➡SEVENTY TWO🌟

457 41 1
                                    

Bueno esta bien.

Lo admitía.

Sí.

Ya.

No había nada más de qué hablar.

Min yoongi admitía, con una mano en el corazón, que Kim Seokjin le gustaba.

Ya sabía que antes le atraía un poquito, pero cualquier persona puede llegar a ese rango y no importar nada.

Ahora sabía que le gustaba.

Había cedido, y ahora era un pobre pollito sin saber qué hacer con su vida.

Lo tenia tan asimilado que por eso mismo no sabia ya cómo actuar. Ya no era dueño de sus propias acciones, y por eso mismo cada vez que el mayor hacia una acción digna de merecer sus insultos, yoongi no hacia más que actuar extraño.

Pero que lo haya asimilado para sí mismo no quería decir que tenía la suficiente valentía de asimilarlo frente a los demás aún. ¡Era un chico tímido! Había dicho tantas veces que era imposible que seokjin le gustara que ahora que le gusta tiene vergüenza de admitirlo.

Además, ¿qué se supone que pasará después de que él lo diga? ¿Serán novios y vivirán felices hasta que yoongi se enoje porque Jin se olvidó de ponerle la tapa a la pasta de dientes?

Debía ir lento, sabía que sus sentimientos eran correspondidos, pero tenía que esperar algún momento no muy relevante para hacerlo casual y cool, para que no sea la gran cosa.

Aunque si hablábamos de jin...

No podía confesarse él. ¿Cómo sacaría el tema? ¡Jin nunca le había preguntado acerca de sus sentimientos! Solo hablaba de lo mucho que le gustaba y ya, ¡no más que eso! ¿Cómo se suponía que debía tomar la iniciativa? ¿Confesarse sin sonar tonto?

¡Tenía que haber una forma cool de hacerlo! ¡Algo con swag!

Miro su teléfono y dudó en intentar hablarlo con los chicos otra vez, pero nuevamente desistió. Si lo hablaba con ellos, iba a tener más presión sobre él, ¡y quizás terminen metiendo la pata contándole a jin sobre sus sentimientos antes que él!

Suspiró estando sofocado por sus pensamientos. El sonido del timbre le salvó, o más bien le metió al ruedo, ya que quien estaba detrás de aquella puerta no era nadie más ni nadie menos que el mismísimo responsable de su catarata de molestos pensamientos ese último tiempo. Un sonriente seokjin le saludó una vez le abrió, haciéndose paso dentro del lugar sin esperar invitación.

— Ah... extrañaba tu hábitat — jin inhaló y exhaló profundo, respirando el "aire" de la casa —. Te extrañaba a vos.

— No seas agobiante, no pasó mucho de la última vez que nos vimos.

— Cada segundo que paso lejos tuyo, Min Yoongi, se sienten como-

— Ay, no empieces — Yoongi le cortó de lleno, esfumando sus palabras con la mano, caminando hasta la sala esperando que el contrario le siguiera.

Tenía el corazón temblando en su boca. Estaba nervioso, pero estaba concentrado en intentar que no se le notara. No podía creer que seokjin al final había logrado su cometido y le estaba provocando sentir tantas cosas juntas. Las cosas ya estaban hechas, y debía confesarse, pero era muy diferente plantearse hacer algo y luego tener que hacerlo.

Swag, swag, cómo carajo se confesaba alguien con mierda de swag.

— En fin, ¿dónde está mi abrigo? ¿Debería ir a buscarlo a tu pieza? Digo, por si lo usaste como almohada anoche.

— No seas ridículo — yoongi respondió, corriendo su mirada, pensando en que igual no era mala idea para un futuro —. Me he equivocado, era de Jungkook, pero cuando me di cuenta ya era muy tarde para decirte que no vengas. Perdón por haberte hecho venir por nada.

— Así que Jungkook se anda olvidando buzos en tu casa, eh... tendré que hablar seriamente con él después — jin dijo y yoongi soltó una corta risa ante aquello —. Como sea, venir solo para verte para mí ya es más que suficiente igualmente, pero si tan mal te sientes por haberme hecho venir por una equivocación tuya, me lo podrías compensar con un beso.

— Somos amigos, los amigos no se dan besos.

— ¡Eso es porque no querés ser mi novio!

— Nunca me lo preguntaste.

— ¡Porque es obvio que me vas a rechazar! Mi pobre corazoncito no está listo para eso.

— Esas son conclusiones tuyas.

Seokjin rió, y para comprobar su punto, las palabras salieron de su boca casi sin pensar.

— ¿Qué? ¿Acaso sí querés ser mi novio?

— No sería una pesadilla.

— ¡Ves, por eso no te lo quería pregun- espera qué, qué querés decir con eso min yoongi, vení cagón dale repetímelo en la cara a ver si tenés tantos huevos, eh.

— ¿Por qué de repente me estás insultando? ¿Así tratas a tus novios? Porque estaría empezando a arrepentirme.

Seokjin se quedó mudo, sin poder darle crédito a lo que sus oídos acababan de escuchar.

— Perdón, ¿me lo podes repetir de nuevo? Me quedé en la parte de la n word.

— ¿Ya no querés ser mi novio? ¿Ya no te gusto o qué? — yoongi río —. Para, me olvide que eso es imposible, una vez que caes por este chico no hay escapatoria.

El rostro de seokjin era un canto de aves. Se pellizcó su propio brazo, pensando que estaba soñando otra vez, y lanzó un quejido por el dolor que este le provocó. Su boca estaba abierta incrédula, y miraba a yoongi esperando que de vuelta le confirmará lo que había dicho, porque su cerebro no le podía dar crédito a lo que sus oídos habían escuchado.

— Por qué me miras así... — yoongi se removió en el lugar avergonzado por la intensa mirada de seokjin —. No me digas que ya no querés...

¿Que no quería? ¿Que no quería? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Qué no quería??????????

— ¿¿¿¿QUÉ NO QUIERO???? — Seokjin salió de su embobamiento de un grito que asustó a yoongi, pero no le dió tiempo que saltó sobre él y lo dejo bajo suyo en el sofa, mientras le apretaba las mejillas con ambas manos —. Tenés tres segundos min yoongi para pegarme una patada en los huevos porque estoy a tres segundos de distancia de tus labios y no me voy a contener.

Yoongi sonrió, el corazón le latía como loco, y ni quiso esperar los tres segundos de confirmación que él mismo acercó a seokjin a él, atrayéndolo desde el cuello y así juntando sus labios con los contrarios.

Swag. Obvio que había sido con swag. Yoongi podía estar satisfecho.

LIKE ME • JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora