitud? Saotome oye la risa de DJ Riri resonando por el altavoz de su portátil.
─Eso fue divertido. Ahora, antes de tomar otra llamada, quiero dedicar la siguiente canción a la mejor amiga de la chica con el ojo morado y recordarles; ¡Todos somos adultos aquí, amigos! Asuman la responsabilidad de sus acciones.
Momentos después, All-American Rejects's con Gives you hell comienza a tocar.
Esa perra.
¿Qué les parece?
. . .
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✧ 𝙡𝙞𝙨𝙩𝙚𝙣 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙫𝙤𝙞𝙘𝙚 ; 𝘮𝘦𝘢𝘳𝘪𝘳𝘪
Fiksi Penggemar── 𝓘𝓽 𝔀𝓪𝓼 𝓼𝓾𝓹𝓹𝓸𝓼𝓮𝓭 𝓽𝓸 𝓫𝓮 𝓪 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓽 𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 𝓯𝓸𝓻 𝓱𝓮𝓻 ๑ 𝐇𝐨𝐦𝐨𝐬𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥 ๑ 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧