Ideas

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-¿E-Estas bien?- pregúnte con voz entrecortada.

-Claro Miri, ¿Porqué no habria de estarlo?- Volteó a verme y sonrió como si nada.

-Pues... tu rostro esta algo... lastimado-

-¿Qué?, Ah... claro, no te preocupes, solo son problemas qué suceden en la vida diaria-

¿Qué coño significaba eso?

-Claro, no importa- Caminé cabizbaja hasta llegar a la puerta principal.

-¿Traes algún refrigerio Miri?- preguntó Will sacando su billetera

-N-No, yo... no tengo hambre- coloqué mi brazos en mi estómago

-¿Una señorita sin hambre?, eso es imposible Miriam.- saco un poco de dinero y me lo ofreció -Toma, comprate algo peque-

¿Peque?, ¿Ahora ya no era Miri?, ¿¡Era peque?!

-No, gracias, encerio no tengo hambre-

-Pues, por si te llega a dar, ya sabes... "Mas vale prevenir que lamentar"- tomo mis manos y coloco las monedas en ellas.

-Gracias, supongo- Cerre mi mano y metí las monedas en mi bolsillo del pantalón, espero no olvidar que estan ahí.

Soy olvidadiza eso no lo niego, suelo olvidar lo mas importante, y las cosas simples... las recuerdo a la perfección, aunque unas monedas no son importantes, ¿Porqué habrian de serlo?, Porque te las dió Will, pensé. No, claro que no. El es mi amigo, mi primer amigo, solo estoy emocionada por ello...

Me dirigí a sentarme en algún banco, divisé uno bajo de un arbol, fuí y me senté lo cual era tonto porque no habia sol. Will solo caminó y se sentó junto a mi.

-¿Ya me vas a decir que fue lo que te sucedió en el rostro?- jugue con mis manos algo nerviosa

-Ya te dije, no es nada grave-

-Si no es nada grave, ¿Porqué no me lo dices?-

Me puse más nerviosa, estaba siendo muy entrometida, pero quería saber.

-Pues... - Aparto y delvolvió la vista rapidamente. -Mi padre estaba ebrio anoche, y, quería golpear a mi madre... no iba a dejar que lo hiciera, es decir, es mi mamá-

Sentí un nudo frio en el estomago, justo ahora y por mi culpa... estaba en una situación incómoda. ¿Qué diras al respecto?, era lo unico que pensaba una y otra y otra vez.. deje que las palabras fluyeran solas.

-Lo siento,N-No sabia que...-

-No importa Peque, no es grave, ya es la quínta vez que sucede y además ya no duele tanto como antes-

Me sentí el tríple de incómoda. Ni siquiéra estaba pensando en lo que decía.

-Y-Yo, se curar heridas... si quieres podrías venir a mi casa despues de clases-

¡¿Qué haces idiota?!

-¿Lo dices encerio?- su rostro se iluminó.

Rayos, ahora no podía decirle: NO, NO PUEDES.

-Claro, y si quieres, vemos alguna pelicula, tengo demaciadas en casa casi nunca las veo, ya sabes, por falta de compañia- ... ¿¡QUE COJONES?!

-Eso seria... no, gracias pero no quiero molestarte Peque-

-No es molestia- Una sonrisa "falsa" surgió de mi rostro.

No, no, no... ¿Qué estaba haciendo, mi mamá se enfadara si llevo alguna visita sin avisar, además... mi casa es un asco, si Will la viera probablemente no querria saber más de mi.

-Pues...- soltó un pequeño suspiro -Supongo que estaria bien ir a tu casa, no quiero entrar a la mia, me recuerda cosas que... si, ire a tu casa despues de clases, gracias Peque-

Sono el tímbre de entrada, me senté obviamente en el banco de adorno y Will entro a la institución. Bien, tengo unas 3 horas para planear que hare con Will y como explicare a mi mamá el porqué llevaba a un chico a casa. Solo espero que... no pase algo que arruine todo.

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BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora