𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟒| 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐥𝐢𝐞𝐬

326 25 15
                                    

Lizzie

Me dirigí hacia la izquierda, donde había muchas personas bailando, algunas más borrachas que otras.

Vi que unos chavales estaban cogiendo unas cervezas al fondo de todo, fuí hacia donde se encontraban.

Miré con curiosidad un gran bol que contenía un líquido rojo con espuma, no sabía lo que llevaba, pero me moría por probarlo. Hoy me lo pasaría de muerte.

-Perdonad, ¿Pero qué lleva?- les pregunté a los chavales de antes

-No lo sé, ni me importa, ¡me vale con que tan solo tenga alcohol!- gritó uno borracho. Tenía razón, a mi sólo me importaba que tuviera alcohol, era a lo que había venido, a pasar una buena noche llena de alcohol y fiesta.

Decidida, cogí un vaso y lo llené hasta arriba de ese líquido rojizo. Lo moví varias veces con mi mano antes de beber un buen trago de golpe.

Uno, dos... Sentí el alcohol arder en mi garganta, esa bebida sabía genial, valía la pena el mareo que me había proporcionado, no estaba acostumbrada a tomar alcohol, nunca lo había hecho.

Había bebido mucho, tal vez más de cuatro, no lo sé.

Tenía ganas de bailar, me dirigí a la pista donde todo el mundo lo hacía. Solo oía el ritmo de la música

Al cabo de un rato sentí como unas manos me agarraban la cintura y me pegaban a él, supuse que era por quién llevaba esperando toda la noche.

Billy- dije girándome hacia él aún con los ojos cerrados, mientras llevaba mis manos a su cuello. Me dejé llevar por él.

Soy mejor que él, cariño- susurró en mi oído coquetamente. Abrí rápidamente los ojos al saber quién era, me intenté despegar de Tommy, él no me dejaba.- Vamos a divertirnos, no seas aburrida- dijo apretando aún más mi cintura mientras besaba mi cuello.
Me arrastró hasta el jardín, mi resistencia no valía de nada.

Suéltame Tommy, me haces daño- no hizo caso- ¡Suéltame joder!- intenté separarme pero no me dejó, bajó su mano hasta mis pechos y empezó a tocarlos

-Me han dicho que esto te lo hace Steve en el vestuario, ¿Es cierto? También dicen que no hay nadie como yo haciéndolo- le escupí en la cara y me empujó asqueado, antes de que pudiera volver a agarrarme otra vez salí de allí corriendo.- ¡Si lo cuentas estas muerta Elizabeth! ¡Muerta!- gritó mientras yo me alejaba de ese lugar lo mas rápido posible.

No controlaba mi cuerpo, estaba frenética por lo que había ocurrido, sentía mareo, veía borroso, realmente estaba borracha.

No sé qué hacer- pensé sentándome en las escaleras de la puerta que daba al jardín de atrás.

Billy

Ese gilipollas, creo que se llama Tommy, no para de alardear de que andaba con él. Si no se calla ese mierda lo callaré yo.

En este instituto de mierda no había nadie especial, no era como California, eso si que era vida, y no este puto pueblo lleno de granjeros de mierda.- pensé cabreado mientras cogía una cerveza.

Me iba a dirigir hacia el jardín a salir de esta de fiesta.

Alguien rodeó mi cuello con sus manos, la chica con la que me había liado antes. ¿Rosalie? ¿Nina? ¿Hannah? No me acordaba de su nombre, solo de que había estado muy bien hacía unas horas.

-Hola amor- dijo mirándome coqueta- ¿Vamos a por el segundo asalto?- negué y solté sus manos, no había segundas veces con chicas como ella, lo hacían con cualquiera, soy un cualquiera.
Siempre sucedía lo mismo.

Keep Breathing• Billy Hargrove y tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora