Mi esposo es...

... alegre

Cuando llegó el fin de semana, Baekho estaba absolutamente desconcertado. Nadie le había dicho que necesitaría asistir a una conferencia de anuncio de boda o ¿fue él quien no volvió a prestar atención? Se sentó en el auto junto a Minhyun nerviosamente, todo vestido y con estilo. Nunca había sentido la necesidad de vestirse mucho antes, pero esta vez, técnicamente se vio obligado a hacerlo. Su cabello estaba gelificado e incluso Minhyun estaba bien peinado. Sólo lo hizo aún más atractivo de lo que ya era, lo cual era injusto en la opinión de Baekho. Uno no debería ser tan encantador.

"El latido de tu corazón es muy fuerte", dijo Minhyun mientras mantenía su mirada fuera de la ventana. Baekho gimió y puso una mano contra su pecho.

"Porque estoy muy nervioso", respondió. "Nadie dijo que esto iba a ser una gran cosa".

"Ya te dije... tu vida cambiará a partir de esto", respondió Minhyun mientras se reía un poco. Se giró para mirar a Baekho que jadeaba un poco. "Además, te ves genial, así que cálmate".

"G-gracias... Dios... ¿van a anunciar nuestras posiciones también?" Baekho preguntó.

"Bueno, le pregunté a mi padre si era posible mantener eso en secreto y él dijo que haría todo lo posible para que no te preocupes por eso, ¿de acuerdo? Minhyun respondió y Baekho asintió, esperando que así fuera. Ahora deseaba tener un estatus de trabajo más alto para no sentirse tan mierda al lado de Minhyun, pero sabía que sólo él tenía la culpa. "Baekho, mírame".

Baekho se volvió hacia Minhyun, preguntándose qué quería el otro. No esperaba ser besado por el otro, pero lo ayudó a calmarse un poco cuando Minhyun también acarició su mejilla. No se habían besado desde que Baekho lo besó, así que fue una sorpresa bastante agradable. Minhyun se apartó cuando escuchó los latidos del corazón de Baekho calmarse.

"¿Te sientes mejor ahora?"

"Mmm..." Pensó que lo pondría más nervioso, pero parecía haber anulado esa emoción en su lugar, de lo cual estaba agradecido.

"Si las cosas se calientan demasiado allí, siempre puedes tomar mi mano. Voy a estar contigo".

"Mmm... gracias", murmuró Baekho y besó a Minhyun en la mejilla. A Minhyun le gustaba sentirlo. Parecía que Baekho finalmente estaba dispuesto a abrirse un poco más y eso lo hizo sentir confuso por dentro. Al principio fue extraño ya que no había pensado que era capaz de sentirse así, pero tal vez Baekho era realmente al que estaba esperando. "Si necesitas ayuda, yo también estaré allí".

La cantidad de reporteros que rodeaban el salón era una locura y Baekho estaba agradecido de que los guardaespaldas los llevaran a la mesa. Sus dos padres ya estaban presentes cuando se sentaron junto a sus respectivos padres y, por supuesto, en los asientos del medio. Baekho estaba nervioso de ver todas las cámaras parpadeando ante él, pero miró a Minhyun para ver cómo estaba reaccionando. Minhyun tenía una expresión estoica muy parecida a cuando lo conoció por primera vez, por lo que también trató de mantenerse lo más tranquilo posible. No quería decepcionar o avergonzar al otro.

La conferencia comenzó y el padre de Minhyun habló la mayor parte del tiempo, anunciando su matrimonio y Minhyun asumiendo el cargo de heredero una vez que fuera hora de retirarse. El padre de Baekho estaba bastante callado, sólo decía un par de cosas cada vez que el padre de Minhyun le hacía señas. Los dos varones más jóvenes no hablaron en absoluto. Tan pronto como comenzó la sesión de preguntas y respuestas, la gente los bombardeaba con preguntas. La mayoría, a lo que el padre de Minhyun respondió sin problemas. Baekho pudo ver cuán profesional era el otro.

"Una pregunta para el prometido mismo, ¿eres un omega?" Baekho se encogió ante la pregunta y tragó saliva nerviosamente. Toda la sala parecía haberse quedado en silencio entonces. Pensó que la gente sería capaz de distinguir su aroma, pero ese no parecía ser el caso en este momento. Él movió su mano para agarrar la de Minhyun debajo de la mesa.

"Esa pregunta no será respondida ni entretenida", respondió Minhyun con calma antes de que Baekho pudiera decir algo. Los reporteros comenzaron a hablar uno encima del otro, exigiendo respuestas y lanzando más preguntas.

"Eso es todo el tiempo que tenemos para hoy. Muchas gracias por su asistencia", el padre de Minhyun rápidamente resolvió las cosas cuando Minhyun se levantó, tirando de Baekho para que se fuera también. El otro lo siguió rápidamente, no queriendo quedarse en esa habitación por más tiempo. Se apresuraron a una habitación diferente para tomar un respiro y se sentaron uno al lado del otro en el mismo sofá.

"Eso fue estresante", admitió Baekho y se aflojó la corbata. Minhyun se rio ligeramente y se encogió de hombros.

"Te acostumbras cuando asistes a muchas reuniones", respondió. Baekho miró a Minhyun que no parecía en absoluto aturdido por nada.

"Oye, ¿estás bien?" Baekho preguntó. Minhyun pareció sorprendido de que Baekho preguntara.

"Sí. ¿Qué hay de ti? Aparte de nervioso".

"Está bien, supongo." Baekho tomó la mano de Minhyun y le dio un ligero apretón. Minhyun sonrió y giró su mano para sostener la de Baekho también. "Todavía estoy... contento de que no te hayas dado por vencido con esto. Por mí".

"¿Y por qué lo haría? Esto es más que sólo una relación comercial ahora. Es una en la que necesitaremos la confianza y el esfuerzo mutuo para mantenernos juntos, así que quédate, ¿de acuerdo?

Baekho estaba realmente contento y feliz de que Minhyun pensara en ellos de esa manera. Más que una simple relación comercial. Era lo que temía al principio cuando se metió en esto, pero ahora, estaba claro que estaban desarrollando sentimientos el uno por el otro. Se sentaron en silencio hasta que sus padres entraron en la habitación, conversando. Rápidamente apartaron sus propias manos instintivamente. Los dos hombres mayores notaron lo callados que estaban y se preguntaron si algo había sucedido entre ellos.

"¿Todavía no están en buenos términos?" El padre de Baekho preguntó primero mientras tomaba asiento.

"¿Huh? No. Sólo estábamos espaciando", respondió Baekho y estrechó su mano incómodamente.

"Vamos a almorzar juntos y luego iremos a la oficina de registro si les parece bien", dijo el padre de Minhyun y ambos estuvieron de acuerdo en silencio. No era como si tuvieran algo más planeado para el día. En aquel entonces, Baekho todavía no se había dado cuenta de que la conferencia se transmitía en vivo y todavía pensaba ingenuamente que lo que había sucedido aún no había llegado al mundo exterior.