Un murmullo general inundaba el recinto.
Risas, niños sorbiendo malteadas, padres tratando de limpiarles la cara llena de chocolate, parejas tomadas de la mano o conversando, todo entregaba una atmósfera amena, agradable. Cálida.
Luhan le encantaba detenerse unos minutos y observar detrás del mostrador la alegría que reinaba en el acogedor recinto, una pequeña cafetería decorada con tonos pastel que invitaba a disfrutar una agradable tarde después del trabajo.
- Luhan necesito dos de chocolate
La voz de Baekhyun se alzó entre el murmullo general, trayendo de vuelta a Luhan a la realidad, quien rápidamente se movió para buscar lo que su amigo le había pedido.
Ya había pasado un tiempo desde que Baekhyun y Luhan habían comenzado a trabajar en la pequeña cafetería del pueblo.
Aunque, había sido un largo proceso para llegar hasta ahí. Empezando por Luhan.
Al principio, Luhan ni siquiera quería acercarse al pueblo. Temía perder el control y que su lobo apareciera, su mente siendo una maldita traicionera, mostrándole todos sus miedos y los peores escenarios en donde todo se venía cuesta abajo. Realmente le aterraba. Estaba aterrado de sí mismo.
Sin embargo, Sehun lo ayudó a superarlo.
El lobo no sólo cumplió su promesa de escucharlo, sino también lo ayudó a idear un plan para ir superando su miedo. Al principio, comenzaron por rodear la aldea. Todos los días paseaban por las afueras, acercándose cada vez más, para que Luhan fuera recuperando la confianza en sí mismo, hasta que finalmente un día Luhan, por motivación propia, fue a esperar a que Sehun saliera de su trabajo en la tienda del señor Kim. Por supuesto, Baekhyun había estado cerca suyo, acompañándolo y viendo que no le diera un ataque de pánico o algo parecido. Al final todo había salido bien y desde entonces Luhan fue frecuentando cada vez más la aldea, hasta que finalmente vieron esa opción de trabajo.
Baekhyun lo encontró excelente, Luhan fue más aprensivo.
Pero ahora, que estaba en el mostrador, sirviendo los pasteles de chocolate mientras escuchaba la risa refrescante de unos niños sentados más allá, supo que había sido una buena decisión.
Le encantaba la atmosfera familiar, pero sobre todo el sentirse útil. Más independiente.
Y no sólo él. Baekhyun también se veía más animado, radiante de sacar su personalidad e interactuar con los clientes, en vez de estar aislado en mitad del bosque.
- Gracias cariño- bromeó Baekhyun, guiñándole un ojo al recibir los pasteles.
Luhan simplemente sonrió y negó con la cabeza antes de regresar a lo suyo y atender un cliente que deseaba llevarse un paquete de galletas y otros dulces más. Mientras hacía el pedido, sintió el distintivo aroma a café recién hecho viniendo tras suyo, junto con el tintineo de las tazas siendo llevadas al mostrador. Minseok, un chico pelirrojo con mejillas regordetas y ojos adorables, apareció en su rango de visión mientras le entregaba las tasas de café a un eficiente Baekhyun.
Minseok era el hijo del dueño de la cafetería. Al retirarse su padre, él había quedado a cargo de la pequeña institución, preparando el café y horneando todos los pasteles y galletas que ahí servían.
Y Luhan debía admitir que su jefe tenía talento.
Su mezcla de café era única y estimulaba todos los sentidos, su pastel de chocolate era para chuparse los dedos y sus galletas se habían vuelto su pequeña adicción. Luhan podía asegurar que hasta había subido algunos kilos desde que había comenzado a trabajar ahí, pero según Sehun él estaba igual que siempre.
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A Camping Night - Hungry - [HunHan]
Fiksi PenggemarLobos. Luhan los había visto. Había visto también a Baekhyun perderse en la espesura del bosque perseguido por una jauría de ellos, sin embargo nadie le creyó. O por lo menos no lo suficiente hasta que descubrieron lo inevitable. Baekhyun estaba m...