🚬UNO

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-Empacaremos mis cosas en cuanto salga de la reunión-sonreí, su expresión me emocionaba se acercó para darme besos en mi boca y mejillas, hasta que unos faroles de un auto nos deslumbraron, reconocí de inmediato al sujeto que salía del vehículo.

Mauricio.

Se acercó a tocar la ventana del lado donde me encontraba

-Es hora de la junta, señorita Kennedy será mejor que se apresure con su compañero a entrar-exclamo del otro lado del vidrio lo suficiente fuerte para escuchar su tono de burla. ¿Por qué quería que Evan entrara? ¿Qué tiene en mente? Sería mejor que él no llegara conmigo, no tendría ni porque...

-Es mejor... que entremos-exclamo Evan molesto, no espere a que llegara a abrir la puerta, solo caminamos hasta la entrada y el elevador que Mauricio detenía la puerta con un mano. El aire estaba lleno de odio, denotado por la mirada de Mauricio al notar que Evan me sostenía por la cintura. No tardamos en llegar a la sala de juntas que solo era utilizada para unas cuantas ocasiones, solamente estaba Perla.

-Buenas tarde Señorita... -

-Veo que sin vergüenza trajo a un acompañante-dijo ella sin esperar mi habitual saludo, Mauricio estaba junto a su hermana manteniendo una postura burlona. Tome asiento en una silla cercana, Evan me sigue el ritmo pero guarda silencio ¡carajo! ¿en qué diablos lo metí?

-El señor Mauricio explico que debía entrar conmigo, así que no sé cuál es el problema-replique cerrando mis puños bajo la mesa, esto no pinta a ser una conferencia regular.

-Está estrictamente prohibido meter a quien no sea personal, es una ridiculez que acuses a Mauricio-grito ella-Si él no acepto nada de ti, no debes de intentar manchar su nombre-

- ¿De qué está hablando? ¡JAMÁS! le he pedido ¡NADA!-explique levantándome de mi lugar-Esto sí que es una completa estupidez-

-Baje ese tono de voz, este no es lugar apropiado para eso, además de que sea usted una cualquiera no significa que lo tenga que ser dentro de la empresa-alego Perla- Las cosas de la empresa han sido retiradas de su hogar en la mañana, esta despedida-

- ¡Conozco bien a mi novia para saber quién es el mentiroso aquí!-grito Evan, dejando en silencio a ambas. La expresión de Mauricio cambio de una estúpida sonrisa a un maniático que se acercaba a él con la intención de golpearlo. Mala idea sin duda, mi novio lo sometió sin problemas. Lo tranquilice rápidamente y salimos antes de que llamaran a sus policías, al salir del lugar solo puedo ver el maldito edificio con problemas de cableado, la pequeña empresa ahora solo será un recuerdo con el cual nadie debería causar allanamiento ¿debería tomar medidas legales? Lo dudo, tampoco estoy muy limpia que digamos, el camino hacia su hogar fue un completo silencio, sin mencionar el calor abrumador del día, solo tengo una sensación de derrota ante todo.

-Ese sujeto es un imbécil-dijo apagando el motor frente a su casa.

-Lamento que tuvieras que hacer eso. No creí que la reunión fuera para acusarme de cosas que no hice -baje la mirada con un poco de miedo, se lo estúpido que es sentirme así pero esta misma razón es la que no sé dónde quede mi lógica ante los eventos de la vida.

--Haría cualquier cosa por defenderte, el sujeto corrió con suerte de que estuvieras cerca-Dejo escapar un suspiro y rio de una manera tierna-Al menos te liberaste de un empleo que te habría absorbido realmente, solo por gustarle al imbécil ese-

-Pero... ahora estoy sin empleo--la tristeza es más que latente, no quiero ser una carga para nadie, después de todo lo que trabaje... así estoy ahora.

Corte AtrozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora