Your Name - Ereri (Editada)

Otra oportunidad

Historia entró sacando a Eren de sus pensamientos. -Armin fue a tomar un baño- Dijo la rubia al entrar.

-Ah, senpai, esto, Yo... He estado diciendo cosas muy extrañas, gracias por venir con nosotros- Dijo el castaño levantándose de aquella silla. Historia guardaba algunas cosas y al escucharlo se levantó y negó levemente con la cabeza, se acercó a él y se sentó en la mesa para seguir ayudando le, en uno de los libros encontró un texto sobre las cuerdas trenzadas.

-Cuerdas trenzadas, que lindo- Dijo la rubia al ver aquellas imágenes, después volteó a ver a Eren. -Eren-kun ¿Es una cuerda trenzada la que tienes?- Dijo la rubia mientras tomaba un poco de té.

-Si, creo que alguien me la dio hace mucho tiempo. La utilizo a veces como amuleto de la suerte- Dice mientras miraba su muñeca en la cual traía aquella cinta roja. -¿De quien era?- Se preguntó asi mismo.

-¿Por que no tomas un baño?- Le preguntó la rubia de forma amable.

-Si... No- En eso Eren se concentró mas en aquella cinta en su muñeca. -Alguien que hacia cuerdas trenzadas me dijo una ves... Las cuerdas representan un flujo en si mismo... Las cuerdas se tuersen, tambalean, se desenredan, se conectan de nuevo. Eso es el tiempo- Se quedó observandola por unos segundos mas hasta que recordó algo y tomó un mapa. -Quizas ese lugar-

Después de unas horas Historia y Armin se fueron a dormir mientras que Eren se quedó mirando el mapa tratando de recordar el camino hacia el templo que alguna ves visitó, pero a mitad de eso se quedó dormido sobre la mesa.

"Eren, Eren, Eren, ¿No me recuerdas?"

Eren despertó de repente se incorporó y observó su muñeca por un segundo.
A la mañana, Historia despertó y se encontró con una nota de Eren

"Debo ir a alguna parte. Regresen a Tokyo sin mi. Regresare luego. Gracias"

-Eren-Kun...- Dijo la rubia con algo de preocupación en su voz.

Eren le pidió al chef del restaurante si lo podía llevar al camino que llevaba a aquel templo, él muy amable aceptó, iban tranquilos se veían algunas nubes de tormenta en el cielo y cuando llegaron el chef le entregó un almuerzo a Eren.

-Toma esto de comer- Eren lo tomó. -Tu dibujo de Itomori es muy buen trabajo- Agregó el chef. Eren bajó del auto y vio como el chef se iba de regreso.
Eren siguió aquel sendero caminando por el bosque, pero empezó a llover y Eren se cubrió debajo de unas piedras donde sacó aquella merienda y empezó a comer mientras señalaba el camino con una pluma en el mapa que llevaba consigo, vio por un momento la cinta en su mano.

-Convergen y toman forma. se tuercen, tambalean, algunas veces desenredan, se conectan de nuevo... eso es musubi. Eso es tiempo.- Eren siguió su camino a pesar de que seguía lloviendo mientras se repetía esas palabras en su cabeza, hasta que al final logró llegar a su destino, aquel templo que alguna ves visito con el abuelo y Mikasa. -Aquí esta, realmente esta aquí, no fue un sueño- Dijo Eren en sus pensamientos al ver el templo mientras limpiaba algunas lagrimas en su rostro que apenas se notaban por la lluvia, entonces se decidió a bajar hasta aquel lugar. Eren se detuvo frente a un gran acumulo de agua probablemente provocado por la lluvia. -De aquí comienza el bajo mundo.- Dijo Eren caminando por ahí, al principio el agua llegaba hasta sus rodillas pero después de caminar un poco mas ya le llegaba hasta la cintura. Cuando al fin logró llegar entró al templo dejando su mochila en el suelo, viendo aquel monumento y a los lados de este dos urnas. -Es el sake que trajimos- Dijo Eren sacando su celular y encendiendo la linterna de este, alumbró una de las urnas. -Esta es la de Mikasa- Después alumbró la otra. -Y esta es la mía- Eren tomó aquella urna mientras la veía. -Antes de que el cometa cayera. ¿Entonces el Levi que conozco es de hace 3 años? Nuestros tiempos no estaban alineados-  Dice mientras limpiaba un poco la urna. -La mitad de él- Dijo mientras destapaba aquella urna. Al hacerlo sirvió un poco del sake en la tapa y la alumbró con la linterna. -Musubi. Si el tiempo en verdad puede ser cambiado, dame una ultima oportunidad.- Después de aquello Eren bebió del sake, esperó un momento para ver si sucedia algo, pero al no ocurrir nada este se levantó, se resbaló, debido a eso la linterna alumbró al techo. -¡Un cometa!- Dijo el rubio al ver aquel dibujo en la cueva, al caer al suelo pudo observar como aquel dibujo empezaba a moverse, poco a poco se volvió un hilo rojo. 

Eren sintió como si cayera en agua y se hundiera mientras aquel hilo rojo se amarraba a su muñeca y el otro extremo de este no se alcanzaba a apreciar, escuchó un corazón latir y después el llanto de un bebé, pudo apreciar la imagen de un bebé que al parecer acababa de nacer con su madre.

-Tu nombre es Levi- Dijo aquella mujer mientras miraba al bebé. Después se mostró a aquella misma mujer al lado de un niño y de otro hombre.

-Son mis tesoros- Decía aquel hombre. Se mostró de nuevo a aquella familia pero ahora la madre estaba embarazada.

-Eres hermano mayor- Decía aquella mujer. Las cosas se vieron mal cuando mostraban que aquel hombre se iba.

-Olvídate de mi- Recia aquel hombre mientras se mostraba aquella mujer con un niño y una bebé en brazo y al lado de estos estaba el tío de Levi que parecía estar molesto. Cambia la escena y ahora se muestra a aquella mujer en una cama de hospital a su lado aquellos dos niños junto al tío de Levi.

-Lo siento chicos- Fue lo único que dijo aquella mujer. Se mostró como muchas personas vestidas de negro caminaban mientras que el tío de Levi sostenía una caja de plata muy linda en sus manos.

-Tío Kenny ¿Cuando volverá mamá?- Se escuchó como una pequeña decía. Ahora estaban en casa, Kenny tocando su cabeza mientras agachaba su mirada, al fondo se veían ambos niños que lo observaban.

-No pude salvarla- Decía el tío, se mostraba dolor en sus palabras.

-Reacciona de una vez- Esta ves era el abuelo quien hablaba.

-¿¡Que importa el templo!?- Dijo Kenny bastante molesto, esta ves estaban el abuelo y él en la sala mientras el pequeño niño los escuchaba al otro lado de la puerta.

-¡Eres el heredero!- Le respondió el abuelo.

-Quería a mi hermana. No al templo Ackerman.- Contestó Kenny aun molesto.

-¡Largo de aquí!- Gritó el abuelo a lo que Kenny no puso oposición, al escuchar eso el niño se sentó en el suelo mientras cubría su rostro con sus manos. Ahora el abuelo estaba hablando con ambos pequeños.

-Levi, Mikasa, estarán con su abuelo desde ahora- Les decía su abuelo con una voz dulce. El hilo rojo apareció de nuevo y su extremo ahora estaba en la cinta que traía Levi para amarrar su cabello el otro extremo seguía amarrado a la muñeca de Eren.

Ahora Eren podía ver como era Levi en el momento que cambiaban de cuerpo.

-¿Quien soy yo? No, ¿Quien eres?- Se escuchaba la voz de Levi mientras Eren veía como él escribía con un bolígrafo en su mano. -No te creas tanto. No es como si tuvieras novia- Ahora Eren veía como Levi escribía en su rostro. Eren vio como Levi aparecía amarrando aquella cinta a su muñeca mientras se miraba al espejo. -Que afortunado. Deben estar juntos en este momento...- Dijo Levi mientras caían algunas lagrimas de su rostro lo cual lo sorprendió un poco. -Yo...- Dice el mismo mientras se miraba. -Voy a Tokyo- Ahora se mostraba a Levi y Mikasa mientras caminaban juntos a la escuela, solo que Levi se desvió del camino.

-¿Que? ¡Oye, Levi!- Lo llamó su hermana pero Levi siguió su camino.

-Ah, si, el cometa. Hoy es cuando esta mas brillante.- Levi estaba con su celular mientras veía a la ventana. Después Eren vio como Levi estaba listo para ir al festival.

-¡Levi! ¡No vayas!- Decía Eren al ver aquello. -¡Levi, sal del pueblo antes de que impacte el cometa!- Después de eso Eren observó a Levi en aquel prado contemplando el cometa con una mirada de miedo viendo como pequeños fragmentos de este caían en la tierra. -¡Levi, huye!- Gritó nuevamente Eren.  -¡LEVI! ¡LEVI! ¡LEVI!- Gritó Eren con mas desesperación el observar como un gran pedazo del cometa caería sobre Levi, despues de eso todo se volvió negro y Eren solo escuchó el sonido de una campanilla.