Lizzie
No presté atención a lo que decían de mí e intenté atender a las clases.
Cuando tocó la campana para ir al recreo, recogí todo deprisa esperando que la profesora Harris no recordara que tenía que hablar conmigo, pero para mi suerte no fue así.
—Elizabeth, ven aquí, por favor. No sé si recuerdas que teníamos una charla pendiente.- dijo con una gran sonrisa amarga con los ojos entrecerrados.
—Claro, no recordaba que tenía que hablar con usted- dije yendo hacia su mesa.
—Señor Harrington, venga usted también. ¿Acaso pensaba que me olvidaría de usted?- Steve se dió la vuelta de mala gana metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta. Se puso a mi lado y miró los papeles y libros ordenados al milímetro de la profesora.
—¿Qué quiere?- le preguntó Steve como si no supiera que nos iba a regañar por llegar tarde. La señora Harris miraba atentamente la pared detrás de nosotros, como si le estuviera diciendo algo.- ¿Oiga, se encuentra bien?- Ella dejó de mirar a la pared y se levantó de su silla hasta quedar frente a nosotros. Al principio miraba el suelo, pero después, volvió su mirada hacia nosotros, tenía miedo, sus ojos decían lo que ella no podía o quería.
—No debería decir nada, vendrán a por mí, pero sé lo que hacéis y lo que hacen tu hermana y sus amigos, no saben en lo que se están metiendo, os involucrarán a todos. Elizabeth,- se acercó a mí- tienes que hablar con ella, tienes que conseguir que te lo cuente todo. Ella es la última joya de su corona.
—¿A quién se refiere? ¿De qué está hablando?- Me miró fijamente a los ojos- Profesora Harris, ¿se encuentra bien?- No estaba entendiendo nada de lo que nos estaba contando. ¿Se estaría refiriendo a la desaparición de Will? No podía ser cierto, ella no podría llegar a saberlo, no sería posible, ¿quién se lo contaría o como se enteraría? No, no era factible, tenía que ser algo que no sabíamos.
—¿Quiere que vayamos a la enfermería? Se nota que no está muy bien hoy- Le decía Steve preocupándose, pero ella seguía mirándome fijamente como si fuera su mayor miedo.
—Habla con tu hermana Elizabeth, habla con ella. Dile que te cuente todo lo que pasó en la noche de Halloween. No sabéis a lo que os vais a enfrentar, acabais de empezar una guerra que no sabíais que existía.- Se dió la vuelta y se dirigió hacia Steve- Ayúdala, no puede hacerlo sola.- Steve me miró sin entender nada, ya éramos dos.
La puerta se abrió con brusquedad y los tres dirigimos rápidamente nuestras miradas hacia la ella, era el director.
—¿Interrumpo algo? ¿Se ha vuelto a meter en algún lío, Harrington?- miró con desaprobación a Steve, él se rió y negó con la cabeza.
—No,- interrumpió la profesora Harris- les estaba comentando sus notas del semestre. Ya pueden irse, pero recuerden lo que les dije, infórmense bien antes de hacer el examen.- Miré a Steve y cogí mi mochila mientras me dirigía hacia la puerta, él venía detrás. Antes de que la cerrara del todo pudimos oír lo que decían.
—¿Lo sabe?- Le preguntó rápidamente y cortante el director.
—Aún no, pero no tardará, es una chica lista.- le contestó la profesora mientras me miraba a mí con melancolía.
—¿Que acaba de pasar ahí dentro?- preguntó Steve confundido haciendo que dejara de pensar en lo último que estaban diciendo- La vieja se debe de estar volviendo loca por lo que veo o también puede ser que al estar sola en Halloween se viera un maratón de películas de espías o policías.
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Keep Breathing• Billy Hargrove y tú•
Novela JuvenilElizabeth Rogers, más bien conocida como Lizzie, ha vivido en el pequeño pueblo de Hawkins toda su vida, donde nunca sucede nada, lo que más desea es salir de ahí. Por otro lado está el gran Billy Hargrove, el nuevo chico que se hace pasar por el ma...