¡Ay Dios! ya quiero salir de esta casa. Llevo casi dieciocho años esperando, por fin, poder salir a divertirme como toda chica normal, bueno... No soy normal pero soy una chica y quiero tener una vida.
No puedo hacer más que hacer un video llamado con Roxie. Mi mejor amiga. Ella me comprende, solo a veces.
- En serio Sophie, tienes que esperar... solo unos meses más.
Ella siempre tan optimista. Su vida es normal. No pasa dentro de cuatro paredes. Ella si ira al baile de la escuela, tiene un novio encantador, como acompañante, aunque no lo conozco. Sus padres no la restringen como a mí. Encerrada en mi propia casa.
- Roxie... lo único que quiero es salir de esta casa - suspiro - solo salgo a la escuela en auto y vuelvo a casa.
- Pero solo queda este semestre para acabar el año, ¡Y la vida escolar! - grita a través de la pantalla - además me contaron que llega gente nueva a la escuela.
- Verdad... - murmuro. Me había olvidado por completo que Roxie convenció a mis padres de poder ayudar en el baile de último año - ... Aunque solo iré a ayudarte con la organización.
- Si, si. Lo sé mejor que nadie que no se te dan mucho las fiestas de estos lados - levanta las manos sintiéndose ofendida - pero quién sabe ¿Si alguien de la gente nueva llega y te pide ir al baile?
- Tendría que estar loco para fijarse en una chica que no puede salir por si sola de la casa sin meterse en problemas.
La última vez que salí de casa sin que mis padres se enteraran, todos los de la fiesta, o la mayoría, término durmiendo en donde cayó, literalmente en donde cayó.
- ¡Sophie! - grita mi madre desde donde quiera que esté en la casa - esta lista la comida.
Creo que está en la cocina o en el comedor.
- No te retengo más tiempo - Roxie trata de disimular una sonrisa pero no trata lo suficiente.
- Hablamos mañana en la escuela.
- ¿Pasas a buscarme?
- Siempre. Adiós.
- Adiós.
Cierro el portátil y me levanto de la silla. Me miro en el espejo que tengo detrás de la puerta y ahí estoy yo. Una chica nada común oculta en un mundo que no conoce nada más allá de la razón y la lógica.
Llego al comedor y veo que mi madre ha preparado mi comida favorita. Lasaña con queso extra. Se me hace agua la boca. Llega de la cocina con un bol de ensaladas. Esta radiante. Feliz no es la palabra correcta. Algo oculta, tengo el presentimiento de que algo bueno puede pasar.
Nos sentamos en la mesa. Mi padre, James, a la cabeza; mi madre, Isabella, a su derecha, y yo a la izquierda. Mi padre no parece muy feliz que diga. En realidad es muy serio, pasa la mayor parte del tiempo afuera, trabajando, o encerrado en su cuarto privado. Su Cuarto como lo bautizamos mi madre y yo.
Están muy tranquilos, sin comentarme nada, solo me miran. Algo esconden. No sé si puedo aguantar tanto tiempo sin saber lo que pasa. Mejor me muerdo la lengua o termino de comer la lasaña de mi plato. Mejor comeré en silencio y les seguiré el juego.
- ¿Cómo te encuentras, cariño? - mi madre habla después de que terminar de comer.
- Estoy... - Ansiosa por el último semestre en la escuela. Intrigada por que se que algo ocultan y no me lo dicen - ... Bien - respondo al final.
- James... por qué no hablas tú mejor.
¿Qué mi padre hable? ¿De qué?
- Roxie...- dice mi padre - ... sabes que ella nos presiono para darte permiso de ayudar en la organización del baile.
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Mi Sangre: La traición familiar
FantasySophie Lowell vive oculta por una desgracia que a pasado en su mundo. Durante toda su vida, ella a tratado de salir a recorrer el lugar donde habita pero la sobre-protección de sus padres la mantiene en casa. cuando Zack Stone, el chico nuevo, llega...