Capitulo 7: ¿Esperanza?

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Proxima dedicacion: voto 35.

Estaba con Pilgrim, si, así tal cual lo escuchaban, Pilgrim y yo. Él se encontraba pastando a unos metros míos y yo me encontraba sentada sobre la valla del cerco de los corrales. La tropilla se encontraba un poco más lejos de Pilgrim.

No se porque había ido allí, pero luego de lo ocurrido con Mike todo lo que pude hacer fue irme allí, a ver a Pilgrim, mi corazón parecía estar pidiéndolo a gritos y quería estar con mi caballo, créanme que si, pero los malditos demonios me lo impedían. Al menos había logrado darle un poco de pasto sin asustarme, pero cuando él se dio cuenta de que yo no lo tocaría o me acercaría mas se alejo a pastar con la tropilla. Yo había aprovechado ese espacio que nos separaba para poder sentarme tranquilamente sobre la valla.

Una suave brisa estaba soplando ahora, así que el sol no resultaba tan agobiante como antes. Estaba intentando pensar, creo que jamás podré volver a ver a Mike de la misma manera, él había hecho algo un poco brusco para mi gusto y implemente eso me hizo dudar sobre muchas cosas.

Sacudí la cabeza para alejar esas ideas, ahora estaba con Pilgrim y debía aprovechar cada momento para mentalizarme e intentar superar mi miedo, alejar a lo demonios que aun amenazaban con hacerme caer.

Ahora creo un poco mas en Mike, se que él no me dejara caer, que cumplirá con su promesa, lo de hoy fue todo lo que necesitaba para comprobarlo. Una sonrisa se dibujo en mi rostro cuando recordé a Mike, su beso. Él había sido tan delicado y tierno, mi primer beso. Me daba vergüenza decirlo, pero era la verdad, a los trece tuve el accidente y luego de eso nadie me volvió a mirar de la misma manera, así que nunca había tenido mi primer beso, y ahora lo tuve, y no pudo haber sido más hermoso. Mike seria fuerte, practicaría boxeo y salto, pero cuando se trataba de besar era tan delicado y suave...

Un relincho agudo hizo que vuelva a la realidad. No era Pilgrim, se trataba de una yegua de la tropilla que había alzado la cabeza y ahora se acercaba caminando hacia la valla, junto con toda la tropilla.

Me sonroje al darme cuenta las cosas que estaba recordando y que pensaba respecto a eso ¿Quién lo diría?

Me volví hacia atrás y vi que mi abuelo venia caminando con una carretilla llena de panes de pasto. Baje de la valla y me dirigí junto a él, alimentar a los caballos podría ayudarme con mis miedos e inseguridades.

Los caballos de la tropilla y Pilgrim se acercaban a la valla, algunos más rápidos, otros más lentos, era una mescolanza de colores. Tordillos, tobianos, bayos, zainos, algunos motados, otros lisos; la mayoría con algún que otro detalle de otro color, en general blanco.

Mi abuelo me sonrió al verme llegar junto a él. Seguía empujando la carretilla y ya los caballos y yeguas empezaban a amontonarse sobre la valla, relinchando.

-¿Puedo ayudarte?-me ofrecí. Si a mi abuelo le pareció extraño o se sorprendió por mi actitud, no lo demostró, simplemente se limito a enseñarme una radiante sonrisa.

-Por supuesto, Charlie-dijo felizmente. Me mostró como tenía que separarlos en partes más pequeñas y que tenia que tirarlos bastante lejos para que los caballos se fueran alejando de la valla y así los ponis o los dos potrillos podrían comer más tranquilos. Asentí y nos pusimos manos a la obra, claro que yo no tiraba muy lejos mis partes, así que tenia que correrme a los costados para poder alejar algunos caballos de otros. Mi abuelo reía mientras yo corría a medio metro de lejanía de la vaya, llevándome conmigo algunos caballos. Trasportaba un pan de pasto entero y luego, en el piso, lo repartía y se los entregaba a los cuatro o cinco caballos que solían seguirme.

Cuando terminamos yo ya estaba roja por estar corriendo y sudada. Mi abuelo me ofreció una botella de agua pequeña que él había traído consigo y yo acepte encantada. Tome la mitad y se la devolví a él. Comenzamos a caminar hacia los boxes para guardar la carretilla, alejándonos de la tropilla que comía a nuestras espaldas. Se escuchaban algunos relinchos, seguramente provenientes de caballos que peleaban por la comida.

Estábamos a medio camino, mi corazón ya había vuelto a la normalidad cuando mi abuelo volvió a hablar.

-¿Ya has conocido a Mike?-pregunto desinteresadamente. Sentí como si el corazón se me parase por un segundo y como el rubor subía a mis mejillas. Mi abuelo me miro de soslayo-. Estas roja, ¿es eso un si?-comento, lo que hizo que me pusiera mas roja. Lo escuche reír por lo bajo.

No hablamos mas durante todo el camino, y cuando llegamos mi abuelo guardo la carretilla y nos dirigimos de nuevo a la casa, ya eran la seis y media de la tarde, por lo que deberíamos merendar.

En la noche no podía dormir, el beso de Mike se proyectaba una y otra vez acompañado de las palabras que él me había dedicado ¿habría sido verdad? ¿Me estaría engañando? ¿Hacia bien en confiar en él o había malinterpretado lo que yo había tomado como una señal de que si podía confiar en Mike, de que era seguro?

Finalmente logre apartar todos esos pensamientos de mi mente, los cuales se dirigieron en dirección a Pilgrim ¿Qué haría con él? Mañana en la mañana iría a verlo nuevamente, de eso no había duda, iba a atacar al demonio lento pero con constancia hasta poder acabar con él.

Una sonrisa involuntaria se dibujo en mi rostro. Algún día. Algún día voy a dormir sin temor a esas pesadillas. Algún día voy a dejar de temerles a los caballos. Algún día voy a volver a montar...

Algún día volveré a confiar.

Y con ese pensamiento logre conciliar el sueño, pero no sin que antes lo que Mike me había dicho ese día se proyectara frente a mis parpados como un recuerdo.

Te quiero.

Hola!! senti que me estaba yendo mucho del tema central que son Charlie y Pilgrim, asi que intente volver un poco a su relacion, sin sacar de lado a Mike.

No tengo nada mas que decir, es tarde, dos capitulos en un dia y estoy cansada. Voten y comenten, muchas gracias por el apoyo!!

Volteo © (Disponible en Argentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora