Mi madre me despierta con su voz dulce. Me ha traído el desayuno a la cama. Me duele la cabeza. No tome tanto. Debe ser por lo del chico. Tengo que preguntarle a Roxie como esta.
Cuando mi madre sale de la habitación me levanto de un salto y tomo mi portátil y me siento de nuevo en la cama con las piernas cruzadas. Mientras espero que Roxie coja el video llamado, me tomo mi café con leche. Vaya esta rico, y siento el sabor del café y de la leche por separado.
- Vaya... - Murmuro cuando veo a Roxie.
- ¡Hola! - Saluda con una sonrisa deslumbrante que deja ver sus nuevos colmillos.
- Son pequeños - Le digo.
- Es porque son nuevos. Son como de leche - Se ríe.
- ¿Y tus ojos? - Pregunto. Anoche no me acorde de verlos.
- Tengo que usar lentes de contacto hasta que se me asiente el color.
- Vaya... - No sé que más decir.
- ¡Son verdes! - Dice en un grito.
Se saca los lentes de contacto y se los veo.
- ¡Qué verdes! - Exclamo.
- Se tienen que asentar. pero cuando muerda serán verdes.
Luego de eso le cuento cuando la llevamos donde sus padres. Ella no se acuerda de mucho pero si cuando llego a su casa. Estaba hiperventilada. Decía que tenía hambre. Lo bueno es que sus padres tenían una reserva para ella.
Después de almorzar, les pido a mis padres que me dejen ir a dormir a la casa de Roxie. Ellos se miran entre sí pero, luego de una pausa infinita, asienten. ¡Sí!
Llamo a Roxie y le comento que puedo pasar la noche en su casa. Ella está contenta y, para mi sorpresa, llega en menos de cinco minutos a mi casa. Bajo corriendo las escaleras y abro la puerta. Ella salta y me abraza
- ¿Cómo estas colmillos? - pregunta mi madre a Roxie.
- Vivo hambrienta - dice sobándose el estomago.
- te traeré algo de mi reserva.
Mi madre desaparece en la cocina y trae entre manos una botella con algo rojizo. Roxie le da las gracias y, como hace un día hermoso, vamos al patio trasero a sentarnos en los columpios que tengo.
- ¿Cómo vas? - Le pregunto.
- ¿con el hambre? Bien. Aun no muerdo a nadie - Se encoje de hombros.
- A todo esto - paro de columpiarme - ¿Por qué mordiste al pobre chico?
- Creo que con todo lo que bebí... me desinhibe de todo y sentí... - inspira hondo - su sangre... era como si... sintiera la necesitad me morderlo. Era como si me llamara.
- Vaya... te dio fuerte - ella asiente - Oye hace tiempo que no presumes a tu noviecito.
Abre un poco más los ojos y baja la vista a la botella que tiene en las manos.
- Lo corte - Murmura.
- ¿Cómo? - Susurro - ¿Cuándo?
- Hace tiempo. Fue después de que empezaras a salir con Zack.
- Eso fue... hace meses.
- Exacto. No quería preocuparte con ese rollo - Se encoje de hombros.
- Bueno, bueno... ¿a qué hora nos vamos a tu casa? - Le pregunto para cambiar de tema.
Nos quedamos unos minutos más en los columpios y luego vamos a mi cuarto a preparar mi mochila para irnos a su casa.
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Mi Sangre: La traición familiar
FantasySophie Lowell vive oculta por una desgracia que a pasado en su mundo. Durante toda su vida, ella a tratado de salir a recorrer el lugar donde habita pero la sobre-protección de sus padres la mantiene en casa. cuando Zack Stone, el chico nuevo, llega...