El arte de la seducción.

Nuestro secreto.

Los días iban pasando lentamente, Juvia y sus amigos se veían cada vez menos. Se estaban acercando las fechas de los exámenes y todos estaban aprovechando el tiempo al máximo para estudiar y otros asuntos cotidianos.
Juvia es una persona que prefiere estudiar en la biblioteca, para ella es un lugar relajante. Bueno en realidad hay otro motivo más.

  Hace tres semanas.

Estamos a mediados de Noviembre y hoy es la primera vez que Juvia va a estudiar a la biblioteca. Cana y Gajeel prefieren estudiar en casa. Lucy dice que estudia mejor en compania de su novio, pero todos sabemos que abren de todo menos un libro. El resto del grupo quedan en casa de Lissana.
  
  Al llegar a la biblioteca la peliazul busco un lugar apartado y tranquilo. Aquel lugar tenía todo lo necesario para poder preparar bien las asignaturas.
  La joven llevaba más de dos horas estudiando hasta que decidió salir a tomar el aire y comer algo.
  Una vez en la cafetería se dio cuenta de que había un grupo de chicos que le eran familiares. Se trataba de Lyon Bastia y sus amigos. La joven miro disimuladamente al chico de pelo blanco y recordo el momento en el partido de fútbol cuando sus miradas se cruzaron. Una tímida sonrisa se dibujó en su rostro.
  Pero para su sorpresa  la estaban observando, Lyon la miraba fijamente , lo cual hizo que la chica se pusiera colorada.
  No podía creer que la había vuelvo  pillar mirándolo y encima con una sonrisa tonta. Y para empeorar la situación ahora estaba roja como un tomate.
   Menos mal que el grupo de chicos ya habían terminado de comer y se disponían a marcharse.
Juvia respiró aliviado, terminó la comida, recogió sus cosas y se dirigió a la sala de estudio.

   De regreso en su mesa de la biblioteca , volvió a sacar todo el material necesario para estudiar. Pero no le dio tiempo a empezar cuando una figura masculina se sentó enfrente de ella.
  Al levantar la mirada no podía creer lo que estaba pasando. Esos ojos azules se robaban su aliento, la sonrisa perfecta la dejaba sin respiración y ese olor a perfume caro la tenía hipnotizaba.
  Se quedó muda sin saber que hacer, ella siempre tenía una respuesta para los chicos, pero esta vez no le venía nada a la mente.

Lyon Bastia. - dijo el albino alargando la mano.

Ju..Juvia Lockser - tartamudeo la peliazul.

Encantado de conocerte por fin. Perdona por molestarte así, pero creo que antes me estabas observado y tengo curiosidad por saber si tengo razón o no. - soltó de forma natural el joven.

Juvia se quedó petrificada, tragó saliva y tras unos segundos de silencio por fin pudo articular una frase.

  Es posible. - solo dijo eso. ( En su cabeza se repetía una y otra vez esa frase, como era tan simple. Sólo se le había ocurrido eso!! Lyon va a pensar que soy una tonta.)

   Bueno entonces no lo niegas. Que te parece si te recojo está noche para ir a cenar y así podemos conocernos. - el albino se sentía ganador, daba la sensación de que tenía todo planeado.

Antes de que la chica pudiera contestar, Bastia dejo un papel en la mesa y se levantó para irse.

   Este es mi número, llámame si te apetece. Que pases un buena tarde. - dijo el chico con una gran sonrisa mientas se alejaba.

  Ahora Juvia estaba en otro mundo, flotando entre lo que había pasado y lo que su mente se imaginaba que podría pasar.
  El chico más popular de la universidad acababa de pedirle una cita. Además ella había oído a otras chicas hablar de él, todas coincidían en que es una persona encantadora y muy selectivo. Muy pocas han podido conocer a Bastia a fondo y todas decían que era maravilloso.
   
   La joven ya no tenía ganas de estudiar, solo un pensamiento estaba en su cabeza, la cita de esta noche.
Por ahora sería un secreto, solo quería conocer a Lyon, no había motivo para decir nada a su mejor amigo Gajeel o  Cana o  Lucy. En realidad si tenía ganas de contárselo a todas las chicas.
  Pero por ahora no.