III

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Triste; triste y solo. Muchas personas en este mundo, y nadie me acompaña. Tan malo he sido, tan torpe he sido, tan cruel. Nadie, acaso nadie de todas estas personas que pasan enfrente de mi, se da cuenta de lo mal que estoy, de lo triste que estoy. Pero me da más tristeza como se comporta esta despiadada humanidad. Son tan egoístas, acaso así me comporte yo. 

Una razón más por la cual no le veo futuro a la humanidad. Vamos a desaparecer de este mundo, pero solos, solos quedaremos. Ni padres, ni hermanos, ni familia, ni amigos, ni desconocidos, nos acompañaran hasta el final de nuestras pobres vidas. Acaso no se dan cuenta que la vida nos esta ganando la batalla, estamos perdiendo esta guerra, nos están acabando sin piedad. 

Estamos actuando como ellos quieren. Caemos en su juego, caemos en sus trampas, caemos en sus ensangrentadas manos. Pero yo igual caigo en sus trampas, no hago nada, simplemente escribo, escribo para que al final nadie lea esto. Me cansare de escribir, y aunque lo lean no harán nada. Pero ¿Qué pueden hacer?, es tan difícil cambiar, estamos tan sumergidos en el hoyo, en las prisiones de la vida. No hay escapatoria, no hay final feliz, solo delirantes pensamientos.

Debería estar alegre, estoy con vida. Pero que vida que me puedo dar, si ni siquiera tengo un peso en mi bolsa, ni un solo billete en mi cartera; no tengo un lugar en donde dormir, ni una cama, ni siquiera una cobija, ni siquiera un abrigo, solo esta oxidada y despintada banca de parque público. Solo tengo esta pequeña maleta, con un poco de ropa, con una caja de cigarros y una botella de vino, con mis sueños y promesas dentro de ella.

Ni una gota de esperanza, veré si está botella de vino, me da fuerza y esperanza para seguir en el camino. Nunca quise saber mi futuro, me alegro nunca haber sabido que así terminaría, que así iba a morir. 

La luz ha muerto, con ella se apago la luz que mostraba el sendero. Ahora solo hay oscuridad, solo hay recuerdos. Simplemente hay cosas, cosas que no veo, pero se que están. Las siento, las toco las manipulo, tal ves eso me ayude a encontrar otra vez el sendero. ¿Cuál sendero?, no existe sendero, no existe luz ni siquiera objetos, no hay nada, nada existe. Estamos solo, navegamos por selvas de asfalto, navegamos en la nada. La vida nos lleva por el camino que quiere, por el sendero (que no existe) que quiere, es un lugar llano por esa razón vamos por donde ella quiere sin darnos cuenta, porque no chocamos con nada por eso nos manipula.    


El hombre de la libertadWhere stories live. Discover now