- ¿Cuál?
- Quiero que tú me masturbes.
Lili jadeó, mirándolo boquiabierta. ¿Había sido cierto lo que acababa de escuchar? Ella tenía que comprobarlo.
- ¿Perdón?
- Ya me has oído. Quiero que tú me masturbes.- repitió con osadía.
No, definitivamente no había sido un problema de audición, o algo que ella se imaginó. Él quería que lo masturbara, que lo hiciese llegar al orgasmo con sus propias manos. Sintió que se sonrojaba, pero no de vergüenza, sino de excitación. Su cuerpo entero hervía, y creyó que en cualquier momento estallaría en llamas. No sabía exactamente qué pensar, o qué decir, así que simplemente actuó. Una vez más, ella lo besó con urgencia y Cole no tardó en corresponderle el beso, moviendo los labios desesperadamente sobre los de ella, disfrutando del frenesí que le causaba al estar besando su boca. Y era enloquecedor. Cole nunca antes había disfrutado tanto besar a una mujer, pero era peculiar la manera en que parecía estar disfrutando de este beso.
Mientras se besaban, Lili lo tiró hacia atrás. Juntos retrocedieron hasta que chocaron con la camilla. De repente ella se separó bruscamente.
- Shh.- Lili colocó el dedo índice sobre sus labios, silenciándolo antes de que pudiera quejarse.
Cole la vio tomar una silla que estaba a un rincón y luego la arrastró hasta ubicarla al centro de la habitación. Ladeó la cabeza y le indicó que se sentara.
- Siéntate.
Cole obedeció sin vacilar. Se sentó en la silla frente a ella, sin apartar los ojos de los suyos. Lili colocó las manos en su cadera.
- Bájate los pantalones.- le ordenó.
Joder, como lo ponía cuando era así de mandona. Se desabrochó el cinturón y se lo bajó de un tirón. De inmediato pudo sentir la pesada mirada de Lili clavada en su entrepierna, en la enorme erección que se pronunciaba debajo la tela del bóxer.
- Ahora el bóxer.
Cole lo tiró hacia abajo también, hasta que sus pantalones y el bóxer quedaron a la altura de sus tobillos. Lili se mordió el labio y lo examinó por un buen rato. Largo y ancho, su miembro apuntaba erguidamente hacia el techo, demostrando virilidad y autoridad ante los ojos de cualquier mujer, en este caso, a Lili.
Queriendo saber si era tan duro como se veía, Lili se arrodilló frente a él y le dio un ligero apretón a su erección. Un gemido gutural de pura satisfacción ascendió de lo más fondo de la garganta de Cole, seguido de un gruñido que pareció casi animal.
- Sí…
Maldita sea, era mucho mejor cuando ella lo tocaba que cuando lo hacía él mismo. Lili exploró con los dedos el largo de toda su erección, contemplándolo con los ojos bien grandes y brillando por el entusiasmo. Con el dedo índice recorrió su polla desde la base hasta la punta, luego ahuecó con las manos sus testículos y pudo sentir lo tensos que estaban, llenos y a la espera de ser vaciados por una buena corrida que pronto Lili le daría.
- Mastúrbame.- dijo Cole con la voz ronca.
- ¿Perdón? No te oí.- dijo ella, alzando la vista para mirarlo con toda la inocencia y dulzura que le fue posible fingir.
- Enfermera, hágame una paja. Por favor.
Lili comenzó despacio, deslizando la mano de arriba hacia abajo, muy lentamente. Cole entreabrió los labios y jadeó fuerte, hinchando y deshinchando su pecho con cada suspiro que botaba. Bajó la mirada y observó con los ojos empañados de placer como su polla era poseído por las finas manos de Lili. Dios, le gustaba tanto la manera en que ella lo tocaba. Gimiendo, echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Podía sentir con toda la lujuria del mundo la manera en que ella follaba su polla con la mano: arriba, abajo, arriba, abajo. Era una práctica de la cual jamás se cansaría de experimentar.
- Más rápido.- gimió Cole.- oh, sí. Justo así nena.
La respiración de Cole se volvió más trabajosa. Sus gemidos más fuertes, sus jadeos más constantes. El sudor ya comenzaba a emanar de su frente y tenía la espalda de la camiseta empapada de sudor. Apretó los dientes y las venas de su cuello resaltaron cuando Lili pasó la yema del pulgar sobre su glande hinchado, y el ritmo con que lo masturbaba aumentó. Líquido preseminal brotó desde la punta del pene, que se deslizó hacia abajo y se escurrió por entremedio de los dedos de Lili.
- Mierda, ya estoy cerca.- gruñó él como un animal.- me corro…
Entonces, Lili abruptamente alejó las manos de él, dejándolo muy cerca de lo que sería el mejor orgasmo de toda su vida. Cole gimió con frustración y la miró irritado.
- ¡Maldición, no! ¡Debes de estar bromeando!- gruñó.
- Silencio.
Lili se levantó y estiró la mano hacia la mesa en donde estaban las herramientas. De allí, alcanzó un frasco blanco de tamaño mediano y lo destapó. Luego se volvió a arrodillar frente a él y retomó su faena de masajear su polla con la mano derecha, estimulándolo en busca del orgasmo que anteriormente le fue arrebatado.
- Oh.- la boca de Cole se abrió en una perfecta “o”.- ¡Sí, sí!
Lili apuntó el glande de Cole en dirección al frasco al momento que se corrió, dejando que lo expulsara todo y llenando hasta el último rincón del frasco con su esperma. Con un último gemido proveniente de Cole, Lili meneó su erección y una vez que estuvo segura que ya se había vaciado por completo, lo soltó. Cole se sintió a gusto, relamiéndose los labios como si pudiera saborear el orgasmo que acababa de experimentar, y que ahora, le pertenecía a Lili.
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Donador➵ 『 sᴘʀᴏᴜsᴇʜᴀʀᴛ 』《O.S》ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴅᴀ TERMINADA
Fanfic『 HISTORIA ADAPTADA』『 HOT』 《ONE SHOT.》|TERMINADA|