Cuando mi madre salió de la habitación, abrí el armario y cogí unos vaqueros oscuros, una camisa de cuadros roja y negra y unas zapatillas de deporte. Me hice una coleta tan rápido que ni siquiera sujete bien el pelo y alguno mechones sueltos cayeron sobre mi cara. Los coloqué detrás de las orejas sin darles importancia y me acerqué al escritorio. Cogí uno de los numerosos cuadernos que habían encima de la mesa y lo metí en la mochila verde y desgastada que descansaba sobre la silla.
Si quería llegar a tiempo a la cita tenía que darme prisa. Volví a coger la ropa para cambiarme y me detuve frente al espejo con el rostro pálido.
Mi reflejo se llevo las manos a la cara y se acercó más aún a su álter ego para examinarse.
—¿Pero qué demonios...?
Mi cara estaba cubierta de suciedad, como si hubiera estado revolcándome por el jardín. Mis ojos se fijaron en mis manos, que rozaban mis mejillas como si tocaran piel ajena. Bajé la mirada desde el espejo a las manos, totalmente sucias. En ese momento mi madre abrió la puerta con una cesta de ropa recién lavada. Supongo que se quedó mirándome más por mi expresión de horror que por mi mugre, ya que no hay otra forma de describirlo.
Debió haber una pregunta escrita en mi frente, porque ella la contestó sin que yo abriera la boca más que para expresar mi desconcierto.
—Oye, no es cosa mía que te quedaras dormida antes de ducharte —dijo alzando las manos—.
Tartamudeando conseguí formular la pregunta.
—¿P-por qué estoy cubierta de tierra y polvo?
Me miró con cara de sorpresa.
—Eres tú la que estuviste jugando a rugby con tu amigo Jordan ayer por todo el jardín. ¿De verdad me lo preguntas, Sue?
«Sue, mi nombre»
—¿Jordan?
Mi madre se quedó mirándome unos segundos fijamente como si esperara algo.
—Yo no sé jugar a rugby —dije finalmente.
Ella rió.
—Oh, cariño, no te preocupes, eso nos quedó bastante claro.
Se dio la vuelta apunto de marcharse, pero se detuvo un instante.
—Si no te duchas ya, no llegarás a tiempo.
Eso me devolvió a la realidad. Miré mi reloj, tenía una hora para llegar a casa de Johana y aún me quedaban varias cosas por hacer aparte de ducharme, aunque no sabía si me daría tiempo de averiguar quién era Jordan en ese corto periodo de tiempo.
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Unbroken (Invencible)
Science FictionEn un mundo tecnológico muy avanzado, una adolescente con capacidades sobredesarrolladas es reinsertada en la sociedad tras años de reclusión en un centro de prevención secreto del gobierno. Sin familia, amigos ni nada que perder, ¿qué harías para...