Se sentía algo intimidado por todo, esperaba con algo entre formal y casual, no sabía a dónde irían, lo mejor era estar preparado para todo, hacía frío esa mañana, más de lo usual creía, pero tal vez era porque no estaba en su cama como debería o corriendo de un lado al otro, tal vez eso explicaba porque ahora sus mejillas las sentía heladas pero seguramente rojas, abrazado a sí mismo con una bufanda a juego con su ropa, por ir de esa manera no pudo abrigarse como le gustaría, el solo tenía lo esencial, por eso no tenía abrigos o sacos que fueran para la ocasión.
Esperaba un auto bueno, pero no semejante maravilla, imaginaba que el hombre si quisiera compraría un ferrari o quince tal vez, era un modelo nuevo, perfectamente pulido, parecía recién sacado de compañía, pero a eso, el hombre no iba conduciendo, tenía un chofer por lo visto.
—Harry ¿Cierto? iremos a hacer unas cosas antes de desayunar, espero no te moleste— el hombre no se molestó en bajar, solo abrió la puerta, por el reflejo de la luz sobre esta se dio cuenta de que no era negro el auto, era un azul oscuro bastante elegante —Sube, hay mucho que hacer—
Sin mirarlo ni dudarlo, Harry entró, sintió la calefacción reconfortar todo su cuerpo una vez la puerta estaba cerrada, adentro no era menos lujoso, de hecho había bastante espacio, el sofá era de un tono vino y era muy suave al tacto bajo sus manos. Miro por primera vez al hombre, estudiando cada detalle y solo podría describirlo con la palabra "intimidante".
El hombre iba con el cabello pulcramente peinado, una gabardina que le cubría de un tono gris oscuro, bastante cálida por lo que veía, una camisa negra de cuello alto sobresalía, unos guantes que amoldan perfectamente la mano del hombre, unos pantalones negros y unas botas, simplemente no podía con un hombre como él, con esa mirada de superioridad y de poder examinar incluso tras tus mentiras, sus rasgos finos y estilizados, no sabía si sentirse aliviado por su atractivo o preocupado por la actitud que tenía.
—Iremos a hacerte unos estudios, tomarán un rato, así que te tomaran tus muestras y mientras están los resultados iremos a hacer el resto de cosas que nos toca— Aviso el hombre apenas mirándolo de reojo, los quince minutos de camino fueron en total silencio.
Harry no esperaba que lo primero que hicieran fuera ir a una clínica donde le tomaron varias muestras de sangre e incluso de orina, fue algo vergonzoso e incómodo ser obligado a ir a llenar un pequeño frasco a un cuarto de baño muy pequeño teniendo a un enfermero, al doctor y al rubio esperando afuera. Simplemente desastroso.
Aunque fue un consuelo que el hombre no comenta nada al respecto e inmediatamente fueron a un buen lugar bastante íntimo y hogareño a desayunar, el aroma a café recién tostado inundaba el lugar, las mesas eran cómodas, con sofás suaves, era cálido y pudieron quitarse esas prendas extras, porque el lugar era simplemente reconfortante.
—No mires precios y solo pide lo que quieras— comentó el hombre cuando les dieron el menú, Harry solo asintió.
Ya era bastante tiempo en el que no comía algo como un simple pan dulce, así que no dejo de mirar un lado a otro para saber qué pedir, se decantó por un capuchino de chocolate, se veía hermoso ese contraste de blanco y un café oscuro, con su espuma y ralladura de chocolate por encima, se veía simplemente apetitoso. Pero en cuanto a la comida como tal, no tenía ni idea de que pedir, estaba perdido con tanto nombre elegante.
—Te gusta lo dulce ¿Cierto?— preguntó el hombre que bajaba ya el menú.
—Bastante, creo que a la mayoría, estoy acostumbrado a un desayuno salado, pero creo que el frío lo amerita— sonrió ligeramente, sin mencionar que necesitaba algo para no terminar por desmayarse por sacarse sangre.
—Supongo— sonrió ligeramente —ya no eres un niño, así que te recomendaré algo que seguramente adorarás, deja los pancakes o waffles para la casa, ahora probaras lo que es un verdadero postre— sonrió ligeramente antes de llamar a un mesero con un ligero movimiento con la mano.
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Simple capricho
FanfictionHarry se había marchado de casa de su padrino, quería ser independiente, era una lucha entre ser autosuficiente y enojo, era tan impulsivo como Sirius, ambos pensaban después tomar las acciones, odiaba esa actitud suya, ambos lo hacían, pero eran ig...