❝𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚❞ ❴𝙏𝙤𝙙𝙤𝘿𝙚𝙠𝙪❵

•☾キャップダイ☽•

フェチ実際.: «02/11/**»
- ルガー:Enfermería de la UA°
- 羅羅.- 7:50 pm.
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Sentía tanto dolor, que había pasado, porque no podía moverme, que me había ocurrido?

Tenía tantas preguntas en mente que primero decidí por levantarme, con pesadez abri mis ojos encontrandome con una luz cegadora, traté de adaptarme a ella con lentitud.

—Joven Midoriya ya despertó, como se encuentra? Le duele algo? Sabe dónde está?

—Profesor All Might! —el menor se asombró de sobremanera, cuando quiso sentarse sintió un repentino pero agudo ardor en su espalda. —No se preocupe, trate de reposar hasta que llegue la señorita Recovery Girl.

—Profesor que pasó. . ? —el menor tenía un semblante asustadizo y dolor

—Es que debido a unas pequeñas complicaciones usted y el joven Bakugo tuvieron una pelea descontrolada. Ambos hicieron usos bruscos de sus quirks, y el joven Todoroki trató de separarlos haciendo lo que le pedí en un inicio, si vendaban con las cintas que había otorgado a cada uno el que era vendado estaba completamente descalificado. Trató de utilizar ello como excusa para que dejaran la pelea pero el joven Bakugo no hizo caso y siguió con la lucha.

—D-dónde está Todoroki-kun? —dijo el menor pensando en lo peor.

—No se preocupe, usted lo protegió —el contrario lo miraba confuso por lo dicho—el joven Bakugo intentó lanzar una explosión grande hacia el joven Todoroki pero usted intervino protegiendolo, utilizó su espalda como muro y abrazado al joven Todoroki cayeron desde una distancia algo elevada.

—Él está bien?

—Si, no te preocupe. Está descansando al lado, se que ni es un bien momento pero me gustaría mencionarle también que fue el único que no fue vendado así que es el ganador.

El menor se quedó sin palabras, no era un momento oportuno. —Profesor, cuando me recupere por completo podría decirle mi deseo?

—Claro joven Midoriya, gracias por proteger a tu compañero, no se que hubiera pasado si el joven Todoroki se hubiera expuesto a las explosiones del joven Bakugo. Descansa mucho.

—Lo mismo digo profesor, adiós—el mayor se levantó y antes de salir de la enfermería acarició las hembras verdosas del pecoso.

Este se quedó atónito, que alguien haga ese gesto le daba mucha satisfacción, cosa que no quería demostrar.

—N-no. . .—se oyó al otro lado de las cortinas blanquecinas—No te vayas!

Otro grito aún más potente que el anterior hizo que el menor salga de su pequeño trance.

El mencionado trató de pararse pero sus piernas le dolían en demasía, de repente unos sollozos ahondaron en la habitación.

Sintió que su pequeño corazón se hacía añicos con pasa segundo transcurrido, debía de alivianar a aquella persona.