Capítulo 17

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Narra T/n:
Me desperté el escuchar el sonido de una sartén caer al suelo. Aún faltaban un par de minutos para que sonara mi despertador, pero me levanté de mala gana y grité mientras bajaba para desayunar:
Tú: ¡Me has despertado! ¡No hagas tanto ruido! -llegué a la cocina.-
Raquel: Perdón, estaba haciendo tortitas y se me cayó la sartén. -vi que había un plato con tortitas encima de la mesa del comedor.- Iba a ir a despertarte ya.
Tú: Gracias. -sonrió satisfecha.-
Me senté a la mesa. Estaban muy ricas, pero nunca se lo diría. Subí a prepararme. Cuando casi estaba terminando escuché el timbre. Iba a abrir, pero Raquel fue más rápida y abrió.
Raquel: Hola, ¿quién eres?
Adexe: Buenos días, soy Adexe. Soy el novio de T/n, y también el vecino. Vine a recogerla para ir al instituto. Felicidades por la boda....
Raquel: Ups, perdón, soy Raquel. Gracias. Y encantada de conocerte, Adexe.
Adexe: Igualmente. -aparecí en la puerta.- Hola, mi amor. -me saludó.-
Tú: Buenos días, mi vida. -lo besé.- Hasta después, Raquel.
Raquel: Adiós, T/n. -me sonrió y entró en casa.-
Adexe: Es amable.
Tú: Sí, es amable, pero no la quiero en mi vida.
Adexe: ¿Por qué? Podría ser una buena figura maternal.
Tú: Porque no. No es de aquí. A lo mejor me tengo que volver a marchar, y encima tendré que convivir con un hermanastro.
Adexe: Entiendo que te preocupe eso, pero quieres que tu padre sea feliz, ¿verdad? -asentí.- Pues ella es su felicidad. Se buena con ella, ¿vale?
Tú: Está bien. -suspiré y Adexe me sonrió.-
Caminamos de la mano al instituto. Las clases pasaron aburridas y al terminar fui con Ade a comer fuera. Por la tarde dimos un paseo por el parque y entonces sonó mi celular.
*Llamada.*
Tú: ¿Quién es?
Iván: Hola, T/n. Soy Iván.
Tú: ¿Que pasa?
Iván: Lo del concierto va sobre ruedas. Ya está todo listo, y será este fin de semana.
Tú: ¿Este fin de semana?
Iván: Sí, ¿hay algún problema?
Tú: No, es que tengo visita.
Iván: Bueno, no sé, dile que saldrás con Adexe.
Tú: Está bien. ¿Cuándo ensayaremos?
Iván: El viernes por la tarde.
Tú: Ok. Hasta el viernes.
Iván: Adiós.
*Fin de la llamada.*
Adexe: ¿Quién era?
Tú: Era Iván. Va a ser este fin de semana.
Adexe: Qué bien. ¿Cuándo ensayamos?
Tú: El viernes por la tarde.
Seguimos dando nuestro paseo mientras hablábamos. Fuimos a mi casa para ver una peli. Llagamos a mi casa y abrí.
Tú: ¡Ya llegué, Raquel! Vamos al salón, mi amor. -Adexe y yo fuimos al salón y vimos que la tele estaba encendida y un chico muy lindo estaba sentado en el sofá.- ¿Quién eres tú? -pregunté sin dejar de mirarlo.-
X: ¿Quién eres tú? ¿Y qué haces aquí?
Tú: ¿Disculpa? Es mi casa, así que, soy yo la que hace las preguntas, y como no me digas quién eres llamo a la policía y te saco de aquí a patadas. -él chico me miró sorprendido. Entonces entró Raquel.-
Raquel: T/n, él es mi hijo Derek. Derek, ella es T/n, la hija de Ricardo.
Derek: Debí suponerlo, perdón. -me sonrió.- Encantado de conocerte.
Tú: Igualmente. Él es Adexe, mi novio.
Derek: Pues en ese caso, como le hagas daño te mato. -sonreimos. Me cayó muy bien ese chico.-
Tú: ¿Cuantos años tienes?
Derek: 16. ¿Y tú?
Tú: 14. Bueno, me voy con Ade a mi cuarto a ver una peli. -iba subiendo las escaleras cuando me acordé de algo que tenía que decirle a Raquel.- Raquel, este sábado voy a salir con Ade y unos amigos.
Raquel: No. Vamos a ir a ver a Music-lover en concierto.
Tú: Yo igual, solo con mis amigos.
Raquel: No creo que a tu padre le parezca bien.
Tú: Seguro que le parece bien, sino pregúntale.
Raquel: Vale, ya veremos quién lleva razón.
Subí con Ade a mi cuarto y cerré la puerta con pestillo.
Tú: Por fin solos.
Adexe: Sí. ¿Qué peli quieres ver?
Tú: ¿Te importa si vemos "After"?
Adexe: ¿Es necesario?
Tú: Por favor, hace mucho no la veo. -hice puchero.-
Adexe: Está bien. ¿Voy a por las palomitas?
Tú: No. Me apetecen unas chuches.
Adexe: Pues entonces voy a por las chuches.
Tú: No hace falta. Las tengo aquí. Pon la peli.
Adexe: Está bien.
Adexe puso la televisión y los dos nos tiramos en el sofá para verla. Adexe rodeaba mi cintura con su brazo y yo tenía mi cabeza apoyada en su pecho. Me encanta "After", Pero la verdad es que la película no tiene nada que ver con los libros. Estaba muy cansada y me quedé dormida. Cuando me desperté, me encontré con unos hermosos ojos cafés que me observaban atentos.
Adexe: Buenas tardes, mi amor.
Tú: ¿Cuánto hace que estoy dormida?
Adexe: 1 hora y media.
Tú: ¿Por qué te quedaste?
Adexe: No te iba a dejar sola, esta es nuestra semana.
Tú: ¿Te apetece algo?
Adexe: No sé. ¿Quieres que salgamos a comer a algún sitio o prefieres comer aquí?
Tú: La verdad es que....-me interrumpió el sonido de la puerta.- ¡Pase!
Derek: Bajad a cenar. Hemos preparado la cena. -nos sonrió.-
Tú: Está bien.
Los tres bajamos a cenar. Al entrar en la cocina un increíble aroma acarició mi nariz y mordí mi labio inferior.
Tú: ¿Qué hay para cenar?
Raquel: Hemos preparado enchiladas.
Tú: Qué hambre. Huele súper bien.
Adexe: Sí, muchas gracias por prepararnos la cena.
Raquel: No hay de qué.
Todos nos sentamos a la mesa. Adexe se sentó a mi lado, Derek en frente mía y Raquel al lado de Derek. Durante la cena hablábamos de cosas triviales. Había muy buen rollo entre nosotros. La verdad es que comenzaba a llevarme bien con la prometida de mi padre. Al terminar de cenar ayudé a Raquel a recoger la mesa, después de todo, era yo la que siempre la quitaba y agradecí un poco de ayuda. Fuimos al salón y estuvimos jugando con la Wii hasta que se hizo tarde.
Adexe: Lo siento, me tengo que ir. Es muy tarde. -dijo algo apenado.-
Raquel: Si quieres puedes quedarte aquí a dormir, claro, si tus padres te dejan.
Adexe: -se le iluminó la cara.- Iré a preguntarles. -le sonrió.-
Tú: Iré contigo. -los dos salimos y caminamos hacia su casa.-
Adexe: Es muy amable. Dime, ¿qué te parece tu futura madrastra?
Tú: La verdad, es que me gusta. Es más parecida a una amiga que a una madrastra. En parte..... podría ser..... -dejé la frase a medias.-
Adexe: Vamos, dilo.
Tú: Podría ser lo que necesito.... -murmuré.-
Adexe: ¿Qué? No te he oído.
Tú: Sé que me has oído. No me tortures.
Adexe: Lo siento, no lo oí. -sonrió haciéndose el tonto.-
Tú: Está bien. Podría ser lo que necesito. -sonrió victorioso.-
Adexe: Te lo dije.
Tú: Eres malo de verdad. -sonreí.- Pero yo soy más mala aún y te lo demostraré.
Llegamos a su casa y Adexe abrió con su llave. Entramos y un dulce olor a palomitas inundó mis fosas nasales. Seguimos el dulce olor y llegamos al salón, dónde la familia Gutiérrez veía una película. Me acerqué a Nau y cogí un puñado de palomitas. Este no se inmutó.
Tú: Hola. -todos me miraron.-
Nau: ¿Cuándo entraron?
Adexe: Acabamos de llegar. ¿Puedo quedarme a dormir en casa de T/n? Raquel dice que puedo.
Aarón: ¿Quién es Raquel?
Adexe: Lo siento, yo no quería mencionarla.....-me miró. Sabía que no me agradaba la idea de que se difundiera.-
Tú: No pasa nada, lo hiciste sin querer. -le sonreí.- Es la prometida de mi padre. Está esta semana aquí con su hijo.
Nare: Pues felicitalos de nuestra parte. Claro que te puedes quedar.
Adexe: Estupendo, hasta mañana.
Cogí otro puñado de palomitas y subí con Adexe a su cuarto. Me senté en su cama y Ade cogió algo de ropa y sus cosas para ir a la escuela. Bajamos y volvimos a mi casa.
Tú: Mi amor, voy a ducharme. Podéis seguir jugando si queréis, sino puedes subir a mi cuarto.
Adexe: Ok, bebé. ¿Vamos a seguir jugando?
Subí y me fui a duchar. Me dolía la cabeza, me daban fuertes punzadas y parecía que me estallaría. Me quité la ropa y entré en la ducha. La encendí y di un pequeño salto al tocar el agua helada que salía de la alcachofa. El agua se calentaba a medida que salía y relajaba mis músculos. Las duchas me sirven para pensar y relajarme. Y aquel día me tocaba reflexionar sobre mi futura madrastra.
*Pensamientos*
¿Me parece bien que mi padre tenga novia? Claro. No me importa que salga con alguien, pero me hubiese gustado que me lo hubiese dicho antes, antes de pedirle matrimonio. Pero bueno, lo hecho, hecho está. Ahora bien, ¿de verdad me cae bien Raquel? Sí, es una chica muy amable y muy cariñosa y detallista, pero, así también era mi madre. ¿Y si Raquel termina siendo como mi mamá? No lo creo, más bien no lo espero. Ojalá algún día se convierta en la madre que necesito. hora está el tema de Derek. Es un chico muy lindo y gracioso. Creo que podemos terminar siendo buenos amigos, incluso una especie de hermanos. Será una nueva aventura, y me alegro de poder vivirla con el apoyo de Ade.
*Fin pensamientos.*
Salí del cuarto de baño con solo una toalla alrededor de mi cuerpo. Entré en mi cuarto y vi que Ade estaba tirado en mi cama y solo llevaba un bóxer. Cerré la puerta sin dejar de mirar lo hermoso que era y por el sonido sus ojos cafés se posaron en mí. Enseguida vi el bulto que se formó en su bóxer y sonreí. Me acerqué a mi armario, pero al pasar al lado de la ropa de Ade cogí su camiseta.
Tú: ¿Qué miras? -pregunté sonriente.-
Adexe: ¿Qué? ¿No puedo mirar a mi diosa griega? -sonrió y comenzó a acercarse lentamente.-
Tú: No sé, ¿y si no fuese tu novia? ¿También me mirarías? -me abrazó por detrás y sentí como su cálido aliento golpeaba mi piel.-
Adexe: -se acercó a mi oído y me susurró.- Te miraría, pero solo porque sabía que serías mía desde el momento en el que te vi. -mordió el lóbulo de mi oreja y me giró para que quedaramos cara a cara.-
Su respiración chocaba con la mía y no hicieron falta las palabras para saber lo que queríamos. Me abalancé sobre él fieramente y comencé a besarlo apasionadamente. Adexe me agarró de la cintura y me apegó más a él y yo lo agarré del cuello causando el mismo efecto. Nos separamos por falta de aire y Ade apretó mi trasero, a lo que yo gemí. Entonces iba a volver a besarlo y no me dejó.
Tú: ¿Qué? ¿Qué pasó?
Adexe: No podemos, están tú futura madrastra y hermanastro.
Tú: Está bien....
Adexe: Pero solo por eso, no creas que te vas a salvar otro día.
Tú: Eso esperaba. -sonreí-
Volví a mi armario y cogí mi ropa interior y la camiseta de Ade y me metí en mi vestidor y me quité la toalla dejando al descubierto mi desnudo cuerpo. Me puse mi ropa interior y la camiseta. Salí y vi a Adexe mirando el móvil de nuevo. Me tiré en mi cama a su lado y reí. Adexe me miró y se sorprendió.
Tú: ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
Adexe: Por nada. -rió.-
Tú: No te entiendo. -sonreí.-
Adexe: Pero aún así me quieres. -sonrió.-
Tú: Descubriste la verdad, te quiero con todos tus defectos incluidos.
Adexe: Y yo.
Lo besé. Esta vez era un beso tierno y lleno de amor y cariño. Era como una suave caricia. Nos separamos y juntamos nuestras frentes. Nuestras respiraciones chocaban y era un momento mágico que no quería que terminara, pero alguien llamó a la puerta.
Tú: ¡Pase! -Raquel abrió la puerta y se apoyó en el umbral de esta.-
Raquel: Es hora de dormir. Qué descanséis bien. Si necesitáis algo estaré en mi cuarto. -nos sonreí y nosotros correspondimos.-
Tú: Buenas noches, que descanses.
Adexe: Buenas noches.
Raquel se marchó de mi habitación y Adexe me abrazó por detrás. Cerré los ojos.
Adexe: Qué descanses, mi vida. -susurró en mi oído.- Te amo.
Sonreí feliz de tener a un novio tan maravilloso. Mi abuela tenía razón, algún día encontraría a un chico maravilloso que me quisiera tanto como yo a él.

"Tú No Eres Mala" (Adexe y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora