Capítulo 9

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Narra T/n:
Me levanté por el sonido de una leve risita. Abrí los ojos y me encontré frente a unos ojos marrones que me observaban. Unas manos me abrazaban y nuestras respiraciones chocaban.
Adexe: Buenos días, linda. ¿Has dormido bien? -dijo casa en un susurro.-
Tú: Buenos días, Ade. Dormí muy bien, ¿y tú?
Adexe: De maravilla. -el sonido de alguien tosiendo a nuestras espaldas hizo que nos separaramos velozmente y nos sonrojásemos.-
Nau: Buenos días, pareja. ¿Por qué no se hacen novios ya?
Adexe y tú: ¡Cállate!
Nau: Qué maravillosa forma de empezar el día. -dijo sarcástico. Yo rodé los ojos y me levanté de la cama. Cogí mi ropa y entré al cuarto de baño.
Tú: ¿Cómo voy a cambiarme?
Adexe: Antes del concierto venimos aquí, te cambias, te pones las cosas y te tapas entera con una chaqueta y un gorro negros. Llegamos allí, te quitas las cosas, nadie sabe quién eres y damos el concierto. Fácil.
Tú: No sé, ¿y si descubren quien soy? ¿Y si las naudexers se enfadan porque esté con vosotros? O peor, ¿y si piensan que estoy saliendo con alguno de ustedes y quieren matarme?
Nau: No seas exagerada. No te matarán.
Tú: ¿Has conocido a alguna naudexer celosa? Porque yo sí y no es nada bueno.
Adexe: No va a pasar nada malo. Lo pasaremos genial, ya lo verás. Tenemos que irnos. Tú tienes que irte a algún sitio que nadie pueda reconocer para hacer videollamada, Iván quiere que practiquemos las canciones antes.
Tú: Ok. Cojo mis cosas y me voy. Ahora después hacemos videollamada. ¡Adiós!
Hice lo que dije y me marché a casa de mi abuela. Cuando llegué aquel lugar me traía muchos recuerdos, estaba muy feliz de volver, aunque esta vez fuese a estar sola. Puse una silla delante del frigorífico para que se viera el fondo blanco y le dije a Iván que ya podíamos hacer la videollamada. Claro, ya llevaba todo mi disfraz puesto, están irreconocible.
*Videollamada.*
Iván: Hola, Music-lover. Estamos encantados de que quieras realizar una colaboración con nosotros.
Tú: Hola, yo también. Siempre soñé con esto. Es mi sueño hecho realidad. -sonreí amablemente.- ¿Empezamos?
Iván: Claro. -Adexe, Nau y yo comenzamos a practicar las canciones.- Music-lover, cantas muy bien. Estoy deseando conocerte en persona.
Tú: Muchísimas gracias. ¿A qué hora tengo que estar allí?
Iván: A las 9 y media como muy tarde. Te voy a mandar una especie de pase VIP para que te dejen pasar.
Tú: Ok. Estoy súper emocionada. Tengo muchas ganas de conocer a mis ídolos en persona. -sonreí muy feliz.-
Adexe, Nau e Iván: Gracias. Hasta luego.
Tú: Adiós.
*Fin videollamada.*
Me puse un vaso de agua, ya que estaba agotada. Adexe me mandó un mensaje.

Estaba preparando macarrones con tomate, la receta de mi abuela y huevos rellenos

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Estaba preparando macarrones con tomate, la receta de mi abuela y huevos rellenos. Cocinaba mientras cantaba y escuché el timbre. Me acerqué a abrir, eran los chicos.
Nau: ¿Qué? ¿Practicando para esta noche?
Tú: Hola, ¿qué tal? Bien, ¿y tú? Maravillosamente, gracias por preguntar. -dije sarcástica. Adexe rió y yo lo acompañé, tiene una risa muy contagiosa.-
Adexe: Tengo hambre. ¿Qué has preparado para almorzar?
Tú: Macarrones con tomate y huevos rellenos, como los hacía mi abuela. -sonreí recordando cuando me daba de comer.- Vallamos a almorzar. Por aquí.
Los conduje hasta el comedor. Les serví la comida y comimos en silencio. Comencé a recoger la vajilla sucia de la mesa y llevarla a la cocina.
Adexe: Cocinas muy bien, T/n. -me sonrió.-
Tú: Gracias, solo hice lo que decía la receta de mi abuela.
Nau: Seguro que cocinaba de muerte, me hubiese encantado conocerla.
Tú: Era una excelente cocinera. A todos les encantaban cualquier cosa que ella cocinara. Todas sus recetas están en un libro que está en esta casa. Solo mi abuela y yo sabemos dónde está.
Adexe: Seguro que era una grandísima mujer.
Tú: No te imaginas cuánto. -dije mientras mi rostro se entristecía.- Vayamos al salón. ¿Están cansados? Hay muchas ganas si quieren descansar.
Nau: La verdad es que sí. Nos levantamos muy temprano. -dijo bostezando.-
Adexe: Yo también quero domi. -dijo como un bebé.-
Tú: Vamos. -sonreí.-
Los guíe hasta un dormitorio a cada uno. Yo no tenía sueño, así que les dejé una nota diciendo que volvería a las 7 y media (eran las 4 y media). Cogí las llaves de la casa y mi bolso. Salí a la desierta calle y comencé a caminar. Quería despejarme. Saludé a las pocas personas que había por la calle. Fui al parque al que iba de pequeña. No era muy bonito, pero me traía buenos recuerdos. Recordaba cuando mis primas y yo jugábamos, cuando mi primo me montaba a caballito y mi tía nos reñía porque podía caerme, cuando mis viejas amigas venían a jugar conmigo, a la primera vez que me fumé un cigarro y bebí alcohol... Aunque también tengo recuerdos malos, como el día en que Wilson besó a mi antigua mejor amiga aquí. Estaba pensando en todo lo que me había ocurrido últimamente. Entonces vi a Lidia y Wilson besándose en una esquina. Quise acercarme y terminar lo que empecé hacía un par de días, pero me quedé a observar mejor, y descubrí que no era Lidia, sino que era otra chica. Me reí a carcajadas mientras me alejaba. Su felicidad terminaría pronto. A final de cuenta el Karma siempre pasa factura. Me senté en un banco y saqué mis cosas de dibujar y comencé a pintar aquel maravilloso lugar. Cuando terminé ya eran las 7, así que caminé relajadamente hasta casa de mi abuela. Llegué justo a la hora. Corrí a guardar mis cosas, pero entonces tropecé con Adexe y todo se me cayó al suelo.
Adexe: ¿Qué es eso?
Tú: Yo....eso es....un dibujo.... -me daba un poco de vergüenza.-
Adexe: ¿Lo has hecho tú? -preguntó sin apartar la vista del dibujo.-
Tú: Sí, pero no es nada.... -terminé de recoger mis cosas e intenté quitárselo.- Dámelo.
Adexe: Además de un ángel cantando una maravillosa pintora. ¿Qué más escondes? Se nota que en lo que a arte se refiere eres una maravilla. -sonrió mirándome a los ojos.-
Tú: Bueno....soy una caja de sorpresas para todos. -le sonreí.-
Adexe: ¿Tienes más?
Tú: Sí.
Adexe: ¿Me los enseñas?
Tú: No los tengo aquí. Te los enseñaré en Tenerife. Deberíais iros ya. Tenéis que prepararos y yo también.
Adexe: ¿No vienes?
Tú: Tengo mis cosas aquí. Además tengo que estar a las 9 y media. Llegaré a las 9, allí nos vemos.
Adexe: ¿Sabes dónde es?
Tú: Es mi ciudad natal, por supuesto que sé llegar. Hasta después.
Adexe: Ok. Hasta después. -se estaba marchando.-
Tú: Adexe.
Adexe: ¿Si?
Tú: El dibujo. -sonreí al ver sus mejillas rojas de vergüenza. Fue un intento malísimo de quitarmelo.-
Adexe: Toma.
Tú: Te prometo que te daré uno mejor, ¿vale?
Adexe: ¡Gracias! -sonrió de oreja a oreja. Se notaba que le hacía mucha ilusión.-
Tú: De nada. Ahora marchaos si no queréis llegar tarde. -le di un beso en la mejilla y se fue.-
Me quedé sola en esa enorme casa. Cogí mi ropa y entré al cuarto de baño. Me duché mientras practicaba las canciones del concierto. Al salir me vestí, me maquillé, me puse mi peluca y mi antifaz.

"Tú No Eres Mala" (Adexe y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora