Capítulo 4

41.5K 1K 57
                                    

Al día siguiente

Empecé a salir del sueño poco a poco. Me daba la sensación de que me había empezado a despertar por alguna razón, pero estaba demasiado somnolienta como para descubrir el por qué. Me moví un poco sobre las sábanas, sintiendo el roce de éstas bajo mi cuerpo. Desde hacía bastante tiempo me había acostumbrado a dormir desnuda, ya fuera invierno o verano, sin embargo, ahora eché en falta la sábana que debería tener encima. Entonces, unas manos me separaron las nalgas y sentí como algo se iba introduciendo en mi ano. Abrí los ojos al instante, y por instinto, apreté el culo. Tenía la intención de volverme para saber quién me estaba haciendo eso, pero una mano me agarró del pelo, manteniéndome la cabeza en el mismo sitio, aunque sin tirar de él ni hacerme daño. 

-No tenía intención de despertarte. Pero ya que lo estás, mejor relájate, sino podrías hacerte daño-susurró Carlos antes de sentir como algo se intentaba meter en mi culo de nuevo. Me removí debajo de él, pero Carlos no me permitió el más mínimo movimiento, echando parte de su peso sobre mi espalda y una de sus piernas sobre las mías. La presión sobre mi culo creció hasta que noté como algo duro y un poco frío se introducía en mí. Solté un jadeo por el pequeño dolor que me provocó, pero segundos después me removí debajo del cuerpo de Carlos, acomodando lo que, a todas luces, parecía ser uno de mis plugs mientras soltaba un pequeño suspiro de placer-. Lo llevarás puesto hasta que vuelva a casa y te desate. 

-¿Me desates?-pregunté cuando Carlos quitó su peso de encima de mí y pude volverme rápido mientras me tapaba con la sábana. Con el movimiento me percaté aún más del objeto extraño dentro de mi culo. 

-Sí. Antes de salir voy a atarte de nuevo a la mesa para que te pongas a escribir. Y no hace falta que te tapes tanto. Te he visto muchas veces desnuda. 

-Solo porque parece que no entiendes que si una puerta está cerrada, hay que llamar antes de entrar-dije mientras llevaba la mano hasta mi culo para sacarme el plug. Pero Carlos se movió rápidamente y me agarró por la muñeca, evitando que llegara siquiera a acercarme a mi objetivo. Se puso muy cerca de mí, mirándome fijamente a los ojos. 

-Que ni se te pase por la cabeza sacarte el plug del culo. Se quedará ahí hasta que yo vuelva y te suelte, ¿entendido?-yo no pude hacer otra cosa más que asentir y aceptar lo que él demandaba-. Bien. Tienes cinco minutos para hacer lo que tengas que hacer. Después te llevaré hasta tu despacho y te ataré, estés como estés, así que mejor date prisa y está preparada para entonces. 

Una vez que terminó de hablar, salió de mi habitación. A estas alturas, no dudaba en que si siguiera desnuda una vez que hubieran pasado esos cinco minutos, me pondría los grilletes así como estaba. Así que salí rápido de la cama y fui al baño. Me lavé la cara e hice mis necesidades. Una de ellas se quedó sin hacer dado que no podía sacarme el plug, pero tampoco es que yo fuera muy tempranera en eso, así que no habría problema. Salí y me vestí con ropa cómoda para estar en casa. Apenas había terminado de ponerme la camiseta cuando Carlos volvió a entrar en mi habitación. Me agarró por la cintura, acercándome a él y llevando su mano entre mis nalgas, apretando el plug dentro de mí. 

-Bien, sigue en su sitio. Perfecto-me puso las manos sobre los hombros y me dirigió hacia mi despacho. Me sentó en la silla con fuerza, haciéndome sentir aún más el plug en mi interior y el dolor por los azotes que recibí el día anterior. Agarró mis pies y me puso los grilletes-. Esta vez serán tres horas. Aquí te dejo un zumo y un sándwich, por si te entra hambre. Hasta luego-y sin más dilación, salió del piso. 

Me pasé las siguientes dos horas escribiendo. Ya llevaba cinco hojas escritas, y parecía que iba bien la cosa. Las escenas surgían con fluidez, una tras otra y había tenido que abrir un nuevo documento donde apuntarme algunas ideas que se me habían ido ocurriendo mientras trabajaba. Habría estado muy contenta si no fuera porque el plug me estaba incomodando demasiado. La primera hora había pasado más o menos bien, pero ahora apenas podía escribir una palabra sin moverme en mi asiento. Realmente no podía más, así que decidí sacármelo. Cuando volviera Carlos, simplemente le diría que no podía soportarlo más. Seguro que entendería mi posición. Además, lo de los plugs no tenía nada que ver con lo de escribir, así que no creo que pudiera quejarse demasiado por eso. 

Me levanté con cuidado de no separarme de la mesa, porque las cadenas no me dejaban mucho espacio de maniobra. Me bajé los pantalones y las bragas y agarré la base del plug. Empecé a tirar hacia fuera, pero sentí como mi propio culo estaba en mi contra al agarrarse al objeto y no querer dejarlo salir. Pero tiré más fuerte, y en un solo movimiento lo logré sacar. Sentí una gran sensación de alivio en cuanto estuvo fuera. Lo miré y al final pude ver qué tamaño me había puesto (el cuarto empezando por la izquierda). Estaba completamente limpio. Una cosa menos en la que pensar. 

Me volví a sentar y continué escribiendo, pero al poco tiempo volví a parar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me volví a sentar y continué escribiendo, pero al poco tiempo volví a parar. Me removí inquieta. Ahora, la sensación que imperaba, era la de vacío. No me gustaba para nada, pero no creía que pudiera llenarme de nuevo. Mi culo no estaba acostumbrado y lo tenía un poco dolorido, así que, con el tiempo que me había pasado llena tendría que valer. Sin apenas darme cuenta, terminó el tiempo que me había dicho Carlos y a lo lejos escuché como él entraba en el piso. Estaba terminando de escribir una escena, así que simplemente lo ignoré cuando sentí que estaba a mi espalda. Cuando acabé, me giré hacia él, sonriendo. 

-He escrito diez hojas-respondí orgullosa. Carlos me miró sin decir nada, completamente serio. ¿Qué le pasaba? ¿Es que no estaba feliz por hacer conseguido que escribiera de nuevo? Me sorprendió cuando me agarró y me acercó bruscamente a él. Al tener los pies atados bajo la mesa, me tropecé y acabé cayendo sobre él. Me sujetó por la cintura y al instante bajó las manos hasta mi culo, metiendo una de sus manos entre mis cachas. 

-¿Por qué el plug no está metido en tu culo?-dijo con un tono de voz amenazante. 

-Hace una hora me lo saqué, porque me estaba molestando demasiado. Ya no pude aguantar más y me lo quité-lo miré a los ojos, separándome de él y haciendo que las cadenas de mis pies tintinearan en el proceso mientras señalaba el plug encima de la mesa. Él me seguía mirando, sin quitarme los ojos de encima, lo que me incomodó sobremanera. Me encogí de hombros, un poco nerviosa por su mirada-. Lo del plug no tiene nada que ver con lo de la escritura, y ya te he dicho que me estaba molestando mucho. 

-Ya veo-respondió mirándome de una manera extraña. Se agachó y me desató los pies-. Muy bien. Mañana seguimos-salió de la habitación rápido y el resto del día se la pasó en la calle. No suele estar tanto tiempo fuera, pero la verdad es que, después de lo que había pasado esta mañana, prefería tener cierta distancia con él. 

SometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora