Capítulo 4

2.9K 141 0
                                    

Narra T/n:
Salí del insti y fui a mi casa. Estaba algo cansada. Mis amigos no dejaban de darme la lata con que creían que le gustaba a Adexe, cosa que pensaba que era errónea. Mi padre no se encontraba en mi casa, como de costumbre y yo decidí abrir una botella de whisky para ahogar mis penas. Echaba de menos a mi madre, a mi pesada hermana y a mis amigos. Entonces me acordé de Manu. Él es un chico que cambió de sexo cuando estaba en 5° de primaria. Es naudexer también. Recuerdo el día en que lo conocí.
*Flash Back*
Estábamos en la clase de tecnología. De repente escuché una canción de Adexe y Nau. Levanté mi cabeza y busqué cual era el ordenador del que provenía. Entonces descubrí que era Manu. Me acerqué y le pregunté que si era naudexer. Él me dijo que sí y comenzamos a hablar. Le debo a él como soy ahora, él me abrió los ojos. La verdad es que me llevo superbien con él.
*Fin Flash Back*
Hoy era si cumpleaños. Saqué mi móvil mientras le daba otro trago a la botella de whisky, recordar a mis amigos no fue buena idea. Y le dijé:

Pretendía hacer la videollamada en casa de Adexe y Nau, con ellos y darle una sorpresa como regalo de cumpleaños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pretendía hacer la videollamada en casa de Adexe y Nau, con ellos y darle una sorpresa como regalo de cumpleaños. Estaba deseando ver su reacción. Cuando terminé de hablar con Manu comencé a ver algunas fotos de antes. Eran fotos de mis viejos amigos. Parece que fue hace una eternidad, pero solo pasó el año pasado. Fui a darle otro trago a la botella de whisky, pero ya estaba vacía. Era hora de que me arreglara, así que me duché y me vestí. Decidí llevar algo más arreglado, solo por la videollamada. Me puse esto:

Eran las nueve y media

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran las nueve y media. Mi padre no pudo ir a la cena, pero a nuestros vecinos no les importó. Llamé al timbre y me abrió Nau.
Nau: Hola, T/n. Me alegro de que hayas venido.
Tú: Hola. -sonreí-
Nau: Pasa. Vamos a subir al cuarto de Adexe mientras mis padres terminan de preparar la cena.
Tú: Ok.
Subimos al cuarto de Adexe y él estaba terminando de arreglarse. Charlamos un rato y luego les dije que me gustaría que hicieran la videollamada conmigo para darle la sorpresa a Manu. Ellos aceptaron encantados. Le mandé un mensaje a Manu y me dijo que acababa de abrir los regalos y que iban a cantarle cumpleaños feliz. Le dije que hiciéramos la videollamada para que yo también estuviera presente y él aceptó.
*Videollamada*
Manu: ¡Hola, T/n!
Tú: ¡Hola! Estaba deseando veros ya! Los echo de menos.
Manu: Y nosotros a ti. Vamos a soplar las velas.
Tú: No tan rápido. ¿No quieres saber cuál es mi regalo? -puse cara triste.-
Manu: ¿Cómo me lo darás?
Tú: Es que no es algo que te vaya a dar. Tú solo dime sí o no.
Manu: Pues claro que quiero tu regalo.
Tú: Manu, feliz cumpleaños. -Adexe y Nau aparecieron en la pantalla.-
Adexe y Nau: ¡Feliz cumpleaños Manu!
Manu: ¿¡Qué?! ¿Cómo lo hiciste? Es el mejor regalo de mi vida. Son mis ídolos, ¡los adoro!
Tú: Oye, ya sabes que mis regalos son los mejores, además, solo les he pedido un pequeño favor a mis nuevos amigos y vecinos.
Manu: ¿Adexe y Nau son tus vecinos? -dijo con asombro.-
Tú: Sí. Bueno, ¿soplas las velas?
Manu: Claro.  -todos le cantamos cumpleaños feliz- Muchas gracias a todos, de verdad.
Adexe: Ahora somos amigos, lo que quieras cuando quieras.
Manu: ¡Encantado! T/n, después me mandas su número, si no os importa...
Nau: Sí, pásale nuestro número después. -entonces vi a ella y él, ¿juntos?-
Tú: ¿Qué hacen ellos ahí? Y..., ¿juntos? -comencé a hiperbentilar. -
Manu: Yo...son mis amigos también y los invité. Por favor, no te pongas así, me parte el alma verte así. -dijo entristecido.-
Tú: Traidor, te pasaste a su lado. No me hables más en tu vida. Adiós. -colgué.-
*Fin de la videollamada*
Adexe: ¿Qué te ocurre? -dijo acercándose.-
Tú: No te acerques. -dije alejándome.-
Nau: ¿Por qué cortaste así, la videollamada?
Tú: No lo entendéis, nunca lo entenderéis. Tengo que marcharme, lo siento, no podré quedarme a cenar.
Salí corriendo de la casa sin dejar que ninguno de los dos me dijera nada más. Corrí y corrí lo más rápido que pude y llegué al parque. Me senté bajo un árbol y saqué un cigarro. Las lágrimas caían por mi rostro, siento mucho haberme ido así, pero no permitiría que nadie me viera llorar. De repente, note como la hierba que rodeaba el árbol se hundía a mi lado.
Tú: ¿Qué quieres Adexe? Ya te dije que no te contaré nada sobre mí. -dije con un nudo en la garganta provocado por los recuerdos.-
Adexe: Sssss -me abrazó. No sé cómo lo supo, pero era justo lo que necesitaba desde hace mucho tiempo. Iba a separarse al ver que no le correspondía el abrazo, pero lo abracé, escondí mi cabeza en su cuello y lloré como si no hubiera mañana. En cuanto nos separamos me miró a los ojos, pero yo bajé mi mirada triste al suelo. Él me agarró de la barbilla e hizo que lo mirara a los ojos.
Adexe: Si quieres, puedes contarme lo que te pasa. Soy de fiar. -volví a desviar mi mirada.- Mírame. -repitió el gesto anterior.- pero si no quieres, no es necesario.
Tú: Creo que lo haré, ya es hora de que sepas mi historia.... -dije cabizbaja-
Adexe: Tranquila, no es necesario que lo hagas. -dijo volviendo a abrazarme.-
Tú: Quiero hacerlo, debo desahogarme con alguien. Eres de fiar.
Adexe: Cuéntame. -dijo sin cortar el abrazo.-
Tú: Yo llevaba una vida maravillosa. Creía que tenía amigos, creía que no estaba sola, pero no era así. Un día, todos comenzaron a pasar de mí. Yo me iba quedando sola poco a poco. Mi mejor amiga, en aquel entonces, me dijo que nunca dejaría de ser mi amiga, pero rompió su promesa. Me quedé sola. Comencé el instituto y conocí a una chica agradable, que había pasado por algo similar. Nos convertimos en mejore amigas, y juramos que nunca no separaríamos, que nos protegeríamos, que no nos haríamos daño. Entonces, sin previo aviso, apareció un chico, él era un chico maravilloso, y yo le gustaba y él a mí. Comenzamos a salir en este verano. Yo era muy feliz, pero mi mejor amiga estaba celosa, yo pensé que quería pasar más tiempo conmigo, pero en realidad quería ser igual de feliz que yo, encontrar a alguien como el que yo tenía. Un día comenzamos una discusión tonta, ella decía que nunca encontraría a nadie que la quisiera, yo solo le decía que el amor llega cuando menos lo esperas. Ella no me creía y me dijo que no sería mi amiga nunca más. Me partió el corazón, y corrí a refugiarme en los brazos de mi novio. Entonces él estaba con mi antigua mejor amiga. Corrí a mi casa llorando. Nadie nunca se dio cuenta de nada. Nadie notó nada. Ni siquiera mi novio con el que todavía no había roto, nadie. Me sentía sola e indefensa. La única a la que podía recurrir era a mi prima mayor. Ella y yo éramos muy cercanas. Yo siempre la ayudaba con todo lo que podía, pero ella no me quiso ayudar. Mis padres comenzaron a pelear más fuerte y el único tiempo que podían dedicarlo a mi hermana y a mí, solo lo utilizaban para verla bailar como un pato mareado. Luego se divorciaron, por eso vine aquí. Yo me iba muriendo por dentro poco a poco, y nadie lo notó, Manu y Abel fueron los que me cuidaron desde que los conozco. Abel se mudó y no sé dónde está y Manu ahora se pasó al otro bando, me volví a quedar sola. Y encima esos dos inútiles ahora están juntos. Son unos traidores. Creo que lograron su objetivo principal, dañarme. -volví a llorar. Adexe me estrechó más fuerte entre sus brazos, y me limpió las lágrimas.-
Adexe: No estás sola, me tienes a mí, a Nau, y a tus amigos. -rompimos el abrazo.-
Tú: Gracias. -intenté sonreirle, pero no lo conseguí. Adexe se acercó a mí y miraba mis labios, yo, por acto reflejo, lo imité. De un momento a otro estábamos besándonos, yo con las manos alrededor de su cuello y las suyas en mis caderas apegándome más a su cuerpo. Era un beso tierno, nada parecido a los besos que había dado antes, este era más cariñoso, tenía más amor. Sentía mariposas en mi estómago, pero no sabía qué pasaría. La última vez que me sentí así no trajo nada bueno.-
Adexe: Yo... Me voy.... -corrió hacia su casa y me dejó allí confundida y asustada por lo ocurrido.-

CONTINUARÁ....

"Tú No Eres Mala" (Adexe y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora