París ♠Denver LCDP♠

04; capítulo cuatro

París

– Lo se, París, pero es que por culpa de Tokio puede que todo el plan se nos haya ido a la mierda. – Dijo Denver abrazándome.

– Tranquilizate, sabes perfectamente que si tú hubieras sido Río yo habría hecho lo mismo. Y además, esos policías no están muertos, seguro que aquí hay alguna ambulancia que les ha atendido. – Dije soltándole y empezando a andar.

– Yo también hubiera hecho lo de Tokio por ti. Tienes razón. Perdoname. – Me dijo alcanzandome.

– Dalo por hecho, mi amor. – Bajé las escaleras dejándole solo arriba.
Bajé las escaleras e hice una señal para que Helsinki subiera a descansar.

– Bueno... ¿Alguien necesita medicinas, pastillas o algo? – Pregunté paseandome por la planta principal de la casa de moneda y timbre. Noté como Denver se colocaba detrás de mí.

– Yo quiero una píldora abortiva, si puede ser, por favor.– Pidió una chica de pelo rubio y rizado. Me giré y miré a Denver, los dos asentimos pensando lo mismo.

[...]

– ¿Qué miras? – Preguntó Denver entrando en mi habitación. Yo observaba fotos de cuando era una inocente niña pequeña.

– Nada, fotografías. – Dije sentada en la cama y levantando la mirada para verle.

– ¿Las puedo ver? – Preguntó poniéndose de cuclillas en frente mío.

– Denver... – Le dije acariciándole la cara.

– ¿Denver qué? – Preguntó cogiendo mí mano que estaba en su rostro.

– No se. ¿Y si esto se nos esta yendo de las manos? – Pregunté mirándole con cuidado y con lágrimas en los ojos

– Esto no se nos esta yendo de las manos, y no lo va a hacer ¿Por qué? Porqué, pues porque nos queremos y ya esta. Si es por la norma esa del Profesor, permiteme recordarte que no somos los únicos que la estamos rompiendo... – Le corté con un beso.

– Te quiero. – Le sonreí en mitad del beso. – Mira, esta soy yo de pequeña. Esta otra con mis padres. – Le enseñé las fotos.

– Sigues siendo igual de guapa que ahora. – Me acarició la cara y me dio un beso corto.

– Y esta, que no se la enseño nunca a nadie. – Le di la foto.

– ¿Eres tú de adolescente? ¿Con una pistola? – Preguntó él acariciando con cuidado la foto.

– Mi primera pistola. – Le sonreí.

– Es muy bonita, pero no tanto como tú, mi rubia. – Me dio un beso corto y me pasó el brazo por el hombro para abrazarme.

– Vete a dormir, mañana va a ser un día largo. – Le di un último beso largo, le acompañé hasta la puerta y me quede observando como Denver se marchaba por la oscuridad de aquel largo pasillo. Suspiré aún desde el marco de la puerta.
Cerré la puerta con cuidado de no despertar a Nairobi, que dormía tranquilamente en la habitación contigua a la mía.

– ¡Eh, eh! Francesita bonita. – Dijo Nairobi golpeando con cuidado la puerta de mi habitación.

– ¿Qué pasa, Nairobi? – Pregunté haciendo que me frotaba los ojos, como si recién me hubiera despertado.

– Nada, venía a socializar un poco contigo. ¿No me vas a hacer alguna táctica de las tuyas para que te cuente todo lo que te apetezca? – Río entrando.

– No, claro que no. – Sonreí. A lo mejor lo hacia en algún momento, pero no quería asusturla.
Se sentó en mi cama tranquila.

– Ummm... Me gusta tu cama... Es cómoda. París, hay una discomovida el martes de la semana que viene en el pueblo de al lado. ¿Vendras verdad, París? – Preguntó Nairobi tumbándose.

– ¿Quién va? – Pregunté sentándome a su lado.

– Yo. Pero se lo tendré que decir a los demás, Helsinki, Tokio y Denver seguramente vengan. – Contó.

– ¿Se lo has preguntado a los demás, Nairobi? – Sonreí tumbándome con ella.

– No, pero seguro que aceptan. – Se sacudió el pelo con suficiencia. Reí por el gesto de mi amiga.

– Anda, me voy a la cama. Mañana me confirmas. ¿Ok? – Sonrió y salió marcha atrás de mi habitación divertida. Reí y le mandé un beso que ella cogió al aire y se lo puso en el corazón y se marchó.
Sonreí y me dejé caer sobre mi cama.
Saqué una libretita y empecé a dibujar rápido lo que se me venía a la cabeza. Todo eran rostros, caras, que para mucha gente no tendrían sentido pero para mi sí, conocía esas caras y si quería que todo en el plan de El Profesor saliera bien, me tendría que quitar de la cabeza.