Mi última primavera

ocho

Recordaron eso al mismo tiempo. Se miraron y se lo contaron el uno al otro. Todo estaba ahí,siempre estuvo ahí;nunca murió. Él la amaba y ella lo amaba.Todo ese tiempo fue sólo un paréntesis del que salian en ese instante. Se miraban y apartaban la vista como si estuvieran jugando,como si se estuvieran hablando sin hablarse,como hacían entonces y como hacían ahora. Esa media sonrisa nerviosa,mezcla de timidez y elegante coquetería,ese pequeño giño en el silencio entre los dos...

-Sólo tengo noventa días en este estado,señorita Cus-le dijo Gowasu repentinamente-¿Le gustaría retomar las cosas dónde quedamos aquella vez?

Cus lo miró profundamente. Durante un tiempo ella guardo un gran dolor en su corazón,pero no era Gowasu su primer amor. Ella se permitía amar cuando aquello pasaba. No tenía miedo a su eternidad. Antes de Gowasu hubieron otros dos. Un Supremo Kaiosama y un díos de la destrucción que cautivaron su corazón. El primero la amo también sin reserva ni miedo.Lo amo joven como la amo viejo y elo acompaño hasta su último aliento. El hakaishin en cambio sólo se permitió vivir aquel idilio en sus días mejores y siempre con la sombra de la ecuanimidad a cuestas.

Cus había vivido mucho tiempo y viviría para siempre tal vez ¿Valia la pena una eternidad sin sentir? ¿Valia la pena vida,tras vida,tras vida en la soledad de su cargo? Para Cus no valía la pena extirparse el corazón y arrancarse los sentimientos. Era un desperdicio.Si los concedieron   los sentimientos, los tenían que emplear de lo contrario se atrofiarian. De lo contrario se pudririan ¿Qué es ser neutral? Es simplemente no apoyar a ninguna de las fuerzas en conflicto. La creación y la destrucción siempre están en conflicto y ellos son la barrera entre ambos. Para ser neutral no necesitas estar vacío. Cus nunca quiso estar vacía por lo que ella, sentía sin reservas y tenía el buen juicio de no involucrarse más de la cuenta en las acciones de su señor.

Aquella vez Cus abrió su corazón a alguien que sabía la amaba también,tanto o más que ella a él,
pero aquel guardo un silencio que le congelo aquel sentimiento y lo dejo en pausa,pero ahora estaba otra vez agitandose.

Fue cobarde.Era así de simple para Gowasu. Tuvo miedo de amar a Cus,por ser lo que era;un ser inmortal que lo vería envejecer y morir mientras él,la seguiría viendo igual a lo largo de su vida. Tuvo miedo y tuvo celos de que en la infinita vida de ese ángel, alguien borrará su recuerdo,pues ella volvería amar mientras él la amaría hasta la muerte y no, eso no hacía el amor de Cus menos intenso,era sólo su tonto y absurdo egoísmo,porque entonces era joven egoísta y temeroso.

La pregunta aún estaba ahi,en los  oídos de Cus quien dejó la taza,boca abajo, sobre el platillo señalando así que no quería más té. Sus delicadas manos sobre aquel recipiente de porcelana y su mirada plagada de nostalgia se alzó par buscar los negros ojos de Gowasu y decirle con la misma sonrisa de entonces extendiendo un mano hacia el lentamente:

-Te amo,Gowasu...

-Yo también la amo Cus...-respondió el sujeto aquellos dedos frágiles entre los suyos.