Pasado (Leegaa)

El joven con voz de Ángel

No había tiempo de seguir soñando,vacío la bañera y envolvió a el peli rojo en una toalla para así levantarlo y cargarlo hasta el sofá.

A decir verdad se le hacía bastante fácil levantarlo, pues no pesaba casi nada he incluso se le hacía divertido y tierno cargarlo,era hermoso tenerlo así,todo había pasado tan rápido que apenas había podido reaccionar,y ahora que lo tenía entre sus brazos lo llevó a pensar en eso,su corazón se aceleró instantáneamente y como instinto su vista bajo hacia el rostro del más joven,lo miro y en el instante en que sus negros ojos se posaron en su rostro quedó cautivo de tanta belleza,sin embargo todos sus pensamientos de fascinación se vieron obligados a esfumarse ante ver esa horrible marca que ya hacía hace un par de horas en la mejilla de este,era una mano,se notaba que era grande y alguien mayor que el lo había abofeteado con fuerza, lo suficientemente fuerte como para darle vuelta la cara y también para dejar su mano grabada en la hermosa piel Nívea del joven.

_¿quien fue él imbécil que te hirió?_ acarició suavemente su mejilla,como lamentando el echo de que alguien lo alla golpeado,como si fuera su culpa.

_siento que hallas pasado por cosas tan feas_ le susurro a él oído en forma de consuelo para acto seguido depositar un corto y delicado beso en la mejilla de él chico inconsciente.

Luego y sin más fue directo a su armario para colocarle una camisa blanca,que claro era de el,y a el pobre peli rojo le quedaba bastante grande,  sonrió casi como actor reflejo,le quedaba tan bien su camisa,se veía tan lindo.

Recordó todas esas marcas en el cuerpo de su acompañante he instantáneamente corrió a buscar el botiquín de emergencias.

Sentó a el chico y comenzó a empapar sus heridas en alcohol,luego las vendo con cuidado de no abrir ninguna herida,pero lo suficientemente fuerte como para que curaran.

Luego le colocó una ropa interior de el,no le iba a volver a poner la misma ropa mojada y manchada de sangre de antes.

Se quedó por un largo rato observando su bello rostro, nunca antes avía sido capaz de tenerlo tan cerca,sus facciones eran tan finas y delicadas,poseía unas ojeras algo profundas,una extraña marca en su frente,y sus bellos he Intocable labios, eran tan hermosos,se veían carnosos,tenía la boca entre abierta,como queriendo tentarlo a besarlo,sin embargo tenía que aferrarse a la poca cordura que le quedaba,esos labios lo hacían perder toda cordura y hacer que en menos de dos segundos se lanzara a deborarle la boca, el cuello y todo su bello cuerpo.

Negó repetidas veces ante dichos pensamientos impuros, que si bien eran algo propio de el no quería tentarse teniéndolo enfrente,es cierto, se moría de ganas por besarlo, y claro que no eran solo de ahora,hace demasiado tiempo se moría de ganas por probar eso labios, que si bien nunca los avía probado sabía con certeza que eran deliciosos,pero también sabía perfectamente que no debía hacerlo,el estaba inconsciente y eso no era justo, no iba a besarlo sin que el se entere,talvez cuando este despierto le robe un beso.

La respiración del peli rojo se empezó a agitar de sobre manera,provocando así que el mayor se preocupara.

Posó su mano sobre la frente de el menor con miedo de saber la respuesta.

_Rayos, estás ardiendo_ tiro todos los cabellos de el chico hacia atrás y se apresuró a traer un pañuelo mojado para poder baja la temperatura de su bello compañero.

Le dio un remedio para la fiebre y por ahora se quedó acariciando sus cabellos mojados mientras lo observaba con ternura.
_Gaa-chan eres tan lindo,ya verás,te conquistare_ sonrío orgulloso y feliz de el nuevo apodo que le había colocado a el joven a su lado.

Sí,ahora lo recordaba,era el mismo chico que era un genio en la escuela, era un año menor que el,era tan inteligente que sospechaba que incluso podría superas a Neji,  siempre se lo veía con un libro en la mano y no le prestaba atención a nadie, no dejaba que se le acerquen y tampoco se acercaba,muchos chicos de la escuela morían por tocarlo,tenía que admitir que era algo razonable,el también quería tocarlo,sin embargo le daban celos el saber que otros también lo veían así,el a diferencia de esos cretinos tenía sentimientos más profundos que simple deseo por el peli rojo.

Habían pasado unas horas cuando ciento hermoso chico sin cejas y con profundas ojeras abrió los ojos.

Sus ojos se fueron abriendo lentamente, contemplando a el techo como recordando lo último que había ocurrido.

Lee por otro lado se perdió en los ojos de el menor al instante en que los abrió, eran simplemente hermosos, combinaban a la perfección con su cabello,como podía existir alguien tan hermoso en esta tierra,tenía que ser un Ángel.

Esos ojos agua marina se posaron en Lee y por unos segundos se abrieron más en señal de sorpresa para luego volver a su expresión natural, bajo la vista para encontrarse con que no llevaba su ropa habitual y esta dejaba a la vista de la mitad de su trasero para abajo.
_¿que pasó? _ pronunció casi en un susurro por la timidez y la vergüenza de encontrarse en esa situación.

Lee quedó atónitos ante escuchar la voz de el chico frente a él,nunca antes abia logrado escuchar su voz,pues era un joven de pocas palabras,tampoco había logrado observar en su rostro alguna otra expresión que no sea seriedad,claro que a excepción de ahora,que se veía confundido y algo sorprendido, realmente se veía adorable así.

_te desmallaste en la puerta, asique te entre y te cuide_ este sonrió,emocionado por que el menor responda,no precisamente por saber la respuesta, si no por escuchar su voz que le había parecido el sonido más hermoso del maldito mundo.

Se iría a el infierno si no dejaba de babear por ese hermoso joven, pero justo cuando estaba pensando eso volvió a escuchar la melodiosa voz del contrario.

_Gracias_ susurró aún más avergonzado, cosa que provocó una sonrisa en el peli negro.