❝𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚❞ ❴𝙏𝙤𝙙𝙤𝘿𝙚𝙠𝙪❵

]𝙎𝙚𝙞𝙨[

Mi cabeza daba a morir, sentí mi cuerpo pesado, con pesar abrí mis ojos siendo cruelmente confrontada contra la blancura de la habitación.

Poco a poco fui incorporándome a la luz de lo que parecía siendo una enfermería.

¿Qué mierda hacia aquí, qué pasó con el pedazo de metal y esa chica de cara regordeta?

No recordaba nada después de esa explosión, ¿o será que ya estoy muerto?

—Por fin despiertas jovencito, me tenías muy asustada. —por un segundo no pude moverme ni un poco por el miedo, sentí como todos vellos de mi cuerpo se erizaban.

Instintivamente voltee a ver a la dueña de esa voz. Creo que me contaron sobre ella en la Liga, Recovery. . . me olvidé.

—¿Ya te sientes mejor? —a decir verdad, aún permanecía el dolor en mis brazos y abdomen, pero creo que eso pasaría con el tiempo.

—S-si, gracias por la ayuda. —esto de aparentar ser otra persona era algo muy divertido.

—Está bien, puedes ir arreglándote para que regreses a tu casa. Tengo algo que hacer así que te dejaré las puertas abiertas, no tardes mucho por favor. —susurró en última instancia para después salir a paso lento de la enfermería.

Mi cuerpo lo sentía ligero, como una pluma, muy en parte del dolor de por medio.

¿Cuánto tiempo me habré quedado en cama?

Creo que ya era mucho tiempo, me puse mis zapatos con algo de desgano.

Tal vez nada malo pasaría y si me aceptaron por el examen escrito.

Ok, esa mentira ni yo me la podía creer por completo.

Me levanté dispuesto a irme, obstante a eso algo había llamado mi atención. ¿Qué hacia mi mochila aquí también?

Algo raro había pasado.

Pero decidí no darle más vueltas a eso, la tomé y me fui.

Ya era de noche y este lugar en plena oscuridad puede dar o da mucho miedo.

Aceleré el paso hasta por fin salir de ese espantoso lugar, siendo recibido una ráfaga de brisa fresca del noctívago.

Tan refrescante.

Y después de ese momento de relativa tranquilidad me di media vuelta y me encamine a lo que vendría siendo mi "hogar" aún se me complicaba llamarlo así.

Tenía que pensar en otra manera para poder acceder a ese maldito lugar.

Mi cabeza era todo un revoltijo, las ideas no fluían de ningún modo y gracias a ello empezaba a fatigarme.

Y por si fuera poco ya había llegado a mi casa, tenía miedo de lo que pudiese pasar... Soy un completo cobarde, ¿qué esperaban?

Tal vez dar una caminata para conocer más los alrededores no era tan mala idea o eso era lo que mi conciencia quería hacerme creer.