Carta ocho: Y el de no hacerlo

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Es paradójico, sin sentido y extraño, que me duela verte y que me duela aún más no hacerlo.

El dolor más fuerte es no tenerte en mi presente, te encuentro en la música y en el arte, en lo que escribo y lo que pienso, pero si tanto te siento junto a mi, ¿por qué no puedo verte? Busco y busco, mas es inútil, no te volveré a ver jamás, Jonghyun, al menos no en esta vida.

Tu figura y tu rostro sigue tan marcada en mi cabeza que a veces podría jurar que te veo allí junto a los chicos, en ese espacio que realmente está vacío, pero que siempre agradezco que dejen para ti.

Sin embargo, no estás allí, si hago que alguien lo intente, como yo no podrá verte. Hay veces que ni siquiera yo lo hago, y es en ese momento que me duele más. Ser consciente del lugar vacío que dejaste causa una gran aflicción a mi alma, porque me entra la ansiedad de buscarte con más ganas aunque es inútil. Y el darme contra la realidad es quizá uno de los golpes más duros que me he llevado.

Me aferro a ese espacio, el que un día ocupaste, y aunque siento que me repele sé que algún día podré estar en paz con él. Mantengo la esperanza de que, algún día, deje de doler. Jonghyun, por favor espera pacientemente por ese día, por mientras continuaré mostrándote mi amor por ti de la manera en la que sé, sonriendo y llorando, una mezcla de ambos, pero con el mismo cariño apasionado y furioso.

El dolor de verte y el de no hacerlo, sé que es pasajero, pero mi amor por ti es incondicional y perdurará hasta que mi corazón, humilde lugar donde te albergo celosamente, decida que ha de dejar de latir para ir por ti en el lugar donde estás. Incluso allí, seguramente te seguiré amando.

Jonghyun, espera por mi pues habrá un día en el que nos volveremos a encontrar.

Correspondencia al cielo || Jonghyun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora