Parte 4

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No tenía que ser muy inteligente ni muy listo para saberlo, el hijo de Baekhyun, era suyo.
Corrió a toda prisa para encontrar a Baek antes de que llegara a la casa donde dejó a Do, pero no lo logró, Baek no estaba por ninguna parte del camino y en la casa tampoco.

-Era él verdad- escuchó la voz de su novio acercándose a él, Chanyeol asintió pese a que no parecía una pregunta sino una afirmación y el brazo de Kyungsoo se posó en su espalda -¿eso es bueno o malo?-

-No lo sé, quisiera decirte que es buena noticia, pero realmente no lo sé- suspiró un poco pesado, tenía mucho en mente y las cosas no mejoraban conforme pasaba el tiempo, al contrario, empeoraban, la sola idea de pensar que Baekhyun a pasado todo el proceso de tener un niño solo o que tiene alguien a su lado le vuelve loco, porque no quiere pensar en un Baekhyun con su hijo sufriendo o pasando por penurias que él podría haber evitado y menos en un Baekhyun enamorado de alguien más o en los brazos de otra persona, la sola idea lo odiaba completamente.

-Coman un poco y luego se van- susurró la anciana con molestia dejando abierta la puerta de entrada e invitándolos en silencio a ingresar a su casa y Kyungsoo no dudó en asentir agradecido, Chanyeol pudo notar el cambio en su mirada, no había altivez ni nada de esas cosas, sólo era un hijo arrepentido, o eso es lo que desea creer.

-El muchacho que vive contigo, ¿dónde está?- preguntó Kyungsoo al ver que Chanyeol no se decidía a preguntar y seguía mirando a la puerta casi rogando porque Baekhyun entrara -¿lo conoces hace mucho tiempo?- su voz era casi en un susurro, la verdad es que la mujer no le habia dirigido la palabra en todo este tiempo, por lo menos no con frases largas y amables, lo mucho que había alcanzado escuchar es palabras que le recordaban lo mal hijo que había sido.

-No es el muchacho, es mi hijo, el y su niño son mi familia- se escuchó hablar a la mujer con molestia, Kyungsoo seguía siendo su hijo, pero no podía mirarlo a los ojos sin sentir una opresión en su pecho que empezaba a quemarle a tal magnitud que dolía, había fallado como madre y ese sentimiento de culpa y dolor insoportable solo había disminuido desde la llegada de Baekhyun, ese muchacho y su niño volvieron a darle alegrías y razones para seguir viviendo.

-Que yo recuerde no tengo hermanos- contestó molesto Kyungsoo, el nunca a podido compartir a su madre, aunque tampoco admite ser celoso a viva voz -¿hace cuánto lo conoces? El es alguien que conozco de dónde vengo- aseguró, tratando de disimular su enojo por el comentario de su madre

-¿Por qué ibas a conocerlo? Él es un hombre sin pasado, ha dejado todo lo que le lastima atrás y dijo que no había nadie del pasado que quisiera rescatar, ¿por qué tu lo conocerías?- miró con enojo a Chanyeol, después de todo ese chico era el culpable de que su hijo haya regresado -¿cuándo se van? No creo que Kyungsoo esté muy feliz en este lugar-

-Soy el ex esposo de Baekhyun- susurró con algo de miedo e indeciso, tal vez la mujer no sabía esa parte del pasado de Baek y no quería ser indiscreto o tal vez quería evitar reclamos y reproches de alguien que no conocía -por favor, dígame dónde está-

-Entonces, tu eras el cuñado- soltó con molestia mirando a su hijo, era una afirmación pues la señora conocía de memoria esa historia, aunque sólo lo haya escuchado una vez -Baek no vendrá hoy, deben terminar de comer y salir de aquí, ninguno de los dos tienen que estar en este lugar son extraños para nosotros- ordenó abandonado la mesa y dejándolos solos

-¿Con quién está? ¿Por qué no volverá a su casa?- preguntó Chanyeol tratando de ocultar su enojo, sus celos para no lastimar a su novio, a pesar de que éste nunca lo haya pedido, tal vez porque siempre se sintió culpable por tener tan vivo el recuerdo de Baekhyun y prometerle cosas que ni siquiera podía asegurar que iba a cumplir.

Quiero el divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora