➡SIXTY FIVE🌟

943 148 13
                                    

— Vos deberías llevar la negra porque sos demasiado pálido y si llevas la blanca no se va a diferenciar.

— Pero la blanca me gusta más, yo las hice dejame elegir la que quiera.

— ¡Pero yoongi! Encima que acepto ser tu amigo.

— ¿Vos aceptaste? ¡Yo acepté!

— Por favor, además mira que linda me queda la blanca, ¡encima ya me la probé! No me vas a hacer desabrocharla, ¡mira si se rompe!

— Si tanto te gusta entonces ponete las dos vos y andate, ya me arrepentí.

— ¿Qué? ¡Nonono, no en mis tierras!

— ¿Tus tierras? ¡Es mí lugar de trabajo!

— Emm... disculpen...

Un hombre joven, quizás unos veinte y moneda, interrumpió las discutas que ambos chicos estaban teniendo en la barra de aquel bar.

Yoongi enseguida movió su mirada hacia él, con sus mejillas acaloradas por haberse puesto a discutir con el mononeuronal en medio de su trabajo.

— Eeh, sí, perdón, ¿qué pedís?

El hombre sonrió, diciendo que no pasaba nada, y simplemente prosiguió a pedir su trago. Yoongi se lo preparó bajo la atenta mirada de seokjin, quien esperaba pacientemente a que yoongi se desocupara para seguir hablando con él.

Pero después de ese hombre, llegaron otras dos personas más queriendo un trago, y después de ellas otras más, y otras y otras y otras.

Parecía ser una noche algo atareada, y seokjin no le quedo otra que, adelantándose a la chica que estaba por decirle su trago a yoongi, se inclinó sobre la barra para besarle la mejilla, susurrándole un "me voy, mañana te escribo" al oído para después alejarse en dirección a la salida.

— Espera, Seokjin.

El susodicho volteó al llegar a oír la voz de yoongi, encontrándose con la fija mirada del contrario en sus ojos; una mirada tan intensa que tuvo que tragar para poder contestar con claridad.

— ¿Q-qué?

— Mañana... — su voz flaqueó, pero enseguida sacudió su cabeza y volvió a hablar con firmeza —. Mañana nos vamos a ver, ¿no?

— Eh... ¿sí?

— Bomba.

El silencio entre ambos se prolongó luego de eso. Seokjin no había movido ni un pelo y yoongi simplemente volvió a atender a sus clientes.

— ¿Eso es todo? — preguntó, alto, para que el otro le escuchara.

— Sí, ya, andate, shu.

Seokjin sonrió, y sin poder quitar esa sonrisa, se fue del bar para marcharse a su casa. Su corazón latía rápido, se sentía...

Sentía que por fin estaba logrando algo.










--

namjoon cumplió un añito más😔😔😔😔

LIKE ME • JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora