intento nueve ❀ f i n a l

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Anastasya había hecho contacto visual con Ashton dos veces en el día, y tenía una sonrisa que ocupaba la mitad de su rostro al pensar que Ashton no se había olvidado de ella, que notaba su existencia, que todavía tal vez, solo tal ves seguía enamorado de ella.

-¡Noëllya! ¡Noëllya! ¡Ashton sabe que existo! -gritó Anastasya por todo el parque, Noëllya se asustó un poco pero se rió al ver lo infantil que estaba Anastasya

-Ay por dios Ann, no te quiero arruinar las ilusiones pero--

-¡Pero nada! Déjame soñar por dios, ¡es gratis! -exclamó Anastasya y Noëllya rió- ¡Mira si tal vez él vuelve a traerme flores cada día y yo se las acepto y algun día me propone matrimonio con un ¡gran ramo de flores amarillas! ¡Si eso sería genial! -Anastasya dio unas vueltas sobre su eje y cayó mareada al suelo

-Anny...

-Me casaré con él

-Anastas--

-Tendremos hijos y él me traerá miles de flores

Noëllya rió fuertemente y Anastasya se paralizó al escuchar la celestial risa de Ashton muy cerca. 

-Ay dios mio -murmuró Anastasya mirando al cielo- por favor dime que no es él -cerró fuertemente sus ojos y suplicó que no fuese él. Pero al notar que las risas de su amiga aumentaron quiso que la tierra la tragase. -Oh dios, oh dios

-Oye, ¿podemos hablar? -dijo Ashton conteniendo una risa

Anastasya, roja de vergüenza asintió, Ashton le tendió una mano y algo sonrojada Anastasya la aceptó. Ambos adolescentes caminaron por el parque hasta quedar uno frente al otro, era incómodo.

-¿Qué... qué querías decirme? -Ashton rascó su nuca nerviosamente

-Em, bueno pues. Sé que en estos meses las cosas fueron algo... tensas, y que yo era un completo estúpido todos estos años. Y realmente después de todo esto, he pensado que tal vez... -una sonrisa se asomó en la cara de Anastasya- tú y yo... podríamos salir a tomar un helado juntos, como amigos, digo... tal vez -Anastasya asintió con la cabeza repetidamente, estaba más que conforme con eso

-¡SI! -gritó

Ashton se rió un poco por el entusiasmo de la chica, y por pura inercia, la abrazó.

Y en ese momento, el destino supo que ambos tenían que estar juntos.

Fin

¿o no...?

flor • irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora