FORMACIÓN DE NUBES II.

4 0 0
                                    

Froté mis ojos con mis puños sin importarme la brusquedad con la que lo hacía, solo buscaba una imagen más nítida de mi entorno. El frío del ambiente suplantaba la hermosa calidez de mis cobijas, a las cuales ya no podría volver después de tomar la decisión de jugar un día más en este caótico videojuego repleto de sagas al que llamamos "Vida Cotidiana".

Me detuve un instante a analizar el distinguido número en el almanaque, nada especial, solo tomé el pedazo de papel arrancando del grosor total del año y dejándolo vagar por el escritorio de madera, al igual que el resto de documentos que yacen sobre el mismo desde hace más de una semana con el inicio de clases.

Extendí mi brazo alcanzando la delgada cortina deseando ver lo que se escondía detras de la tela, solo para observar lo oscuro del cielo a pesar de la temprana hora, ni un solo rayo del sol podía traspasar el denso cúmulo de nubes negras que adornaban el cielo suplantando el brillante celeste con su carencia de luz.

Sin importar el depresivo clima, el eco de unos acelerados pasos en la planta baja anuncia la prisa de mis padres por ordenar cada mínimo detalle de sus presentaciones antes de tomar su viaje de regreso a su casa. Ignoré tal suceso, como cada vez que vienen de visita. Caminé hasta el cuarto de baño para librarme del gélido ambiente que parece seguirme sin importar que tantas prendas lleve encima.

Me adentre al cuarto de baño poniendo un poco de música ambiental y todo lo que rutinariamente hago para acompañarme por las mañanas, pero, aunque intentaba desentenderme del ruido de mis progenitores, no puedo. El giro de las ruedas de las maletas llenan totalmente el lugar, sus cortas conversaciones acerca de las lista de necesidades, y su andar por todas las habitaciones, es todo lo que puedo percibir. Sonidos que marcan monotonía en cualquier tipo de familia, pues para muchos es simplemente el inicio de otra semana laboral; sin embargo, para mi, el hecho de escuchar a mis padres en casa, fuese lo que fuese que hagan, hace una enorme diferencia.

Dejé que el agua lavara mi rostro, lavando de él las marcas saladas de este, mientras sólo me deleitaba con las sensaciones y sonidos que me rodeaban esta mañana. Finalizando mi ardiente lluvia de lava matutina, cerré el paso del agua para poder envolverme en mi toalla y adentrarme en el armario y vestirme con algo digno de ser visto por las calles.

Con el cabello aun húmedo y mas despeinado que cuando desperté, bajé las escaleras hasta la cocina para, igual que ellos, comenzar desde temprano mis labores como estudiante. Coloqué diversos ingredientes sobre la barra isla mientras prestaba gran parte de mi tiempo y atención a cómo mis padres subían y bajaban las escaleras acomodando una y otra vez las mismas cosas como si para ellos, en la casa aún viviera la misma miranda de 7 años, vaga y desordenada que múltiples veces los hacía ir al hospital a causa de nuevas heridas y lesiones.

Notaba su amor en cada uno de esos detalles, pero eso no borraba mis constantes reproches por mandarme a vivir en el lugar más perdido del mundo; lugar en el que ni siquiera puedo verlos por enormes períodos de tiempo.

— Lo ideal es comenzar a cambiar su estilo de vida, como especialista, les recomendaría algo más rural, para Miranda el ambiente de la ciudad no es muy saludable, además de que el estrés podría empeorar su diagnóstico — sugirió el médico en aquel entonces.

Comprendo el hecho de no poder volver a la ciudad aún, pero hay ocasiones en las que siento que jamas en mi vida veré de nuevo aquel sitio en el que nací, o simplemente, creo que jamás podré pasar más de dos días acompañada de mis padres como cualquier otro joven que comienza a emprender en su vida, aunque a mi edad decir eso es un poco polémico.

<<Parece que hoy estás muy sentimental, Miranda>> comenté internamente, pues podía sentir ese inusual latir en el pecho. Despegué la mirada de mis progenitores notando lo tarde que me había puesto de pie.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 16, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Llanto de las Nubes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora