Polvo

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Realmente estaba todo lleno de polvo, pero estaba mas limpio que mi cuarto, había unas cosas cubiertas por una manta negra, la retire y ahí estaban, una televisión y un viejo aparato para DVD'S. Esto va a ser de ayuda, con la manta comenzé a limpiar un poco el lugar, lara cuando finalizé la manta ya no era negra, era gris de tanto polvo que había limpiado. Subí dos sillas y las coloqué enfrente de la televisión, aunque no estoy segura de que aún funcione, no había sido usada en años, iré por algunas cosas abajo y luego intentare que encienda. Subí tambien una mesita y algunos juegos de mesa que mi madre usaba para desestresarse, los acomodé pero...

Ding, Dong.

El tímbre. Bajé rápidamente para llegar a la puerta y abrir la misma, lo cual hice.

Ahí estaba, cargaba unas cosas en sus manos, y con la otra hizo una pequeña seña de saludo.

-Hola Miri, ¿Me extrañaste?-

Sonreí levemente.

-Supongo que si Will, pasa, estas en tu casa-

-Gracias Miri.-

Me aparté y el entró, al observarla se quedo quieto un segundo y luego avanzó.

-Que... hermosa casa Miriam, me gusta sus tonos y su... originalidad-

Se veía forzado y algo nervioso, apuesto a que le parecía un asco, estaba segura, pero seguía corriente.

-Gracias Will, si gustas puedes dejar eso en la cocina- mire sus manos con las palomitas y despues señale la cocina.

-Claro, gracias-

Se dirigió a esta y yo mire un espejo de sala, me coloqué enfrente de el y... DIOS, ME VEÍA DE LA MIERDA, mi cara estaba llena de polvo al igual que mi ropa y cabello, y este último despeinado a manera terrible, ¿Ahora que hago?,.

-Tu debes de ser Will- Llego la voz de mi madre a mis oídos. Ay no.

-Si, señora, gusto en conocerla-

-El placer es mio muchacho, en unos minutos les llevaré unos pequeños refrigerios que les preparé, diviertanse-

-Gracias... otra vez-

Que incomodo. Al menos tu mamá no lo criticó, tenía la mala fama de criticar a todos mis amigos, bueno... a los que lo eran.

Me quede pensando frente al espejo hasta que distinguí el reflejo de Will que estaba detras mio.

-Creo que te llenaste un poco de polvo Miriam- dijo en tono sarcástico acompañado de una sonrisa.

-Gracias por el dato Will, iré a lavarme-

-No hace falta, te ves linda así-

¿Yo le parecía linda?, yo le parecía linda. Sentí un ligero cosquilleo en mis mejillas, un lindo cosquilleo, a lo que muchos llaman sonrojo.

-Ven, te ll-llevare a mi habitación, esta m-muy arriba-

Me giré y subí las escaleras, observaba de reojo a Will, que, igualmente observaba todo alrededor.

Llegando arriba, subí la otra corta escalera llegando a el ático. En cuanto entamos me fijé que todo estaba terriblemente mal acomodado y aún había restos de polvo en ciertas áreas.

-¿Esta es tu habitación?- preguntó Will con tono seco. ¿Se habrá dado cuenta de que le mentía?.

-S-Si, no es mucho pero... me gusta- agaché la cabeza y comencé a jugar con mi cabello sutílmente.

-Pues, creo que es... bonito. Tiene lo simple y no demaciado, tambien me gusta.-

Suspiré, me acomodé en una parte y lo invite a que tambien entrara mas adentro. Rayos, eso se escuchó mal.

-B-Bien, ¿Qué te gustaría hacer primero?, tengo juegos de mesa, podemos ver la Televisión o podríamos... NO TE MUEVAS-

-Okey, calma, estaré aquí-

Bajé denuevo y subí con un botiquín, le señale un sofa que estaba algo arrumbado, el entendió y se sentó en este, yo hice lo mismo junto a el. Saque del botiquín una crema para el dolor muscular, unas vendas y unas pastillas.

-¿Qué haces Miriam?- me miro Will con expresión curiósa.

-Curo tus heridas, dije que lo haría, además, se ven muy mal- continué y empezé a masajear su brazo con la crema suavemente.

-Si, gracias Miri. Esta vez mi padre si estaba muy mal.-

De nuevo hablando de su padre, es algo incómodo.

-Y dime, ¿Tienes hermanos?-

-Si, una pequeña llamada: Piaf, y uno mayor llamado: Sam.-

-Vaya, y... ¿Qué edad tienen?-

-Piaf, 11 y Sam, 29-

-Pues hay mucha diferencia entre uno y otro-

-Si, es decir, tengo 17, hay mucha diferencia entre ello...-

Terminé con su brazo y lo envolví en vendas, luego note un ligero golpe en su rostro, por lo que ahí tambien comencé a frotar crema.

-Auch, oye... no me avisaste que me curarías el rostro también-

-L-Lo siento, si quieres dejo de curarte...- aparté mis manos

-No, esta bien... eres buena en esto- tomo mis manos de nuevo y las colocó en su rostro.

...

¿Porqué me siento de esta manera?


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⏰ Última actualización: Oct 30, 2014 ⏰

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