Capitulo 3

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- ¿Que haceis todos aquí?- pregunté algo confundida.

Habían venido algunos amigos y familiares. Paula y Alex, Rydel y Ratliff, Riker con Megan y mi pequeña y hasta mi hermana estaba aquí. ¿Habia sido tan fuerte lo de mi derrame cerebral?

- Estábamos muy preocupados- dijo con pena Paula- Ross nos llamó diciendo que estabas en el hospital y decidimos venir a verte.

- Gracias a todos- les agradecí, me había hecho ilusión que se preocuparan por mi.

- Aquí hay alguien que quiere verte- dijo Megan.

Lily entró en la habitación algo tímida. Aun llevaba el pijamita de estrellas que yo misma le había comprado. Vino hasta mi cama y se asomó para mirarme a los ojos.

- Hola mami- me susurró con un hilo de voz.

- Hola cariño, ven- la cogí y la subí en la cama.

Le abracé fuerte. Esta personita era mi tesoro, solo mio y de Ross. Nadie la iba a lastimar, ni yo. Mientras le abrazaba, con la otra mano le acariciaba el pelo. Mi hija empezó a llorar, entonces yo le cogí por los dos lados de la cara.

- ¿Por que lloras princesa?- le pregunté alegremente.

- No quiero que te mueras mami- se me heló la sangre, escuchar eso de tu propia hija, te duele , y mucho.

- No me moriré- le dije sonriendo- siempre estaré contigo para hacer esto- y le empecé a hacer cosquillas como una loca.

Esas cosquillas que siempre le hacia. Al cabo de 5 minutos paré de hacerle cosquillas. Mire hacia el frente y vi a todas las personas de la habitación mirándonos tiernamente.

- Yo quiero ser asi- le dijo Rydel a su novio- tan felices siempre.

- Lo seremos pronto- le besó la mejlla- y estaremos juntos siempre.

Lily y yo sonreímos. La verdad es que estábamos muy unidas. Desde pequeña siempre ha sido muy buena niña, nunca me ha dado ningún problema. Y aun que tenga muy poca edad, sabe llenarme de alegría cada día.

Se abrió la puerta de la habitación y por ella apareció Ross, con unas ojeras increíbles. Pobrecito no había dormido en toda la noche. Cogí mi móvil y miré la hora. ¿¡Las cuatro de la mañana!?

- Chicos- anuncio Ross- los médicos dicen que dejemos descansar a _______.

Todos se despidieron de mi, hasta mi hijita se fue triste, pobrecita, se iría a dormir a casa de Riker y Megan, nos hacían un gran favor.

Ross se acercó a un sofá y dejo su chaqueta en el. Luego vino otra vez hacia mi y me besó en la frente.

- Deberías dormir- dijo cogiendome de la mano, dándome a entender que el estaba allí conmigo.

- Duerme conmigo- me moví hacia la derecha para hacerle sitio.

El solo asintió y se tumbo a mi lado. Me rodeó con el brazo y me apretó contra su pecho. Me encantaba esa sensación, escuchar su respiración, oler su perfume, notar el calor que me daba. Todo eso me ayudaba a dormir, y así lo hice, me quede profundamente dormida.

                                                                     ***

- Despierta nena- me dijo Ross besandome tiernamente- hola

- Hola- le dije mientras reía- ¿que hora es?

- Las doce de la mañana- había dormido muy bien esa noche- he hablado con el medico y ha te ha dado el alta medica.

- Eso es genial- por fin me iría a casa.

- Si nena, así que, vistete y nos vamos a desayunar a algún lado, ahora voy fuera a llamar al trabajo para avisarles de que hoy no puedo ir.

Asentí con la cabeza y Shor salió de la habitación. Cogí la ropa que estaba en la silla y me la puse. No tenia cepillo para el pelo, así que solo me peine con las manos.

Me senté en la cama a esperar a Ross. Tenia que dejar de pensar en lo ocurrido, pero no podía evitar pensar en esas horribles imágenes que me venían a la cabeza.

La que mas recuerdo es cuando dispararon a Ross. Esa escena, me dolió tanto, que al recordarla ,empecé a llorar.

Ross entró de nuevo a la habitación, me vio llorando en la cama y vino corriendo hacia mi.

- ¿Que te pasa?¿Ha ocurrido algo?- preguntó muy rápido.

- No- cogí aire- solo he recordado algo, nada mas- no quería preocupar a nadie.

- ¿Segura? Sabes que puede contarmelo.

- Segura- me levanté de la cama- ¿vamos?

El solo asintió, me cogió de la mano y salimos de la habitación. Nos dirigimos al aparcamiento y nos subimos al Audi. Fuimos cantando por el camino. Aun que ya fuéramos adultos, Ross y yo siempre parecíamos adolescentes de 16 años, siempre muy vivos.

Llegamos a la cafetería "Sweety" de California. Fuimos adentro, ya que hacia bastante frío. Nos sentamos en una mesa del fondo. Yo pedí un café con leche y un donut y Ross pidió un café y un cruasán. Nos lo trajeron enseguida y empezamos a comer.

- ¿Te han dicho algo los del trabajo?- pregunté dándole un sorbo a mi café caliente, me quemé la lengua y gruñi.

- Ten cuidado nena- se río- no ha habido ningún inconveniente.

- Me alegro- dije tímida, esperando a que el café no quemara tanto.

- Ross- me miró- sobre el tema del sueño yo...

- No tienes porque preocuparte. Claro que es importante, todo lo es. Tenemos que dejar de pensar en eso. Por tu bien, por favor- me suplicó, yo no sabia que decir, no podía dejar de pensar en eso, pero por Ross, lo que fuera.

- Si- dije insegura.

Yo sabia que no seria asi. No dejaría de pensar en eso, llenaba mi mente de recuerdos doloros. No entendía nada, y eso me hacia pensar mas en eso.

- ¿Vamos a por la pequeña?- me preguntó Ross, sonriendome dulcemente.

Yo solo asentí, y nos fuimos de ese local para buscar a mi hija. Estaba tan preocupada, ¿que iba a hacer con mis pensamientos? No lo sabia, pero bloque tenia claro era que no era un sueño, era muy real.

Capitulo 3, gracias a todaaas ♥♥♥

Mi compañero de sueño(Ross Lynch y tu) {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora