Unattainable ; SeungPyo

05

Era el único día del mes en que salía el sol luego de tantos días de lluvia.

Llevaba unas flores de distintos tipos con el mismo color; Amarillas. Debía admitir que no quería ir porque sabía que iba a llorar al ver el nombre de su novio junto con dos fechas, de su nacimiento y de su fallecimiento. No, no quería ver eso.

Pero sabía que debía ir, porque sabía que, si hubiera sido al revés, si en vez de Dongpyo hubiera sido él, el menor hubiera ido a verlo aunque fuera doloroso.

Estaba ahí, sentado en el cemento al lado de la tumba del menor. Las flores en un jarrón junto con una foto de Dongpyo, el menor sonreía mientras tenía un patito de peluche en sus manos. Se veía tan lindo y tierno.

─ Si vienes a verme... ─Seungwoo volteó viendo al menor─ Sonríe ─Sonrió débilmente para el menor. Quería volver el tiempo atrás solo para poder abrazar al menor, para acariciar su pelo cuando este miraba una película o intentaba dormir, tomar su mano cuando caminaban por la calle o cuando se les diera las ganas. Repetir una y otra vez las pequeñas acciones que solían compartir día a día, solo una vez más. De nuevo lagrimas caían. El menor miraba las flores amarillas con una débil sonrisa.─ Hyung, sabe que lo estaré esperando. Pero esa espera será larga, no se acabará pronto. ─Seungwoo asintió.

Cerró los ojos sintiendo el viento en su cara. Dongpyo ya no estaba.

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Volvía a casa, ya no podía llamarlo un "Hogar". Tiró las llaves, dejó su abrigo tirado en el sillón y se fue a la habitación.

Se puso su pijama y se metió a la cama. Ahora todo parecía una rutina, haría lo mismo todos los días.

Abrazó la almohada que estaba en el lado donde dormía Dongpyo. Una hoja pequeña estaba atrapada entre el colchón y el respaldo de la cama, miró extrañado aquella hoja y decidió leer lo que estaba escrito.

"La vida da sorpresas que quizás no queríamos tener o vivir. Sea buena o mala, debemos seguir y aceptar lo que vendrá luego de eso, aprender a vivir con ello...Seguir..."

Era en las hojas pequeñas que solía escribir Dongpyo cada noche.

Suspiró. Sabía lo que quería decir ese escrito, sabía lo que quería decir Dongpyo. Pero no sabía cómo empezar.